Escocia cosmopolita

Escapada a Glasgow, ciudad de provocadora fascinación

Viernes, 23 de Junio de 2017

Ciudad de contrastes arquitectónicos, de vibrante vida nocturna, de renovada gastronomía, Glasgow, el patito feo de la bellísima Escocia, se ha convertido en esplendoroso cisne lleno de buenas propuestas. Teresa Álvarez. Imágenes: Arcadio Shelk

Glasgow es una de esas ciudades a las que vuelves y la encuentras cada vez más seductora. La principal urbe escocesa reivindica con orgullo su pasado industrial y lo convierte en principal motor de su vitalidad, su belleza alternativa y su eterna inquietud cultural; un cambio drástico registrado principalmente en el último decenio, hoy palpable en cada rincón, en cada propuesta gourmet, en cada hotel boutique.

 

[Img #12630]Aunque la burguesa Edimburgo se lleva la fama, Glasgow es la principal ciudad de Escocia y se alza con el tercer puesto en recepción de turistas de todo el país. No en vano fue nombrada Ciudad de la Cultura en 1990, ciudad de la Arquitectura y el Diseño en 1999 y Ciudad de la Música por la UNESCO en 2008. 

 

Sinceramente, obviando los muchos y merecidos reconocimientos, lo que convierte Glasgow en un lugar especial no son sus magníficos y señoriales edificios victorianos y eduardianos, ni su zona industrial hoy transformada en lugar perfecto para conocer los secretos cerveceros. Quizá la apabullante belleza arquitectónica de su universidad o la modernidad de su paseo junto al río Clyde, donde se alzan museos y zonas verdes, conquiste desde el inicio, pero la verdadera razón del enamoramiento que cualquier visitante, viajante o viajero experimenta al llegar, viene de la mano de su ambiente. Bulliciosa, joven, transgresora (recuerda a ese ambiente londinense de finales de los 70), amigable, cercana, plural, provocadora.  Su declive de posguerra ha forjado una ciudad diferente, ahora [Img #12636]recuperada y reconvertida por completo con el foco puesto en la música, el diseño y la vanguardia, algo que propicia el ambiente juvenil que se respira gracias las cuatro universidades de la zona. Sin duda Glasgow es una ciudad para vivirla más que para contemplarla. El arte callejero en versión musical, performances o graffiti ocupa cada rincón, conviviendo con grandes parques donde alejarte del barullo. La oferta de museos y galerías que alberga la ciudad con la colección Burrell como estandarte se completa con la huella que  Mackintosh ha dejado en cada rincón, empapando de art nouveau cafés, edificios y facultades. Las arterias comerciales, que giran en torno a las zonas peatonales de Argyll Street, son otro de los atractivos con las principales firmas de lujo bien arropadas por boutiques más alternativas y tiendas inusuales donde comprar esas curiosidades oníricas.

 

Seguramente la gastronomía no sea el principal aliciente turístico de Glasgow pero la hay. Y es buena. Con discretos precios, los barrios acogen propuestas orgánicas, las antiguas industrias abren espacios de impactante diseño con recetas internacionales y propias, los cafés incorporan pequeños delis y algunas calles de West End se convierten en centros gourmet con un restaurante en cada portal.

 

 


 

 

[Img #12632]Cameron House Hotel, romanticismo junto al lago

 

Loch Lomond. West Dunbartonshire.

 

Menos popular que su hermano pequeño Ness, Loch Lomond le iguala o supera en belleza y se encuentra a tan solo media hora de la ciudad. En una de sus interminables riberas hallamos el lujoso resort Cameron House, una enorme casona del siglo XVIII convertida en imponente alojamiento con un valor gourmet de primer orden: el chef con estrella Michelin Martin Wishart ofrece su culinaria para alojados y externos. La oferta gastronómica se completa con un espacio informal en su Marina (The Boat House), una propuesta ligera y sana en el restaurante de su spa y un espacio con las carnes como protagonistas en Cameron Grill.

 

Para la sobremesa, la selección de whiskies de Great Scots Bar. Espectacular.

 

Como añadido, campo de golf, servicio de hidroavión para contemplar el paisaje desde el aire, cenas privadas en sus lodges y una piscina climatizada interior que parece un verdadero parque acuático.

 

 


 

 

 

Agenda

 

Comer bien

 

[Img #12634]Ubiquitous Chip

12 Ashton Ln

 

Mítico local en la zona de Hillhead, una de las más coquetas de la ciudad, un lugar al que hay que ir sí o sí. Fundado en 1971 por Ronnie Clydesdale con la idea de recuperar las recetas caseras escocesas y servirlas en restauración. Platos escoceses de enjundia y algunos internacionales para los más cobardes. Los espacios, diferenciados y todos encantadores, desde su pub hasta la terraza de su azotea.  Menú a unos 20 € y a la carta sobre 45 €.

 

 

A´Challtainn

54 Calton Entry

 

Juego de palabras que por su pronunciación te traslada al gaélico, siendo traducido por algo parecido a "avellana". En pleno corazón de BAaD, un centro de diseño y arte muy cerca del mítico Glasgow Barrowland (sala de conciertos y fiestas todavía hoy en uso) se encuentra este pequeño restaurante abierto al centro y con dos plantas donde escoger platos ligeros de pescados, mariscos o verduras de las costas escocesas. Una opción informal que te permitirá conocer otra cara de la ciudad, eso sí, solo durante el almuerzo. Precio en torno los 35 €.

 

 

Alchemilla

1126 Argyle St

 

Con solo seis meses de vida, este diminuto local se ha convertido en tendencia. Sumergido en la zona gourmet de Argyle Street, permite comer de tapas a precios poco británicos. Informal, divertido, orgánico y con una camarera que habla español. P.M.: 25 €.

 

 

Gannet

1155 Argyle St

 

Basta con cruzar la calle para descubrir otra joya del West End. Copas Riedel, buena lista de vinos, servicio más elegante (aunque desenfadado)…, especial atención a sus terneras escocesas, son pura mantequilla en la boca. P.M.: 50 €.

 

 

Ox and Finch

920 Sauchiehall St

 

Tendrás suerte si encuentras sitio en uno de los locales tendencia de Glasgow. Cocina vista, terneras de primera y postres deliciosos. Algo bullicioso, pero la cocina compensa el jaleo. Imprescindible. P.M.: 50 €.

 

 

Comer y dormir

 

[Img #12639]Hotel du Vin & Bistro

1 Devonshire Gardens

 

Varias casas victorianas se unen para dar vida a este impresionante hotel-boutique en el barrio residencial de West End, muy cerca del centro. Servicio exquisito, habitaciones impresionantes y un bistro, 3AA Rosette íntimo con una oferta –mediodía y noche– de platos basados en productos locales bajo la asesoría del chef Barry Duff. En cuestión de vinos, lo mejor es dejarse llevar por su sumiller Antonio Belzunces. Se pueden solicitar catas de vinos o whiskies y cuenta con salón de té y pequeño patio interior para fumadores.

 

 

Un poco de brewery

 

[Img #12638]Tennents Brewery

161 Duke St.

 

Mítica fábrica de cerveza, con origen en 1550, que abre sus puertas a través de un tour muy bien montado: explicación histórica, visita a todas las instalaciones y cata en su divertido pub con futbolín. Sus líneas de embotellado (1.000 botellas al minuto) y enlatado (2.000 latas por minuto) dejan huella.

 

 

[Img #12633]Drygate

85 Drygate

 

En el polo opuesto pero colindante, se erige esta pequeña fábrica artesanal abierta en 2014. Elaboraciones muy limitadas que puedes contemplar en unas instalaciones abiertas a su restaurante-pub. Pide que te expliquen sus divertidas etiquetas y atrévete a probar la Apple Ale, con el añadido del zumo de manzana.

 

 

Café de artistas

 

Dear Green: un pequeño proyecto para seleccionar los mejores cafés del mundo y tostarlo en las afueras de la ciudad. Búscalo en los mejores locales.

 

 

 

Más información: Visit Britain; People Make Glasgow y Luxury Scotland

 

 

 

 

 

 

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