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Granada: la fruta esotérica que es fuente de salud

Martes, 09 de Diciembre de 2014

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La granada ha estado presente en la iconografía de numerosas culturas por su aspecto y cualidades. Además, esta fruta posee un extenso catálogo de propiedades terapéuticas y una versatilidad que justifica su presencia en la cocina. Álvaro López del Moral

Los antiguos egipcios se hacían enterrar con granadas, los babilonios consideraban que masticar sus pepitas antes de la contienda los convertía en soldados invencibles y las novias griegas solían lucir en las bodas un tocado con ramas de granado como homenaje a Afrodita, que, según la mitología helénica, fue quien plantó sobre la tierra el primer árbol de esta especie vegetal, cuya singularidad ha terminado convirtiéndola en símbolo del vigor e icono de la fecundidad.

 

Elevada a la categoría de princesa de la huerta, la granada, su fruta, disfruta de un inmejorable prestigio como caudal de salud. Por todos es conocida la aptitud de que hace gala para ralentizar el envejecimiento celular –tiene tres veces más antioxidantes que el té verde– y sus múltiples cualidades energéticas, tan desmesuradas que incluso han llevado a los investigadores a calificarla de “viagra natural” debido a su capacidad para incentivar el desarrollo hormonal e incrementar los niveles de testosterona en los varones hasta en un 30%, si se bebe un vaso de su zumo a diario durante dos semanas, según un estudio realizado recientemente por la Universidad Queen Margaret de Edimburgo, Escocia.

 

Pero de lo que no se ha hablado tanto es de su idoneidad para aumentar el vello facial y volver más grave la voz de los caballeros, así como para fortalecer ostensiblemente los huesos y músculos de las féminas, circunstancia esta última que hace muy recomendable entre dicho espectro de población la prudencia en su consumo, salvo que las damas de su familia pretendan terminar estas fiestas navideñas pareciendo un batallón de gimnastas soviéticas.

 

Cómo tomar una granada

 

[Img #5912]Es el lado menos conocido de esta infrutescencia escarlata, esférica y elegante, cuya presencia en las mesas contribuye a dar a cualquier menú un toque de sofisticación que garantiza su éxito (Granada madura, tentación segura, afirma el refranero). En el ámbito gastronómico combina con casi todo: al margen de su consumo en crudo, su exquisito sabor agridulce, en cierto modo parecido al de las grosellas, cada vez es más utilizado para animar ensaladas vegetales o de frutos secos, y acompañar quesos y ahumados. Con ella suelen prepararse confituras, mermeladas y numerosos postres, y también constituye una excelente guarnición para carnes blancas y pescados de todo tipo. De hecho, la cultura árabe viene utilizando desde tiempos ancestrales la melaza de granada –una reducción de su zumo con azúcar y limón– como aderezo de recetas de ave o de cordero, o bien a la hora de fundamentar platos exóticos del estilo de la Muhammara, una crema para untar de origen sirio que lleva pimientos, nueces, comino y diferentes especias.

 

En coctelería la Punica granatum –sí, la trama policial de la tristemente célebre Operación Púnica debe su nombre al símil entre esta exquisitez y el apellido de uno de sus implicados, Francisco Granados– ha encontrado su lugar merced a la granadina, una bebida derivada de su extracto que, en contra de lo que suele pensarse, no contiene alcohol, aunque sí forma parte consustancial de combinados como el Tequila sunrise o el Sex on the beach, al igual que de un sinfín de helados y propuestas pertenecientes al sector repostero.

 

No obstante, lo más sorprendente de la protagonista de este reportaje es el inagotable repertorio de propiedades terapéuticas que exhibe. Su elevado índice en ácido elágico, por ejemplo, la convierte en un eficaz agente contra los cánceres de mama, colon y próstata, al margen de aportar resultados muy positivos en lo concerniente a la calidad del esperma y los casos de disfunción eréctil, tal como asegura un informe publicado por la Universidad Miguel Hernández de Alicante. También resulta favorable a la hora de combatir el asma, la hipertensión, la retención de líquidos, la arterioesclerosis y la anemia ferropénica, entre otras muchas dolencias. Todos estos atributos hacen de ella una especie de farmacopea verde, cuyas peculiaridades ya eran muy apreciadas por nuestros antepasados.

 

¿Cuál es el origen de la granada?

 

Oriunda de la antigua Persia, la granada ha sido cultivada desde tiempos ancestrales en toda la región del Mediterráneo, resultando especialmente valorada en zonas desérticas debido a la resistencia de su piel, que facilitaba su traslado en caravanas. Hasta España llegó gracias a los bereberes y su cultivo se implantó rápidamente por toda Andalucía y Levante, alcanzando tal relieve que en 1492 pasó a figurar de manera estable en el escudo nacional, y su nombre sirvió para rebautizar a la que fuera capital del Reino Nazarí de Granada durante la Edad Media. Hoy, nuestro país puede preciarse de ser el primer productor europeo de granadas, con 20.000 toneladas anuales y cerca de 3000 ha cultivadas. Aquí, las variedades que se dan con mayor éxito son la mollar de Játiva, la mollar de Valencia y la de grano de Elche, también conocida como mollar de Elche.

 

Esta última “tiene mucho rock and roll”, según palabras de Alberto Chicote, y vive momentos de gloria al haber incrementado su facturación un 20% en solo tres años. Semejante coyuntura la ha situado bajo el escrutinio de los investigadores del proyecto universitario Granatum Europa, cuyo resultado ha arrojado conclusiones verdaderamente reveladoras sobre su naturaleza: la piel de dicha modalidad contiene hasta 10 veces más capacidad antioxidante que la parte comestible, lo cual está despertando nuevas expectativas en torno a su consumo y obligando a la industria a desarrollar nuevas líneas de negocio.

 

A nivel mundial, sin embargo, los líderes en exportación de esta fruta siguen encontrándose en Oriente Medio, destacando por su volumen de cosechas India, China y Bangladesh.

 

Los beneficios de tomar granada

 

[Img #5911]Las abundantes semillas de la granada le han otorgado un peso específico propio en la iconografía cristiana, donde suele utilizarse como emblema de la fructificación. Así lo demuestra el hecho de que esté presente en las vestiduras de los sacerdotes y de que su imagen haya representado en no pocas ocasiones a la Iglesia Católica, que acoge bajo su manto a innumerables naciones. No obstante, si bajamos al terreno de lo práctico, conviene señalar que la profusión de pepitas dificulta de forma considerable su elaboración en la cocina, por cuanto impregna las manos de un color parecido al de la sangre que, curiosamente, también era interpretado por los pintores de antaño como signo del martirio y la posterior subida a los cielos. Y eso en particular, un suplicio, es lo que consideran algunos chefs que supone trabajar con este producto.

 

Digámoslo de forma clara: al igual que la vida, la granada también mancha. Para evitar tan desagradable situación, el método empleado tradicionalmente consiste en practicar un corte en el lado correspondiente a la flor, volcar el fruto hacia abajo e ir golpeándolo sobre el plato con el mango de un cuchillo, hasta haber conseguido extraer todos sus granos. Sin embargo, en el mercado puede encontrarse una amplia gama de sofisticados gadgets con los cuales conseguirá disfrutar de su sabor en plenitud y mantener a salvo de salpicaduras tanto su integridad personal como la encimera de su cocina.

 

Continuando con esta línea didáctica, es preciso señalar que estamos hablando de un fruto muy resistente, capaz de aguantar hasta 15 días a temperatura ambiente, y más de un mes si lo conservamos en la nevera. Eso sí, a la hora de adquirirlo es necesario elegir siempre los ejemplares de mayor peso y tamaño, teniendo buen cuidado en que no presenten cortes ni magulladuras. También hay que precisar que la coloración de la granada mantiene una relación directamente proporcional a su exposición al sol; cuando ésta ha sido muy alta el fruto poseerá granos blancos mientras que aquellas unidades que hayan crecido a la sombra tendrán pepitas muy rojas. Esta coyuntura no tiene nada que ver con su nivel de maduración ni afecta al sabor del producto, aunque sí a su apariencia. Por cierto que, a pesar de que gracias a su vistosidad las flores del granado son muy empleadas en jardinería, existe una variedad en concreto, la granada agrio, que se destina solo a la ornamentación, lo cual convierte a este fruto en un objeto decorativo especialmente apropiado para las fechas en las que nos encontramos.

 

 

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