The Yeatman Oporto

Para cualquier persona TheYeatman Oporto es un gran hotel, pero para un amante del vino es algo más, es un verdadero templo donde cada elemento, habitación, actividad o entretenimiento pasa inevitablemente una y otra vez por el conocimiento y disfrute enológico. Situado en el barrio bodeguero por excelencia de Oporto, Gaia, al otro lado del Duero y en plena colina, sus vistas son el primer aliciente de este suntuoso Relais&Châteaux. Desde cada una de sus 82 habitaciones se divisan los interminables tejados de las bodegas que alojan desde hace más de tres siglos el preciado vino de Oporto. Al fondo, como una obra pictórica, el perfil de una ciudad anclada en el pasado y volcada hacia el río, dibujándose con nitidez su muralla, sus iglesias, sus callejuelas empinadas y sus empedrados paseos.

 El primer hotel enológico de lujo en Portugal se creó hace solo tres años gracias a su relación con las principales y más prestigiosas bodegas en un acuerdo permanente que les permite ofrecer a sus clientes un contacto directo con el productor. 

El vino se respira en cualquier rincón de este palacio contemporáneo. La piscina exterior dibuja el perfil de un decanter. El spa, como no podía ser de otro modo, está gestionado por Caudalie, verdaderos expertos en vinoterapia y en productos únicos basados en la eficacia de las pepitas de la uva y otros componentes activos de la viña. El servicio de cualquiera de sus bares conoce a la perfección el vino y puede aconsejar el más adecuado según sus preferencias entre su inmensa carta (hay un Wine Flight de tres tapas y tres vinos que se escoge para cada cliente) y todo el personal del hotel ha recibido una formación enológica guiada por su especialista Beatriz Machado, responsable de la selección de las 25.000 botellas que posee y ofrece el hotel, además de 82 referencias diferentes de vino por copas. Por último no podía quedarse un paso atrás el aspecto culinario. Para ello, TheYeatman contó con un fichaje estrella, el de Ricardo Costa, uno de los cocineros revelación del país con una estrella Michelin en su haber que ha vuelto a conseguir en los fogones de este hotel. Dos cocinas diferenciadas dan servicio al restaurante gourmet y a las necesidades del hotel (desayunos, tapas, roomservice y eventos), donde Ricardo crea sus platos sustentándolos en la excelencia de las materias primas, con la técnica más avanzada aplicada a modo de pequeños detalles y poniendo especial interés en el mantenimiento de los sabores típicos de Portugal.