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La Berlinale se deleita con el cine gastronómico español
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Dos filmes ensalzan en el Festival de Cine de Berlín los vinos de Jerez y el viaje gastronómico de los hermanos Roca por Latinoamérica. La gastronomía española, más estrella de cine que nunca hasta ahora. Raquel Pardo
Si hay un momento desde que existe el cine en el que se pueda decir que la estrella es la gastronomía, ese es ahora. Películas de distinta procedencia tienen como protagonista la sala de un restaurante o un camión de comida, o la vida de un sumiller o la última cena preparada por una gran chef con Estrellas Michelin. Y la española, una de las mejores gastronomías del mundo, no iba a ser menos. Desde hace unos años se producen en España “gastropelículas” que se llevan la atención del público o la crítica, o de ambos: desde la divertida Fuera de Carta (Nacho G. Velilla, 2008) hasta El pollo, el pez y el cangrejo real (José Luis López Linares, 2008), pasando por Menú Degustación (Roger Gual, 2013) y El Somni (Franc Aleu, 2013), un documental que recoge una cena maridada en 12 platos con piezas de ópera. Este año no iba a ser menos: dos filmes documentales de factura española se han estrenado en la Berlinale (del 5 al 15 de febrero pasados), quizás el festival de cine más importante del mundo, y con la gastronomía y el vino como protagonistas. Se trata de El misterio del palo cortado, de José Luis López Linares (El pollo, el pez y el cangrejo real) y Cooking up a Tribute (Luis González y Andrea Gómez, 2014), una road movie o película de viajes gastronómica que relata el recorrido del Celler de Can Roca por Latinoamérica, dirigida por Luis González y Andrea Gómez.
Starring: Hermanos Roca
Sin duda los Roca tienen gancho para el cine. Joan y Josep Roca ya aparecieron interpretándose (casi) a sí mismos en Menú Degustación, un filme en el que asesoraron en conceptos gastronómicos y donde hicieron un cameo, Joan en la cocina, Josep en la sala sirviendo vino. Con El Somni la sinergia de la gastronomía de los Roca con el cine fue absoluta, y el documental acabó proyectándose en Berlín. Un año después, la Berlinale ha acogido dos nuevos filmes que, de una manera u otra, llevan el apellido Roca: la primera, Cooking up a Tribute, narra las “aventuras” de todo el equipo del Celler de Can Roca durante su viaje por cuatro países americanos bajo el auspicio de BBVA, un recorrido que, confiesan, les cambió la vida. Y en la segunda es Josep Roca, un auténtico apasionado de los vinos de Jerez, quien aporta su grano de arena en varias escenas de El Misterio del Palo Cortado. Como bien afirma el sumiller catalán, “una vez es casualidad, dos, tendencia”.
Para Josep Roca, estos documentales han supuesto un vehículo importante de difusión y son una herramienta de democratizar una experiencia íntima, especialmente Cooking up a Tribute, un film que se gestó de forma paralela al viaje de los Roca: “Entendimos que había que grabar desde el viaje de prospección” que hizo Josep a los distintos países para ponerse en contacto con productores y cocineros en América. Roca entiende que hoy “tiene sentido hacer cine gastronómico porque la sociedad quiere consumir gastronomía, acepta la cocina desde muchas perspectivas, como el orgullo de país, responsabilidad social, ecología, ecología emocional” y los documentales contribuyen a divulgar y representar esos puntos de vista de una manera más fácil que los realities, comenta el sumiller. Sobre sus dos trabajos cinematográficos (sin contar colaboraciones) en El Somni y Cooking up a Tribute, considera que son una consecuencia, no un objetivo, del trabajo que llevan haciendo años y de su visión de la cocina. El primero, con una perspectiva de la gastronomía como aglutinadora de emociones, comenta, y el viaje como “reflejo del aprendizaje, la experiencia de salir de nuestra zona de confort”, ya que todo el equipo del restaurante se trasladó al continente americano para construir e imaginar un Celler de Can Roca en cuatro países: Estados Unidos, México, Colombia y Perú.
Si bien no es seguro que haya nuevo documental o una segunda parte de Cooking up a tribute, El Celler emprenderá una nueva aventura viajera por otros países este año, y Roca confirma que uno de sus destinos será Turquía, con una cocina mediterránea de la que aprender y a la que enseñar.
Jerez de cine
Pero no solo el documental de la gira de los Roca se ha visto con buenos ojos en la Berlinale. Después del exitoso “El Pollo, el Pez y el Cangrejo Real”, el director José Luis López Linares y el productor Antonio Saura han vuelto a poner lo gastronómico en la pantalla grande, esta vez, eso sí, a una de nuestras estrellas enológicas: el vino de Jerez. El director acudió a la capital alemana por cuarta vez en su trayectoria para presentar mundialmente El Misterio del Palo Cortado, documental aún inédito en España, que se estrenó con una celebración de la gastronomía y el jerez en armonía gracias a una cena maridada orquestada por el chef Paco Pérez, con cinco estrellas Michelin en su haber y un restaurante abierto en Berlín, 5-Cinco.
El Misterio del Palo Cortado es una historia de revelación. López Linares confiesa que “no tenía ni idea de jerez excepto por tomarlo de vez en cuando, para mí fue un descubrimiento y es esa la historia que trato de transmitir en la película, un collage de sensaciones”. El documental refleja diferentes visiones del vino y conversaciones en torno al jerez, y cuenta con la participación de auténticos embajadores del vino jerezano como Jesús Barquín (uno de los revolucionarios del Jerez con su proyecto de Equipo Navazos junto a Eduardo Ojeda), los periodistas Paz Ivison, Alberto Luchini o Juan Manuel Bellver, el elaborador y restaurador Alberto Fernández Bombín, el colectivo de mujeres Sherry Women o el propio Josep Roca. Fue precisamente la iniciativa de Fernández Bombín y Equipo Navazos la que “enganchó” a López Linares y Saura en el rodaje de un documental que se erige como un “embajador del jerez en el mundo”. Para Josep Roca ha sido también “un invitado de honor” que siente un “agradecimiento infinito” al jerez con este documental, al que considera “un regalo extraordinario, una apuesta valiente, bella, donde hay encantamiento y es una suma de costumbrismo, historia y emoción” que, pese a no haberse estrenado en España, ya está despertando expectación entre el público más cercano al vino: “Tengo a Jerez nervioso” comenta López Linares, que llevará la película a más festivales antes de aterrizar, por fin, en España con su historia de emoción por el jerez.