Con el vino en la sangre
Pablo San José Recio, presidente del CRDO Tierra de León
Etiquetada en...

La Denominación de Origen leonesa está a punto de suprimir ese “tierra” para quedarse en un rotundo “León”, con el que sus vinos de prieto picudo puedan hacerse un hueco en la selva del mercado vinícola. Luisa Denis
Dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos y por ese motivo Pablo San José, enólogo formado en Comercio, nuevo presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Tierra de León, elegido por unanimidad y con poco más de un año en el cargo, tiene muy claro que el desarrollo empresarial debe seguir esa ruta, sugiriendo cautela en los tiempos convulsos, advirtiendo las oportunidades en los momentos propicios y reclamando imaginación a los emprendedores para adaptarse a los cambios sucesivos de los mercados. Dedicado durante la mayor parte de su trayectoria profesional a la misma compañía vitivinícola, Vinos de León (Vile), de la que ha sido director gerente hasta la fecha y por cuya labor constante fue reconocido en 2010 como hombre de empresa del año por la Federación Leonesa de Empresarios, manifiesta con orgullo que su vida, tanto en lo personal como en lo laboral, está firmemente enraizada en la tierra leonesa y en sus tradiciones, sintiéndose, en cualquier caso, un ciudadano del mundo. No por nada, desempeña también labores como responsable de negocio exterior en la Cámara de Comercio de León, de la que es vocal.
Tras un rostro que inspira confianza y serenidad, Pablo San José ha tenido la satisfacción de presentar recientemente los informes de consumo de la agencia norteamericana Nielsen en los que la joven denominación de origen figura por primera vez desde su nacimiento en 2007 y en cuyas tablas de cuota de mercado el consejo regulador leonés ocupa un segundo puesto en la Comunidad de Castilla y León en rosados y blancos, así como un cuarto lugar en tintos, en lo que significa una segunda posición absoluta en la autonomía, señalando el propio San José que “nuestros vinos van teniendo un peso específico, y un reconocimiento”.
Dentro de su mandato ha defendido la variedad prieto picudo y alienta a la audiencia a tomar vinos que la utilicen en su elaboración, definiéndola como una uva noble, a la par que expone que se trata de un foco de riqueza para la región. Cara al futuro del mercado del vino, ante las dificultades comerciales que ha vivido en los últimos años, Pablo San José opina que “España tiene hoy un desafío muy grande debido a sus excedentes vinícolas, que deben ser vendidos ya sea en el mercado nacional o en el internacional”, a la vez que recuerda con nostalgia la época en la que se sobrepasaban en el país los 70 litros de consumo por persona y año, haciendo notar que los adultos más jóvenes “prácticamente no toman vino”.