Aniversario prudente
AMAVI cumple 25 años recordando que el vino también es cosa de mujeres

La Asociación que creó y preside la empresaria Sonia Prince de Galimberti fue pionera mostrando una mirada femenina al mundo del vino y reivindicando el hedonismo báquico también para ellas. Raquel Pardo
Este año AMAVI, Asociación de Mujeres Amantes del Vino, cumple un cuarto de siglo y Prince de Galimberti habla de lo que han sido estos años al frente del organismo, sus avances y logros en el sector.
Dice Sonia Prince de Galimberti que AMAVI fue germinándose de forma pausada, “a fuego lento, al compás de las agradables experiencias percibidas por mí” al acercarse al mundo del vino.
La empresaria consideraba que en esos años, la mujer no tenía, o no mostraba, interés por el vino, achacándolo, en parte, a “las arcaicas costumbres enraizadas en la sociedad” o por simple apatía. Por ello, cuenta “creí positivo transmitir y compartir mi entusiasmo al descubrir esa galaxia de aromas, sabores y sensaciones”.
Y fue así como nació la Asociación de Mujeres Amantes del Vino, poniendo un punto y seguido en el papel femenino de la mujer en el sector como “winelover”, como bebedora, compradora y como un ser capaz de escoger el vino que le guste sin complejos. Y no necesariamente blanco, afrutado o sencillo. “El lema u objetivo de AMAVI no ha sido combatir rabiosamente el arraigado hegemonismo masculino en esta estática jerarquía alimentando la división” aclara, sino abogar por integrar, por reconocer a la mujer como protagonista, también, del universo vinícola y defendiendo, siempre “la igualdad de oportunidades”. Prince de Galimberti lo tiene claro: “Por qué tiene que ser de exclusividad masculina el disfrute de esa bebida universal y fruto de la madre tierra”. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Por eso AMAVI se ha presentado en estos años como una asociación de mujeres, para mujeres y compuesta por mujeres, donde ellas juzgan los vinos que les gustan en el concurso Los Vinos Favoritos de la Mujer y desde donde se han organizado eventos inmersivos para las féminas en el mundo del vino.
Cuando Sonia Prince de Galimberti mira atrás, ve un cambio claro: “La mujer ya no es una rara avis, es una figura reconocida por sus propios méritos, que ha enriquecido práctica y teóricamente el mundo del vino”. Percibe que han cambiado los gustos de las mujeres respecto al vino en estos años, pero también han aumentado sus conocimientos y su capacidad de elección. La mujer, a su entender, ha ido ganando un terreno que, simplemente, le correspondía por derecho.
La presidenta se enorgullece de una trayectoria brillante en la que ha habido hitos interesantes, que han contribuido a mirar el mundo desde una perspectiva femenina: en 1999 nació la Fiesta del Vino y la Moda, un encuentro pionero donde diseñadores de la talla de Elio Berhanyer, Agatha Ruiz de la Prada, Javier Larrainzar o Victorio & Luchino han vestido botellas de grandes vinos españoles (Torres, Marqués de Riscal, Chivite, Muga…) y las han sacado a subasta, logrando recaudar miles de euros en beneficio de una ONG.
Un año más tarde nacieron los premios AMAVI para reconocer la labor de mujeres ejemplares en sus respectivos campos, de la literatura a la gastronomía pasando por el arte o la ciencia. Entre las galardonadas, Ainhoa Arteta, Margarita Salas o Carmen Posadas, entre otras.
AMAVI está compuesta ahora por unas 70 mujeres que participan en sus actividades, y cuenta en sus puestos directivos con nombres como el de la empresaria Xandra Falcó, la escritora Cristina Luque o la periodista vinícola Ana Lorente, entre otras.
Prince de Galimberti destaca además el papel de las embajadoras de AMAVI, una designación honorífica sin labor específica excepto la de apoyar los principios de la asociación. La presidenta nombra a mujeres como Enikő Győri, ex-embajadora de Hungría en Madrid, ahora Eurodiputada; Tamara Bakradze, esposa del secretario general de la Oficina Mundial del Turismo; Paloma Barrientos, periodista y escritora; Arrate Oromí, directora gerente del Club Financiero Génova y María Luisa de Contes, presidenta de la Asociación Mujeres Avenir y de la Comisión Mujer y Diversidad del Club Financiero Génova.
Preocupada por la pandemia... y el bajo consumo de vino
Sonia Prince de Galimberti se muestra preocupada por los efectos de la covid- 19 en la economía que, estima, ha paralizado los mercados y estrangulado el consumo; una crisis de la que el vino no ha salido indemne, teniendo en cuenta, considera Prince de Galimberti, una situación ya de por sí preocupante como es la del descenso del consumo de vino per cápita en España, que cifra, citando datos de la OIV, en 27,8 litros por habitante en 2020. Sin embargo, puntualiza, “en lo concerniente a la calidad, el vino español goza de muy buena salud e internacionalmente se considera un producto excelente” aunque cree que al vino le falta conquistar a los jóvenes, convirtiéndose en un reclamo para sus momentos de ocio: “No olvidemos que, desde tiempos ancestrales hasta nuestros días, el vino se ha percibido como un marcador de status y de edad. Consecuentemente, esta bebida, con tales referencias, posiblemente no invite a compartirla en esos momentos de desenfado y diversión”. Para ella la consigna sería despojar al vino de lo que califica “su solemne ropaje” y comunicar que hay un vino para cada momento y para satisfacer todos los gustos: “Este mensaje no es inédito; sin embargo, creo que detrás de la persistencia es donde está el éxito, concluye”.
Sobre los actos del 25 aniversario, Sonia Prince de Galimberti se mantiene prudente a la hora de consolidar una agenda de festejos post covid-19, aunque adelanta que percibe mucho entusiasmo a la hora de reanudar el Concurso Los Vinos Favoritos de la Mujer en septiembre, aunque no confirma la fecha. Un excelente broche que reuniría a mujeres de distintas formaciones y condición para escoger los vinos que más les gustan.
Y no, no tienen necesariamente por qué ser vinos ni femeninos, ni suaves, ni afrutados. Simplemente los favoritos de estas Amantes del Vino.


