Poco ruido y muchas nueces

Termina un año raro. Un 2013 de bastantes sinsabores, una palabra muy gastro que expresa a la perfección lo que quiero decir. Parece que ha sido un periodo de transición, de tránsito hacia algo nuevo que no se perfila con claridad. Un año de temores, de recelos, de poco ruido para no llamar la atención. Pero si escarbo en ese sentimiento encuentro sensaciones gloriosas como el disfrute de la creatividad a buen precio en Streetxo, el merecido reconocimiento a los Roca, las sorpresas de los vinos mediterráneos en cata. Recuerdo la llegada de los premios que la revista tanto necesitaba. Hay alegría 2013 por todas partes.

Massimo, nuestro editor, pedaleó a lo largo del Ródano hacia Marsella disfrutando del esfuerzo y del vino. Natalia, diseñadora, hizo un corto con su hija Alba y recibió 20 premios. Diana, de publicidad, encontró un montón de productos nuevos para su hija Olivia que es celiaca, y su compañera Usue redescubrió el verdadero sabor del tomate con unos que cultiva su hermano. Beatriz se compró su primera casa y Diana afirma que este año le ha enseñado que la crisis nos hace mejores compañeros y nos une más. Juanma, redactor jefe, fue conquistado por vinos como Reserva Real 2009, Alión 2009 y El Nido 2010. Ana, la coordinadora, ha incluido en sus recuerdos el olor a mar y el sabor del pescado fresco de sus vacaciones en Madeira. Álvaro, fotógrafo, ha sentido el valor de la amistad alrededor de un vino fresco en una tasca de su pueblo y el olor de los besos de sus niños. Saúl, redactor, publicó su primera novela y probó el hákarl islandés (solo él sabe qué será ;-). Raquel, nuestra redactora web, se ha pateado un Londres foodie y vinícola. Antonio, fotógrafo, decidió organizar las miles de fotos que llenaban cajas y archivos, disfrutando del valor de su trabajo. Belén, nuestra directora de arte, se ha lanzado al show-cooking casero con amigos y familia, propiciado por la poca distancia entre la cocina y el comedor. Y Jorge, diseñador, ha encontrado buenos restaurantes antes imposibles ahora a precios asequibles, los dos ultimos casos ventajas directas de la crisis.

Y así, sin pena pero con el saco lleno siempre de buenos recuerdos, el equipo que forma Sobremesa despide al año, no sin antes desearles a ustedes un feliz colofón final.