Mayte Lapresta

Sensibilizarme

Domingo, 01 de Septiembre de 2013

Mayte Lapresta

Hay campañas virales que sin duda tienen garantizado el éxito. Detrás supongo que habrá mucha investigación de mercado, pero lo que seguro que tienen es una grandísima dosis de intuición y sensibilidad. Entre las muchas que nos llegan de amigos, conocidos y desconocidos con los que conectamos a través del infinito web, Acción contra el Hambre siempre me sorprende y emociona. La última llamada de atención de esta ONG es Que lo recuerden (compréndelo con sus vídeos en www.quelorecuerden.org). De nuevo basa sus mensajes en la honestidad del ser humano, demostrable en el comportamiento infantil y que se deforma con cada paso o día de nuestra vida sobre el planeta. Esta campaña nos recuerda cómo éramos y en qué nos hemos convertido: se lo recuerda a Obama, a Merkel, al mundo. Yo he querido ser periodista siempre. Ya no puedo recordar en qué momento me entró esa inquietante manía de desear hacer cosas grandes, importantes, justas, que pudiesen influir en la gente, que cambiasen el curso de la historia. Pensaba que la escritura era un arma más fuerte que un puño. Tenía una idea muy clara sobre el bien y el mal. Una imagen que hoy se encuentra desdibujada tras el paso del tiempo y que, sin hacerme inmune al sufrimiento ajeno, me resguarda con una coraza dura y fría que pocas veces consigo romper. Obviamente mi misión en el mundo se ha quedado muy lejos de la que intuía de niña, pero en la historia cercana de cada uno de nosotros siempre hay un hueco para retomar esos ideales, esa honestidad con gestos tan fáciles como evitar el desperdicio de comida o algo tan cercano como comprar dos kilos de garbanzos, uno para mí y otro para un banco de alimentos.

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