Viaje a la capital de Alemania

Pasear por Berlín 25 años después de la caída del muro

Martes, 07 de Octubre de 2014

Etiquetada en...

Se cumple un cuarto de siglo de la histórica caída, que propició la reunificación de Alemania, y Berlín se ha transformado en una de las ciudades más vanguardistas de Europa, posicionándose como epicentro cultural del continente. Pedro Javier Díaz Cano

El próximo 7 de noviembre, Berlín se verá de nuevo dividida por un muro, aunque en su moderna versión 2.0. En esta ocasión, cambiará los bloques de hormigón por 8.000 globos rellenos de helio y luz blanca, y los guardias y militares, por turistas ‘armados’ con cámaras de fotos. Los globos se mantendrán a lo largo del antiguo trazado del Muro durante 72 horas. Y el 9 de noviembre, justo el mismo día y a la misma hora, ya nocturna, en que en 1989 se anunció en una legendaria conferencia de prensa la libertad para viajar de los ciudadanos de la antigua Alemania Oriental, todos los globos se soltarán y se elevarán al cielo iluminándolo de blanco, el color de la paz y la concordia. Este será el acto central que celebrará los 25 años de la caída del Muro.

 

Los visitantes tienen muchas opciones para experimentar esta histórica efeméride y lo que significó para la ciudad. Estas incluyen un paseo guiado por GPS en el antiguo trazado o excursiones en bicicleta sin guía, la East Side Gallery a lo largo de 1,3 kilómetros, las ex torres de vigilancia, el Museo RDA, el Museo del Muro junto al famoso Checkpoint Charlie (paso fronterizo entre el sector soviético de Berlín Este y el sector americano), o un recorrido en Trabant, el coche icónico de la antigua Alemania Oriental.

 

Un cuarto de siglo después el presente es otro: arquitectura futurista, modernidad por doquier, crisol de vanguardias culturales, laboratorio de ideas, punto de encuentro de artistas internacionales para respirar su ambiente de libertad a la búsqueda de inspiración… Por eso no extraña que se la compare con el Nueva York de los años ochenta como faro vigía de las últimas tendencias en moda, arte, diseño o música, hasta el punto de que los buscadores de tendencias la consideran la metrópolis del tercer milenio. “Una ciudad sexy”, como en su día la calificó su alcalde para expresar su gran atractivo, que sin duda despierta pasiones.

 

[Img #5549]La transmutación resulta realmente increíble si tenemos en cuenta que hasta hace solamente 25 años el Muro rodeó Berlín Oeste a lo largo de 161 km, desde que fuera levantado en la noche del 13 de agosto de 1961. Fueron 28 años en los que un dispositivo integrado por torres de vigilancia, alambres de espino y perros policías acechaba para que ningún ciudadano del Berlín Este se pasara al ‘bando’ occidental. Esta transformación queda totalmente plasmada al admirar el nuevo icono de Berlín, el edificio del Reichstag (Parlamento alemán) con su futurista cúpula de cristal, obra del arquitecto británico Sir Norman Foster, desde cuya azotea se disfruta de una espectacular panorámica de 360º de la ciudad. Por cierto, se recomienda reservar hora de visita para asegurarse la entrada sin colas a la puerta. Merece la pena.

 

No obstante, la visión moderna del Berlín del siglo XXI da que pensar al contemplar tan cerca del Reichstag el Memorial Berlin Ebertstrasse, que recuerda a las víctimas que murieron intentando cruzar el río Spree para escapar de la RDA, trepando el Muro y saltando al escalofriante río, repleto de botes y controles desde torres de vigilancia. Se calcula que así perecieron 239 personas entre 1961 y 1989. A este respecto, una de las visitas recomendables para conocer todo lo que conllevó die Mauer (el Muro, en alemán) es precisamente el Museo del Muro, cuyo aspecto más curioso quizá sea la exposición de todos los medios ideados para “superar el obstáculo”, incluidos ultraligeros, globos aerostáticos y hasta un submarino…

 

Potsdamer Platz: el nuevo Berlín futurista

 

El paradigma del nuevo Berlín es el impresionante conjunto arquitectónico de Potsdamer Platz, levantado en unos terrenos que quedaron separados por el Muro. En la década de 1990, la fiebre constructiva de la reunificación abarrotó la plaza de grúas para poner en pie las obras y proyectos de los mejores arquitectos del mundo, como Renzo Piano (artífice del complejo de DaimlerChrysler), Richard Rodgers, Arata Isozaki o el español Rafael Moneo. Además de los rascacielos de la propia plaza, otro nuevo emblema de Berlín lo constituye el conjunto de innovadores edificios que conforman el Sony Center, agrupados alrededor de un foro. La cúpula de cristal que cubre el espacio público interior, apoyada sobre vigas de acero, parece flotar sobre el conjunto.
Por su parte, el barrio de Kreuzberg es propicio para saborear las dos especialidades de comida rápida preferidas por los berlineses de a pie en los típicos Imbiss (puestos callejeros). Una de ellas es la Currywurst, una salchicha cortada en rodajas, bañada en ketchup y con curry por encima, todo un manjar culinario si tenemos en cuenta las colas que se forman para degustarlas en Curry 36 (Mehringdamm 36), en la parte occidental de Kreuzberg. Por el contrario, la zona oriental del barrio, conocida por ser el centro neurálgico de la comunidad turca en Berlín (el “pequeño Estambul”), es el reino del Döoner Kebab, la ya internacional pita rellena de carne de cordero a tiras aliñada con salsa de yogur y ajo.

 

[Img #5548]Además de coloristas mercados y restaurantes étnicos como Hasir (Adalbertstrase 12), especializado en delicias turcas, es en el Kreuzberg oriental donde se localizan dos de los puntos cruciales que recuerdan la historia reciente de la ciudad: el Checkpoint Charlie y la East Side Gallery. El primero es un símbolo de la Guerra Fría y el más famoso de los pasos fronterizos entre el Berlín oriental y el occidental, un lugar en el que los tanques americanos y rusos enfrentaron sus cañones en 1961, poniendo al mundo al borde de una Tercera Guerra Mundial. A modo de recuerdo, en plena calle Friedrichstrasse se conserva una réplica de la garita original del ejército americano y del famoso rótulo que advierte en varios idiomas: “Está saliendo del sector americano”.
La segunda es la galería de arte al aire libre más grande del mundo, ya que se trata del tramo del Muro más largo (1,3 km en la Mühlenstrasse, paralela al curso del Spree) y mejor conservado, en el que más de 100 artistas de 21 países han pintado murales y graffitis que ya forman parte de la historia. Los dos más significativos son el titulado Test the Best (Prueba lo mejor), de Birgit Kinder, que muestra un coche Trabant atravesando el muro, y el conocido como The Mortal Kiss (El Beso Mortal), de Dimitrij Vrubel, con el famoso beso en la boca entre Leonid Brezhnev y Erich Honecker, los mandatarios de la U.R.S.S. y de la RDA en la época del Muro.

 

De la Puerta de Brandeburgo a la Isla de los Museos

 

Fue otro dignatario, en este caso el ex presidente norteamericano Ronald Reagan, quien pronunció la histórica frase “¡Señor Gorbachev, derribe ese muro!”. Ocurrió en junio de 1987 durante un discurso pronunciado frente a la Puerta de Brandeburgo. Dos años y cinco meses después el Muro por fin cayó y la célebre puerta, durante mucho tiempo símbolo de la división, se convirtió en el estandarte de la reunificación alemana. Ahora son muchas estatuas humanas con uniforme militar de la época las que se congregan aquí como reclamo para que los turistas se hagan la foto de rigor ante esta antigua puerta de entrada a Berlín. Muy cerca de esta joya de arquitectura neoclásica, coronada por su imponente cuadriga de bronce con la diosa de la Victoria a las riendas, se halla el estremecedor Memorial del Holocausto, formado por 2.711 bloques de hormigón alineados dejando estrechos pasillos para transmitir la sensación de confinamiento.

 

El parque del Tiergarten es un buen lugar para beberse una jarra de cerveza y reponer fuerzas en sus kneipen (tabernas) o en la terraza del Café Am Neuen See a orillas del lago, una de las más populares de Berlín cuando acompaña el buen tiempo. Sólo así podremos recuperarnos para afrontar dos de las visitas culturales inexcusables: el Museo de Pérgamo por sus tesoros de Persia, la puerta azul brillante de Ishtar y su célebre Altar, y el Neues Museum para rendir pleitesía al no menos famoso busto de Nefertiti. Ambos museos se hallan en la isla del río Spree, conocida como la “Isla de los Museos” por integrar cinco museos de historia y arte, lo que le valió ser declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999.

 

La amalgama de creadores venidos ex profeso de todo el mundo o la oferta de “lo último de lo último” en cuanto a propuestas de ocio, hacen de Berlín una ciudad única. Y es que 25 años después de la caída del Muro, Berlín se ha convertido en una metrópolis de referencia de las vanguardias artísticas desbancando a París y a Londres, y ya puede hablarse de ella como la nueva capital cultural de Europa por excelencia.

 
   
 

El ‘Gastro-Rallye’, tours para gourmets

 


Aunque sea conocida por su típica salchicha al curry, que cuenta hasta con su propio museo (Currywurst Museum), Berlín es también un destino gastronómico, como lo prueba el original circuito turístico denominado Gastro-Rallye, que ofrece seis tours gourmet diferentes. Su promotor es Henrik Tidefjärd, un joven sueco que habla perfectamente castellano al haber vivido antes en Barcelona. Sus simpáticos guías informan no solo sobre el panorama culinario de la ciudad, sino también sobre el modo de vida típico berlinés, como la costumbre de tomar el brunch los domingos fundiendo desayuno y almuerzo, una buena excusa para reunirse con los amigos en los muchos restaurantes y cafés que lo ofrecen.

 

El “rallye” recorre algunos de los restaurantes más modernos de Berlín, degustando un plato en cada parada. Los precios varían dependiendo de la categoría de los restaurantes que se visiten y del número de personas que formen el grupo. Es imprescindible reservar con antelación.
Gastro-Rallye. Tel.: +49 (0) 30 91 68 55 90.
 [Img #5550]

Agenda

 

Cómo llegar

 

Lufthansa, Iberia y Air Berlin ofrecen vuelos diarios desde Madrid.

 

Dónde dormir

 

Maritim proArte Hotel Berlin. Friedrichstrasse, 151. Tel.: +49 (0) 30 20335. Situado en pleno centro, muy cercano a la espléndida avenida Unter den Linden, con sus elegantes tiendas, restaurantes de moda y puntos de interés cultural.

 

Hotel Adlon Kempinski. Unter den Linden, 77. Tel.: +49 (0) 30 22611111. . Con vistas a la Puerta de Brandeburgo, el hotel más lujoso de Berlín fue en su origen en 1907 el Grand Hotel. En 2005 fue elegido como el mejor hotel de Europa por The Leading Hotels of the World.

 

NHow Berlin. Stralauer Allee, 3. Friedrichshain. Tel.: +49 (0) 30 2902990. Se asoma al canal del Spree y tiene la particularidad de ser el primer hotel musical de Europa, contando con dos estudios de grabación.

 

Dónde comer

 

Borchardt. Französische Strasse, 47 (Gendarmenmarkt). Tel.: +49 (0) 30 8188 6249. Punto de encuentro para políticos, actores, intelectuales y otras personalidades, que acuden a degustar algunas especialidades berlinesas como las anguilas o el codillo de jabalí.

 

Fischers Fritz. Charlottenstrasse, 49. (Charlottenburg). Tel.: +49 (0) 30 20336363. . Premiado con dos estrellas Michelín, entre los platos del chef Christian Lohse destacan los mariscos y los pescados, especialmente el bacalao.

 

Restauration 1900. Kollwitzplatz/Esquina Husemannstraße, 1 (Prenzlauer Berg). Tel.: +49 (0) 30 4422494. Restaurante de estilo modernista con cocina tradicional alemana.

 

Diekmann im Weinhaus Huth. Alte Potsdamer Straße, 5 (Potsdamer Platz). Tel.: +49 (0) 30 25297524. Pertenece a una cadena de varios restaurantes de alta cocina.

 

Torre de Televisión. Panoramastrasse 1ª (Alexanderplatz). Tel.: +49 (0) 30 2423333. . Se puede comer en su restaurante giratorio al tiempo que se contemplan las mejores panorámicas de la ciudad con vistas de 360º.

 

Más información: Turismo de Alemania y Visit Berlín

 
 

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.