Bien cocinado
Torreznos, la delicia humilde de la que todos hablan
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Comenzamos con esta sección un recorrido sabroso por algunos platos irrenunciables de nuestro recetario y aquellos lugares donde, ya sea siendo rigurosos con la tradición o añadiendo toques creativos, hay que ir a probarlos sin falta. Teresa Álvarez. Imágenes: Aurora Blanco
Hay lugares que merecen la visita por la magistral manera de elaborar un plato. Sitios sencillos, desconocidos y también lujosos o mediáticos. Buscando esta excusa gourmet nos acercamos hasta Tarancón, en Cuenca. Un punto que dista escasos 100 kilómetros de la capital y que “pilla” muy a mano en el camino hacia la costa levantina. Allí descubrimos Essentia. Un espacio cuidado, algo pretencioso, pero bien decorado y muy amplio. Sorprende. Y mucho. Pero cuando uno se acerca a su barra o se decanta por el elegante comedor descubre que en los fogones y, sobre todo, en el producto hay mucho más que intenciones. Cámara propia de maduración de carnes, cortador de jamón en sala, 35 tipos de queso y, sobre todo, unos inimaginables torreznos de panceta ibérica. Crujen por fuera, son tiernos en su interior, todo lo ligeros que se pueda imaginar. Maduran el producto en cámara con amor, se hornea media hora a 168º de temperatura y se fríe en el mejor aceite de oliva para que el “churruscado” quede perfecto. Una delicia inigualable.
Essentia: Avda. de Adolfo Suárez 20. Tarancón. Cuenca. Tel.: 969 32 23 97. Menú degustación, 55 €.
Con poco tiempo
Para un momento informal, el gastrobar es una buena idea, con tapas como croquetas de morteruelo, el bao con torreznos y, por supuesto, sus cervezas, que gracias al sistema duotank permiten esa presión natural que aligera su textura en boca. En la cocina demuestra su maestría un manchego de 26 años, Antonio Navarro, formado en Las Rejas junto a Manuel de la Osa, y en el Club Allard en la etapa de Guerrero. Ante sus fogones, el reto de dar de comer a más de 80 plazas, salones de eventos y una barra muy activa.
Nos gusta
Su cocina manchega con platos como el morteruelo casero típico de Cuenca elaborado con hígado de cerdo y carnes de caza especiadas o los zarajos de Tarancón, tripas de cordero lechal enrolladas en sarmientos.
Sorprende
Su buen manejo de las carnes y sus asados, con una oferta que va desde la clásica paletilla asada, la pierna rellena de castañuelas de ibérico y el cochinillo, con su careta crujiente o su costillar confitado.
Sus vinos
El restaurante demuestra atención a los vinos de las D.O. La Mancha y Uclés.









