Modales orientales

Siéntate a la mesa como un chino y descubre sus secretos

Martes, 12 de Mayo de 2015

Te contamos algunas de las claves para que domines la liturgia gastronómica china y disfrutes en la mesa, con o sin palillos, de todo lo que puede ofrecer esta exótica y conocida (o no tanto) culinaria oriental. Saúl Cepeda. Imágenes: Antonio de Benito y Archivo

Sintetizar en dos páginas los usos y costumbres de la cocina más que milenaria de un país con nueve millones y medio de kilómetros cuadrados, veintitrés provincias, varias regiones autónomas o especiales y que sobrepasa las cincuenta etnias tiene sencilla respuesta: es imposible. La cocina del país más poblado del mundo es una culinaria de regiones tan inconmensurable como mutante. Sin embargo, cuando nos entra antojo de restaurante chino, todos tenemos una idea más o menos parecida en la cabeza, que incluye la pregunta “¿quién quiere rollito?”.

 

Esta circunstancia, que se debe principalmente a los procesos migratorios históricos chinos y a los modelos de globalización (mucho antes de que Theodore Levitt acuñase el término), ha dado lugar a una comida rápida de tintes exóticos que se pide vía app desde el sofá en el que se sigue la última temporada de The walking dead y a no poca mitología sobre la sospechosa desaparición de perros y gatos en ciertos vecindarios. Nada más lejos de la realidad, por supuesto. China es un país complejo y sus modos gastronómicos no lo son menos. Por otra parte, para aquellos que quieran convertir la cocina en el mercado nocturno hongkonés de Temple Street o el comedor en un restaurante mandarín de pato pekinés, aquí van unos breves consejos con los que conseguirá salvar el tipo con mucha dignidad ante casi cualquier tipo de audiencia.


 

Respeto y paz

 

[Img #7187]Julia Zhou, propietaria del restaurante madrileño El Bund, uno de los establecimientos preferidos por la colonia china en España (la mayor parte procedente de la región de Qingtian), nos dice que “en China, cuando se propone un brindis, por respeto, hay que beber de un trago lo que nos hayan dado”. Por otro lado, a diferencia de Occidente, donde se sirve primero a las mujeres, hay que empezar a desplegar siempre los platos entre las personas más mayores respetando el Feng Shui (la armonía entre la persona y el espacio) de manera impecable, pues “ayuda al comensal a alcanzar el equilibrio”. En cuanto a la comida, nos sugiere que recurramos a ingredientes socorridos como el tofu, “muy habitual en la cocina de Hangzhou”.


 

Raro, raro

 

[Img #7186]Cualquier cosa con logogramas chinos ya aporta un extra de exotismo. Es fundamental disponer de productos extraños –distribuidos distraídamente por las estanterías de la cocina o desplegados como quien no quiere la cosa en la mesa– que indefectiblemente obliguen a nuestros invitados a preguntar: “¿y eso qué es?”. ¿Dónde comprarlos? Con Internet y una mente abierta es muy fácil. En Cominport Distribución o en Iberochina podemos encontrar casi de todo. También hay tiendas físicas bien provistas, como la de los bajos del aparcamiento público de la Plaza de España, en Madrid. Hoy es una parada hipster, o lo que es lo mismo: está más frecuentada que una estación de metro en hora punta.


 
 

Balando voy

 

[Img #7188]El 2015 es el año de la Cabra (o de la oveja: yáng puede significar ambas cosas) y hay que comer verde. La palabra lechuga en cantonés suena a “buena suerte”. Por ejemplo, hervida en agua con un poco de aceite y servida con salsa de ostras.

 

Imprescindibles

 

[Img #7185]No queda otra: hay que aprender a hacer dim sum. Estas empanadillas se pueden preparar al vapor o a la plancha y la imaginación es el límite para rellenarlas. La michelinizada cadena internacional Din Tai Fung es una prueba de su éxito.

 

Dónde perderse

 

¡Qué mareo!

 

[Img #7190]Como en la canción You spin me round de Dead or Alive, con la cocina china damos vueltas en redondo. Un accesorio necesario para dar el pego en casa es el centro de mesa giratorio. Sí, en Ikea venden el Snudda, pero su diámetro da risa y más vale poner encima un cristal. El protocolo para coger la comida es fácil de aprender: no hay.

 

A palos y palillos

 

[Img #7189]Los palillos chinos (chinos) suelen estar hechos de bambú y son muy largos. Rechace imitaciones. No es una falta de etiqueta comer el arroz a toda velocidad y perder parte de la carga en el cuenco. Si el problema es su manejo, con una goma y un cartón podemos crear una palanca de segundo grado y convertirlos en pinzas.

 

 

 

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.