Provenza vinícola
Christophe Renard, (Holding Viticole Ott): todo al rosa

Este distinguido caballero es el rostro más visible de la marca Domaines Ott. Graduado en la Université Picardie Jules Vernes de Amiens, cuenta con una dilatada experiencia en el campo de la exportación. Luisa Denis. Imágenes: Jean Pierre Ledos y Moët&Chandon
Recuerda, por su aspecto y gestos, al actor Benedict Cumberbatch, a quien Renard supera en estatura. Visita España para presentar el nuevo vino rosado de la bodega a la que representa, Domaines Ott. Su entusiasmo sobre el mercado de los vinos rosados parte de un discurso racional y crítico. Desde su perspectiva, estos vinos “han pasado por distintas fases y fue la norma que se elaborasen productos de baja calidad con malas uvas, muy extendidos por su bajo precio y que acabaron por establecer una idea equivocada del vino rosado entre el público que se ha mantenido durante décadas”. Sin embargo, Renard señala que precisamente la labor de ciertos viticultores que apostaron por otro tipo de rosados ha terminado imponiéndose: “En su momento, pasada la filoxera, Domaines Ott decidió plantar garnacha y syrah en la Provenza, eligiendo una ruta completamente distinta de vinificación, a la búsqueda de rosados complejos”, dice. Los vinos rosados de Domaines Ott cuentan con prestigio mundial. “Viajo mucho e intento, por así decirlo, evangelizar con la cultura del rosado. Hasta la fecha, la respuesta es muy buena, especialmente en Oriente o en Norteamérica”.
“Elaborar un vino nos lleva 100 días, siguiendo cuatro ciclos lunares, que es el tiempo entre la floración y la recogida. El proceso es más complejo, por supuesto, implicando fertilización de la tierra en otoño e invierno, limpieza de malas hierbas en marzo, podas en abril, sujeción de viñas en mayo, etcétera… La cuestión es que se trata de métodos surgidos de la observación de la naturaleza”, explica Renard.
El buqué de la experiencia
El nuevo vino de Domaines Ott es un rosado tan moderno como canónico elaborado con las variedades garnacha (70%), cinsault (20%) y syrah (10%). BY.OTT (18,90 €) manifiesta la excelencia probada de la casa en la producción de rosados únicos. Se trata de un vino fresco y aromático, repleto de matices a frutas blancas y tropicales, intenso en boca, con paso crujiente.
Agricultura natural
Una de las señas de identidad de la bodega Domaines Ott es su absoluta intransigencia al uso de productos químicos o de métodos de agricultura intensiva en sus tierras. “La agricultura orgánica”, explica Renard, “solo permite emplear azufre y caldo bordelés (sulfato cúprico y cal hidratada) para evitar infestaciones de hongos y otras enfermedades, y los fertilizantes para las viñas son enteramente naturales”.
La Vie en rose
Cerca de Cannes y de Saint Tropez se encuentra la bodega Domaine Ott, fundada en 1912. Aunque la mayor parte de sus tierras de cultivo están en la región de Côtes de Provence (Clos Mireille y Château de Selle), también cuenta con una finca en la denominación de Bandol (Château Romassan). En 2004, Domaine Ott se integró en el grupo Louis Roederer, histórica compañía que es hoy una de las escasas maisons de champán que continúan siendo una empresa familiar.
Más allá del verano
Aceptación foránea
Pintan bien las cosas en el mundo de los vinos rosados, fundamentalmente gracias al impulso de bodegas como Domaines Ott, Domaine Chandon en California o Chateau d’Esclans con su exclusivo y caro Garrus. Francia, Estados Unidos y algunos mercados orientales los acogen con gran interés, especialmente en círculos costeros o náuticos. Aunque sigue pesando sobre ellos un estigma estival, las ventas crecen.
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