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Garnacha, la cerveza de terroir con alma de vino de Gredos

Luis Vida, enólogo, periodista y colaborador de Sobremesa, estrena este sábado en Madrid su propia cerveza artesana, elaborada con una proporción de mosto de garnacha de la bodega Las Moradas, de San Martín de Valdeiglesias. Raquel Pardo
Muchos de los que conocen a Luis Vida profesionalmente saben que este formador, enólogo y periodista, colaborador de Sobremesa, lleva toda una vida dedicada al vino, que él mismo calcula en 25 años “en exclusiva”. Sin embargo, este sábado, en el Mercado de Vallehermoso de Madrid, a mediodía, este hombre del vino presentará por primera vez su propio proyecto… cervecero, llamado Garnacha. La cerveza se cruzó en el camino de Luis cuando, interesado en la cocina, vio la posibilidad de elaborar cerveza en su propia casa, precisamente en la cocina de su hogar. Una mente inquieta como la suya no se quedó ahí, la curiosidad por conocer ese complejo (y apasionante) mundo de la cerveza artesana le llevó a seguir creando productos con los que sorprender a sus amigos… Y con esa afición como ingrediente principal, aderezada con su alma de cocinillas, de hombre del vino y su curiosidad periodística, todo bien mezclado, hicieron que Vida montara, junto a Rafael Olmos, también aficionado a la cerveza artesana, un proyecto propio, V.O., apellidos de ambos y un juego de palabras con el término “versión original”: “Si el vino es terroir, origen, la cerveza es tradición cultural y estilo, y hemos querido respetar los estilos cerveceros pero dándoles algún toque original, que las haga únicas, propias”, comenta Vida. Un cambio en el lúpulo, con la levadura, una variación en la elaboración convierte sus cervezas en personales.
La hora Garnacha
Luis y Rafael invitan periódicamente a colegas y amigos para realizar catas de sus cervezas, de modo informal, y fueron ellos mismos los que les animaron a convertirse en cerveceros profesionales, elaborando cervezas artesanas de forma “nómada” (una traducción políticamente correcta, cuenta Luis, del término “gipsy brewer”, que es como se conoce a los elaboradores independientes de cerveza que no tienen una sede oficial, y realizan sus productos a base de colaboraciones o en distintas cerveceras). Una de las que presentaron ante estos amigos catadores en 2015 estaba elaborada con mosto natural de garnacha que se añadía al mosto de cerveza, y ese fue el germen de la que es su primera cerveza con el sello VO: Series de Vendimia. Garnacha (el nombre no puede ser más revelador), una cerveza con alma de vino que tiene una triple fermentación: “primero como cerveza, luego como vino (al añadirle el mosto de garnacha al mosto de cerveza) y una tercera vez, ya en botella, como cava”. Unión simbiótica y armónica entre cerveza y vino, dos "enemigos" condenados a entenderse en estas originales elaboraciones, que invitan a adentrarse en ambos mundos a la vez (y con suerte, ganar bebedores). Claro, para elaborar Garnacha hay que seguir los dictados del ciclo de la vid, y si en 2015, cuando nació la idea, se elaboraron los primeros 20 litros, en 2016 ya hay dos barriles, unas 400 botellas (33 cl.) que verán la luz en las próximas semanas en tiendas especializadas. Series de Vendimia. Garnacha se ha elaborado en colaboración con el cervecero Jesús Medina, propietario de una microcervecería en Noblejas (Toledo). La idea, comenta Vida, es hacer más variedades con mostos distintos, procedentes de otras uvas.
Garnacha es, en opinión de Vida, una cerveza capaz de extraer el terroir, de mostrar en la copa notas silvestres, de hierbas aromáticas, que están presentes en el viñedo de cuyas uvas procede el mosto con el que se elabora. Y, como el vino, “dan paso al terruño”, explica Vida, una vez pasan tiempo en la botella. El terroir nunca estuvo más cerca de la cerveza.
Garnacha, invitada especial en el Mercado de Vallehermoso
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