"El fútbol español tiene su propia Denominación de Origen"

Vicente del Bosque

Viernes, 18 de Octubre de 2013

Posiblemente sea el hombre más admirado de España, por sus éxitos deportivos y su talante humano. Entrañable y cercano, Del Bosque compara el fútbol con la cocina y nos habla sin prejuicios de sus gustos culinarios, con maridaje incluido de los vinos de España. Pedro Javier Díaz-Cano

Mediodía en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid), el cuartel general de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Aquí, en la primera planta de un edificio que parece prefabricado, tiene su modesto despacho ‘de trabajo de mesa’ el seleccionador nacional Vicente del Bosque, bajo cuyo mando España conquistó el Mundial de Sudáfrica 2010 y la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012. Hacemos la entrevista antes de los dos últimos y decisivos partidos de clasificación para el Mundial de Brasil 2014, contra Bielorrusia (11 de octubre) en Palma de Mallorca y frente a Georgia (15 de octubre) en Albacete. España lidera su grupo y estos encuentros en casa son asequibles para la victoria, pero el seleccionador –fiel a su estilo– no quiere vender la piel del oso antes de cazarlo… Todo indica que La Roja defenderá su título mundial en Brasil 2014.

 

En Alemania, y más concretamente en el católico estado de Baviera, sostienen que los niños que nacen en domingo ya vienen al mundo bendecidos, es decir, con un plus de suerte para toda la vida. Le pregunto a uno de los hombres más admirados de España si el 23 de diciembre de 1950 –su fecha de nacimiento en Salamanca– era domingo, pero él no lo sabe, lo que me obliga a indagarlo por curiosidad. Resultado: esa víspera de Nochebuena era sábado y “el hombre tranquilo” del fútbol español no nació con un pan debajo del brazo precisamente. Eran tiempos de posguerra y lo que sí recuerda es que su madre se veía obligada a utilizar los escasos ingredientes de los que disponía para alimentar a su familia, lo que daba lugar a platos como las patatas con congrio o costillas, dos de sus comidas preferidas.

 

Sobremesa: A principios de este año fue premiado con el FIFA Balón de Oro como “Mejor Entrenador del Mundo” durante 2012. ¿Un reconocimiento a toda su carrera?
Vicente del Bosque: Realmente, estos son premios asociados a lo que los jugadores hacen en el campo. Todos los que estamos alrededor de ellos salimos beneficiados. Con lo mismo que hubiéramos hecho, con el mismo gesto, con las mismas actitudes, con los mismos comportamientos, en el caso de que no hubiéramos ganado, pues no hubiera sido igual. La victoria en la Eurocopa 2012 nos ha puesto a todos en el escaparate.

 

S.: Hay jugadores como Iker Casillas que son especiales, pues no en vano es el capitán que ha levantado los tres últimos títulos consecutivos. ¿Es como si fuera un ‘ángel de la guarda’ para la meta de la selección? ¿Un talismán para el equipo?
V.d.B.: Hay jugadores especiales –e Iker lo es– porque, entre otras cosas, en los últimos años nos han dado dos títulos de campeones de Europa y un Mundial. Y al mismo tiempo, muchísimos partidos internacionales. Cuando hablo de chicos especiales es porque yo creo que debemos apoyar, en la medida de lo que podamos, a chavales que son buenos deportistas, que han sido magníficos ejemplos, y que llevan muchos partidos en la selección. Estamos obligados a ello. El buen nombre de toda esa gente beneficia al fútbol y favorece a nuestro equipo.

 

S.: ¿Qué le parece que algunos se refieran a usted como un ‘entrenador humanista’?
V.d.B.: No está mal... Es de las definiciones que menos me molestan. Claro que sí. Muchas veces me preguntan: ¿qué prefiere: pasar a la historia como un buen entrenador, o como una buena persona? Prefiero ser una buena persona; tampoco lo soy, pero no voy a estar negándolo permanentemente. Es mejor que piensen de ti que haces cosas buenas en vez de malas. Si acaso hay un defecto, será la maldad, nunca la virtud. Yo intento comportarme bien y saber a quién represento, pero algunas veces no lo consigo; y eso que hago buenos propósitos, porque sé que estamos representando a España y que tengo que hacerlo de la mejor manera posible.

 

S.: Su padre estuvo preso tres años tras la Guerra Civil por ser de izquierdas. ¿En la vida, como en el fútbol, es mejor ser ambidiestro?
V.d.B.: La palabra que mejor lo define es tolerante. Hemos aprendido que no estamos siempre en posesión de la verdad. No hay que ser dogmático en ningún orden de la vida, es mejor intentar comprender a las demás personas.

 

S.: Como futbolista, usted se implicó a favor de los derechos laborales de los jugadores, siendo fundador de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles).
V.d.B.: Sí, yo formé parte de la AFE. Ahora, con el paso del tiempo, es diferente. En los años 1976-77, en plena Transición democrática, había muchas cosas que reivindicar; no era lo mismo que ahora. Pero también era un clima que llevaba a eso, aunque sin ser nada radicales.

 

S.: En estos tiempos de reforma laboral, también se significó y apoyó a los trabajadores despedidos de Telemadrid.
V.d.B.: Bueno, algunos eran amigos y venían por la Ciudad del Fútbol a cubrir la información de la selección. Estaban en una situación incómoda y les dimos apoyo. Pero en cualquier caso, daríamos igual ayuda a aquella persona que tenga un trabajo y lo pierda.

 

S.: ¿Tener un hijo con síndrome de Down (Álvaro, de 23 años) le hace a uno ser mejor persona, más sensible y solidario?
V.d.B.: Es cierto que la sensibilidad no es lo mismo cuando ves los problemas desde lejos que cuando los tienes cerca. Por lo demás, a mi mujer y a mí no nos ha supuesto ningún trastorno en lo personal en ningún sentido. Si acaso, ha significado más cosas positivas que negativas; negativas, prácticamente ninguna. No nos ha alterado para nada nuestra vida.

 

S.: Como buen salmantino, ¿el jamón ibérico de Guijuelo está entre sus alimentos preferidos?
V.d.B.: Por supuesto. El jamón ibérico es muy bueno. Además, es sano. Con un buen jamón, un buen vino y una carne o pescado, no se necesita mucho más para una comida. Hay muchas otras cosas para comer bien, como los guisos o las verduras. Pero si pusiéramos un orden de preferencia, con estos elementos ya estaríamos servidos.

 

S.: Por su exquisito juego, ¿la selección española es jamón ibérico de bellota, ‘pata negra’, futbolísticamente hablando?
V.d.B.: Sí, yo creo que tenemos una denominación de origen española. El futbolista actual es resultado de lo que se ha sembrado a lo largo de estos años: de formación de la gente joven, de preparación de técnicos, de las instalaciones, de salir al extranjero tanto jugadores como entrenadores… Se ha ido formando una denominación de origen de nuestro país, de manera que antes nosotros salíamos al extranjero para ver qué hacían por ahí fuera y ahora vienen aquí a ver qué hacemos. Vuelvo a repetir que sin las victorias en las Eurocopas y en el Mundial no hubiera sido lo mismo. Pero sí es verdad que en España, con la Federación –y tampoco debemos olvidarnos de nosotros–, se han hecho las cosas bien. No hay nada que suceda por casualidad.

 

S.: Se declara defensor a ultranza de los productos de la tierra, reconociendo tener  ‘buen saque’. ¿Le gusta comer?
V.d.B.: Sí, sí, afortunadamente. De momento, para mí es síntoma de buena salud, aunque hay que estar siempre cuidándose.

 

S.: ¿Un seleccionador no deja de ser un chef de cocina en lo suyo? En un símil, usted selecciona los ingredientes (los jugadores), elige la manera de cocinarlos (la táctica), la presentación en el plato (el sistema de juego en el campo)…
V.d.B.: Claro, claro… Cada entrenador tiene que tener una receta para seguir con su equipo. Eso es una cosa como la cocina, que tiene que ir lenta. No hay que tener prisa por cocinar. Las cosas hay que hacerlas con un cierto poso, con cierta tranquilidad, y así los guisos salen mejor… Quiero decir con esto –siguiendo con el símil de la cocina– que no podemos estar haciendo todo a base de si un día juega bien un futbolista, mañana le llevamos a la selección; y si otro día está mal, ya no le llevamos… Debemos de tener un cierto poso. Me imagino que los buenos cocineros son los que dedican mucho tiempo a la cocina y tienen esa tranquilidad para cocinar. En un restaurante, incluso la mayonesa sale mejor si se hace de forma tranquila que cuando quien la prepara se encuentra alterado.

 

S.: Cocina casera, cocina tradicional o alta cocina de vanguardia. ¿Por cuál se decanta más?
V.d.B.: Por la cocina tradicional española.

 

S.: Uno de sus platos preferidos es la chanfaina de su tierra charra. ¿En qué consiste?
V.d.B.: Sí, es un guiso de Salamanca, pues no creo que exista en otro lado. Se trata de un guiso de arroz con callos y manitas de cerdo, incluida la sangre, y condimentado con mucha pimienta. La verdad es que está muy sabroso. La chanfaina la ofrecen en Salamanca en muchas cafeterías y bares, en algunos incluso lo ponen como aperitivo.

 

S.: Entre sus muchos premios, también fue distinguido como “Embajador del Vino” en la Feria Nacional del Vino (Fenavin). ¿Se permite tomar una copa de vino en las comidas de las concentraciones a los futbolistas que lo prefieran?
V.d.B.: Eso es cosa de los médicos, pero no he visto a nadie que le prohíban tomarse una copa de vino en la comida. Nosotros, además, no prohibimos nada; ni nuestro médico prohíbe nada, salvo algún producto que no es bueno para los jugadores, como el exceso de mantequilla. Además, los propios jugadores se han convertido en profesionales que poseen una adecuada formación en cuanto a la comida, y saben lo que mejor les sienta y más les ayuda a rendir. Al fin y al cabo, la alimentación es muy importante para su trabajo.

 

S.: ¿Los vinos de Castilla y León son sus preferidos, por aquello de tirarle su tierra?
V.d.B.: Sí, desde luego. Ahora, por ejemplo, en la denominación de Toro (Zamora) también están haciendo muy buen vino. No me considero un especialista en la materia. Suelo tomarme una copa en las comidas. En cambio no soy bebedor de ningún tipo de alcohol destilado, y sí de alguna cerveza. En cuanto a los vinos, me gustan los Riberas del Duero, aunque tampoco en esto soy dogmático. Creo que en España se hacen vinos buenos en muchas regiones, como La Rioja, Jumilla o Somontano.

 

S.: ¿Algún plato que le haya gustado de forma especial últimamente?
V.d.B.: La zarzuela de rape y marisco de la Marisquería Godoy, en el Muelle Uno de Málaga, realmente exquisita. Además, como originalidad, al final con lo que sobra te ponen un par de huevos fritos para completar la jugada...

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