Descubrir Polonia

Cracovia

Lunes, 02 de Abril de 2012

En estas nuevas dimensiones planetarias en las que nos movemos, donde viajar en avión es más barato que en autobús, todavía es posible encontrarse con sorpresas bellas e inesperadas como las que ofrece la ciudad medieval de Cracovia. Teresa Álvarez

Sumergida en ese halo de misterio de su pasado noble, vapuleada por unos y conquistada por otros, Cracovia, antigua capital de Polonia, consiguió sobrevivir a los bombardeos de la II Guerra Mundial, para convertirse hoy en una urbe radiante,viva y llena de alicientes. A los múltiples locales –donde por cierto se sirven cafés y chocolates espléndidos e inolvidables– que pueden encontrarse en su Ciudad Vieja y en las arterias comerciales de Grodzka y Florianska, se une esa vida estudiantil universitaria que le da cierto toque underground, aportada por las callejuelas de su barrio judío, en la zona de Kazimierz, y la frialdad curiosa del barrio de Nowa Huta, legado de su periodo soviético. O, por el contrario, se contrapone con calidez y buen gusto ese punto conservador y tradicional propio del cracoviano de toda la vida, que encuentras en los múltiples restaurantes de su Plaza Mayor y del Mercado, primera parada del visitante, donde se hallan los principales monumentos de la ciudad.

 

Para los que aman la gastronomía, Cracovia no es, posiblemente, el mejor lugar del mundo, pero la riqueza de sus sopas, el toque entrañable de sus restaurantes y el gusto por las salsas seguro que les da suficientes razones para volver encantados. De hecho, comer un buen gulasch es en sí mismo un motivo proporcionado para ir a esta bella capital centroeuropea (el mejor de la ciudad se sirve en Balaton. La cocina nacional polaca actual sigue los ritmos de antaño, preservando las antiguas recetas y las técnicas de toda la vida como una reliquia valiosa. Eso no quita que no encontremos refinamientos, modernidades y alguna excentricidad pero son excepciones en una gastronomía de tintes muy tradicionales. Durante siglos, en estas tierras se mezclaron influencias italianas, francesas, cosacas, húngaras, armenias, tártaras, lituanas y judías. Todas ellas formaron una amalgama de sabores que se pueden identificar en sus recetas de hoy basadas en ingredientes como el pato, la patata, los quesos ahumados, las salchichas, la col y los pepinos fermentados, los encurtidos de gran calidad y la variedad de setas.

 

El viajero encontrará que los ritmos y tiempos son muy diferentes a los de España, pero de fácil adaptación a nuestros hábitos alimenticios. Los restaurantes abren, en su mayoría, desde el desayuno hasta la cena. Esta amplitud de horario facilita la vida al turista, venga de donde venga, aunque resulta curioso terminar el almuerzo con un café mientras tu vecino de mesa encarga una comanda de gigantescas proporciones cárnicas. Porque lo del tamaño de las raciones que ofrece la cocina cracoviana es otro tema a mencionar. Todo es extra. En menos de dos minutos (el servicio es rápido) la mesa se llena de viandas, salsas para acompañar y guarniciones variadas. Y además aprecios sorprendentes, gracias quizás a su retirada a tiempo del cambio al euro, previsto en un principio para 2012.

 

Cracovia es un destino gourmet distinto. Aquí el vodka se sirve en vaso pequeño y sin hielo, los restaurantes tienen flores naturales en las mesas y servilletas de hilo y los menús degustación no recogen más de cuatro platos. En definitiva,sencillez y tradición llena de belleza y singularidad en un viaje al corazón de Europa.

 

AGENDA

 

Dónde comer

 

Pod Baranem 
Ul. Sw. Gertudy, 21
Una sala amplia pero dividida con intimidad acoge uno de los grandes restaurantes de la ciudad. Carta de vinos escueta y cara, magnífico servicio, espléndidas sopas (13 diferentes) y buenos postres. Un detalle: tienen carta en español. Un acierto. P.M.: 30€.

 

Wesele 
Rynek Główny, 10
De nuevo en la plaza principal,restaurante bellísimo de trato amable y cercano. Cocina tradicional en ambiente clásico y cuidado (resulta recomendable solicitar una mesa con vistas a la calle). Platos abundantes y carta de vinos más adecuada de lo habitual. P.M.: 25€.

 

Pod Wawelem
Ul. Sw. Gertrudi, 26
Cocina tradicional polaca informal en un lugar sorprendente por su precio y su éxito. Las sopas típicas se encuentran a poco más de dos euros y los platos de carne son tres veces más abundantes de lo habitual. Muy cerca del Castillo Real. P.M.: 15€.

 

Wierzynek
Grodzka Rynek Glowny, 15
Se vanagloria de ser el restaurante más antiguo de Polonia. Posee una tienda deli a la entrada y se ubica en los subterráneos de un antiguo edificio, lo que lo dota de mayor encanto. Cocina tradicional y un menú más modesto a mediodía, a base de sopa más plato principal, por menos de 5 euros. P.M.: 20€.

 

Szara
Rynek Glowny, 6
Bajo arcadas góticas se esconde un restaurante de cocina polaca con ciertotoque de modernidad, abierto hace diez años. Buena selección de vinos y con cocina durante todo el día, incluso para servir desayunos o poner una copa en su café aledaño. Música en vivo y magnífica exposición fotográfica en sus salas. P.M.: 35€. 

 

Dónde dormir

 

Andromeda. Hotel Galaxy
Gesia 22ª 
En pleno centro y con un toque de modernidad que se agradece, este hotel urbano ofrece no solo un buen alojamiento con amplias habitaciones y magnífico spa, sino un restaurante decocina polaca moderna que rompe con la concepción clásica de los platos cracovianos. Al frente, el joven chef Tomasz Diziura, que ha fusionado recetas polacas e italianas con buenos resultados. P.M. (restaurante): 30€.

 

Buenos lugares

 

Kawiarnia Noworolski 
Rynek Glowny, 1
Art nouveau en los bajos del edificio de la Loja de los Paños, del siglo XIII. Increíble.

 

Pijalnie Czekolady 
Rynek Glowny, 46
Chocolatería maravillosa en plena Plaza Mayor. Buena repostería y carta amplia de infusiones y cafés.

 

CaffeVergnano 1882 
Ul. Szlak, 26
Los bajos de la Torre del Ayuntamiento alojan un pequeño teatro, con café y restaurante. Perfecto para una pausa al mediodía o para tomarse un capuchino magnífico.

 

Koperniz  
Grodzka, 14
Tienda especializada en el popular pan de jengibre. Para llevar.

 

Alquimia
Stery, 5
Para tomar un vodka, la bebida nacional, en unos lugares divertidos y juveniles. Muy auténticos.  En pleno barrio judío.

 

Información turística: Polonia Travel

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.