Novedades y vinos clásicos
Cata de los vinos de Marqués de Murrieta
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La gama de Murrieta está compuesta por su Reserva, el blanco Capellanía, el moderno Dalmau y el tinto gran reserva Castillo Ygay. Pero en nuestra visita a la bodega probamos vinos en primicia, así como un increíble Castillo Ygay 1980. Amaya Cervera
Marqués de Murrieta Reserva 2008
Tinto. Cereza borde anaranjado. Especias dulces, cereza en licor, maderas cremosas, limpio. Boca sabroso y con fuerza frutal, maderas cremosas. Cuerpo medio, tanino pulido; sugerente y fácil de beber.
Capellanía Reserva 2009
Blanco. Presenta un color amarillo intenso. En nariz da recuerdos ahumados y notas cítricas, resultando un vino muy limpio y refinado. Tiene una boca potente, sólida, con estructura y carácter ahumado. Muy entero aún y con mucho potencial de desarrollo.
Marqués de Murrieta Reserva 2009
Tinto. Se empieza a comercializar a final de año. Cereza granate. Más concentración frutal (ciruela roja y negra) que 2008, tostados finos. También más estructura y centro de boca, agradables sensaciones amargas en final que dan seriedad. Jugoso y con madera discreta.
Marqués de Murrieta Reserva 2010
Tinto. De color cereza intenso borde granate. En nariz recuerda ecos de ciruela madura, notas especiadas (regaliz, vainillas), balsámicos que aportan mucha frescura. Fruta madura, redondo, con opulencia, taninos bien envueltos, buen juego de equilibrios, persistente. En conjunto es un producto bastante impresionante.
Dalmau Reserva 2009
Tinto. Picota violáceo. Intenso, frutal, profundo, madera algo presente, pero con gran potencial (balsámico, chocolate negro). Boca maduro, mentolado, especiado (pimienta), con elegancia y menos estructura de lo que el factor “modernidad” haría pensar.
Castillo Ygay Gran Reserva Especial 2005
Tinto. Cereza rubí. Fruta bien sazonada (arándano, cereza), especiado, carne roja, notas balsámicas (bosque mediterráneo), piel de naranja. Es un vino con mucha definición y complejidad, y una muy interesante evolución en copa. Intenso, elegante, jugoso, con maravillosa textura y persistencia. Un gran Ygay.
Dalmau Reserva 2011
Tinto. Negro apicotado. Mucha concentración, elegantes balsámicos, maderas bastante presentes (chocolate). Boca con cuerpo medio, fresco, jugoso, con chispa, balsámico, buena acidez, tanino pulido, tiene que limar algo la barrica, pero ofrece un enorme potencial.
Castillo Ygay Gran Reserva Mágnum 1980
Tinto. Añada escasa que se embotelló hace unos 10 años. Rubí borde anaranjado. Muy serio en nariz (higo seco, membrillo), especias dulces (canela), cuero fino, muy entero, cero oxidación, desván, fino. Evoluciona a balsámicos y chocolate blanco. Boca sedoso, muy puro, con viva acidez, jugoso, largo final con notas de frambuesa. Grande; excelente botella.