Irlanda del Norte

Escapada a Belfast, una capital para la conciliación

Miércoles, 03 de Diciembre de 2014

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La capital de Ulster asume su pasado y mira hacia adelante enarbolando una nueva ordenación urbanística, magnos centros culturales y una trepidante escena gastronómica que la convierten en un apetecible destino vacacional. Álvaro López del Moral

Como si se tratase de la famosa canción de Bambino, los habitantes de Belfast (capital de Irlanda del Norte) no solo parecen haber decidido mantener intacta la pared, o lo que es lo mismo, los numerosos muros alambrados, que aún hoy continúan separando las vidas de católicos y protestantes en esta ciudad; sino que, además, los convierten en un atractivo turístico. Tras superar décadas de un lacerante conflicto armado, Belfast no ha dudado en reinventarse y ahora asume su papel como puerta de entrada hacia el extremo septentrional de la isla. Lo hace mirándose en el espejo de su antiguo esplendor, aunque ello le suponga tener que mostrar algunas de las cicatrices de este enfrentamiento. Así, hoy es posible visitar los murales reivindicativos que ambas comunidades han ido realizando a lo largo de los años, empezando por los de Falls Road y siguiendo después a través de la ruta de Shankill Road, confortablemente instalado a bordo de un minibús; e incluso, la excursión puede realizarse en un taxi negro pilotado por algún antiguo preso del I.R.A., ya que la concesión de licencias de transportes públicos a estos ex combatientes se consideró en su día como parte del proceso conciliador comunitario.

 

Huellas del pasado

 

Las huellas de la disputa se exponen ante el viajero por toda la localidad, algunas con un carácter realmente anecdótico. Es el caso de The Crown Bar (46 Great Victoria St), taberna victoriana situada frente al Hotel Europa, que se precia de servir las pintas más espumosas de Irlanda desde el siglo XIX. El local era propiedad de un matrimonio, los Flanagan, de distinto credo religioso y orientación política. Ante los deseos de su mujer, una protestante radical, de expresar su adhesión a la corona británica, el señor Flanagan, fervoroso católico independentista, decidió hacer un mosaico reproduciendo fielmente el regio emblema de los opresores. Pero lo puso en el suelo, donde sigue todavía; para darse el gustazo de ver cómo era pisoteado a diario por miles de visitantes.

 

De ese modo funcionan las cosas en Belfast, una ciudad que, a sus edificios tradicionales, como pueden ser el fastuoso ayuntamiento de estilo renacentista, ubicado en Donegall Square; la torre del reloj del Albert Memorial –muy parecida al Big Ben londinense–; el mercado de Saint George, la universidad, el Big Fish, una escultura que reproduce a un salmón cuyas baldosas recuerdan la historia de la ciudad, o su hermoso jardín botánico, viene a sumarse actualmente la remodelación de lo que se conoce ya como “el barrio del Titanic”, construido al amparo del museo del mismo nombre, junto a los astilleros Harland & Wolff, en los que se generó la leyenda del mítico trasatlántico.

 

No obstante, lo que de verdad convierte a Belfast en un destino ideal para escapadas de fin de semana es su bulliciosa escena nocturna, concentrada en el centro de la ciudad. Allí se encuentran pubs típicos del estilo de McHughs (29-31 Queens Square), que data de 1711; White’s Tavern (2-4 Winecellar Entry), el más antiguo de la provincia, o Kellys Cellar (30 Bank St), al igual que restaurantes con una probada vocación carnívora cual es el caso de Bourbon Restaurant (60 Great Victoria St.). En todos ellos es posible averiguar por qué la cerveza irlandesa goza de semejante prestigio planetario, o degustar las particularidades de una cocina tradicional donde el cordero y la ternera ganan por abrumadora goleada, sin demérito de sus excelentes mariscos y pescados.

 
 
 

Agenda

 

Para no perderse

 

Una buena opción para descubrir las excelencias gastronómicas de esta ciudad es apuntarse a los Belfast Food Tours.

 

También el Museo del Titanic tiene su propio recorrido culinario, el Titanic Taste Tour, que pretende hacernos sentir como pasajeros de primera clase.

 

El Parque Ormeau, la arboleda más antigua de la ciudad, resulta una opción idónea para amantes de la naturaleza y el ciclismo.

 

Para comer bien

 

[Img #5866]Brunel’s

9 Bryansford Avenue, Newcastle, County Down

Tel.:+028 43723951

Antes de llegar a Belfast conviene darse una vuelta por esta bonita localidad costera, donde el chef Paul Cunningham hace una revisión de la cocina tradicional irlandesa en clave de modernidad, sin ostentaciones, pero muy agradable. A destacar el salmón, el jamón curado y, naturalmente, el cordero. P.M.: 32€.

 

Mourne Seafood Bar

34-36 Bank St.

Tel.: +028 90248544

[Img #5867]Amplia selección de cervezas locales e internacionales en este local, especializado en mariscos y pescados de la zona. Hay que prestar una especial atención a las ostras, que sirven al natural, preparadas al horno con espinacas, ajo, crema, Pernod y tocino, o al estilo japonés, con pepino rallado, jengibre y soja condimentada. P.M.: 28€.

 

James Street South

21 James St South.

Tel.: +028 90434310

Comedor victoriano con aires contemporáneos, cuyo chef sugiere a sus comensales que ejerzan como críticos gastronómicos una vez a la semana, con menús compuestos por cuatro platos. P.M.: desde 17€.

 

Deane’s Meat Locker

28-40 Howard St.

Tel.: +028 90331134

[Img #5868]Galardonado con una estrella Michelin durante trece años consecutivos, Michael Deane puede preciarse de haber revolucionado la escena culinaria irlandesa, imprimiendo un sello propio a cada uno de sus restaurantes. En Meat Locker ofrece carne de ternera de no más de 35 días perteneciente a la factoría Hannon Meats, tratada con sales del Himalaya que le confieren un sabor inconfundible. P.M.: 30€.

 

OX Belfast

1 Oxford St.

Tel.: +028 90314121

[Img #5864]Creatividad estacional es lo que proponen Stephen Toman y Alain Kerloch en este local con vistas al río Lagan, que ha cosechado numerosos premios durante sus primeros dieciocho meses gracias a una oferta basada en la sostenibilidad, las verduras de temporada y una completa carta de vinos. P.M.: 25€.

 
 

Placeres locales

 

[Img #5863]Protestantes y católicos unen sus fuerzas en The Dock Café (2k Queen’s Road), un local con vocación de sala de exposiciones. Para conocer el espíritu de Belfast resulta imprescindible visitar el mercado de St. George (12-20 E Bridge St.). A su alrededor se encuentran tabernas con cientos de referencias de cerveza.

 

Para dormir

 

Hotel Europa

Great Victoria St.

Tel.: +028 90271066

[Img #5865]Situado en pleno corazón de la ciudad, este emblemático hotel de cuatro estrellas ha prestado alojamiento a políticos, empresarios y estrellas de cine. Con 272 suites de toda clase es un establecimiento cómodo que conserva mucho sabor, aunque, sin duda ninguna, lo mejor del mismo lo conforma su muy orondo chef, a quien podemos encontrar cuando no está en la cocina cultivando las hortalizas del huerto de su azotea. Habitaciones desde 121 Euros.

 

Información turística: Turismo de Irlanda

 

 

                     

 

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