Mayte Lapresta

Bullisensation

Jueves, 01 de Mayo de 2014

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Mayte Lapresta

Habla rápido porque su cabeza sin duda va a mayor velocidad de lo que su capacidad oral le permite. Por eso se atropella a sí mismo y une las palabras dejándolas en ocasiones inconclusas. Te mira siempre a los ojos, te hace cientos de preguntas para las que solo él tiene respuesta, que tan solo recapacitando después encuentras el sentido de su interrogatorio. Obsesivo, su proceso creativo supera los limites de lo soportable. Intenso, ilimitado, no puede estarse quieto. Duerme pocas horas. Trabaja de manera incansable, agotando a su numeroso equipo, que le sigue y le venera. Ferran no es de este mundo. Tras el cierre de elBulli ha dado un vuelco intencionado a su vida, a su misión. Porque él tiene claro que está aquí para hacer algo que cambie la historia, para dejar un valioso legado. No podía quedarse en cala Montjoi y ver como todo se apagaba con el paso del tiempo. Y así nacen proyectos como la Bullipedia, que pretende organizar pasado, presente y futuro del universo culinario y alimenticio. En su taller del Raval las primeras figuras de su equipo de cocina investigan, recortan, pegan, organizan, traducen, consultan. Parece una locura. Es difícil encontrar un sentido que por el contrario Adrià tiene diametralmente claro. Descodifican para codificar. Miles de diagramas incomprensibles. Nos muestra el diseño de lo que será elBulli 1846 (el número de platos que se crearon en elBulli), un museo que este mes empieza sus obras. Se entusiasma hablando del Bullipedia Lab, un laboratorio que ya ha abierto sus puertas el pasado mes de marzo. Xatruch y Castro, sus hombres de confianza, han cambiado las cazuelas por las bases de datos. Harvard, la Universidad de Barcelona y Telefónica depositan en él su confianza y su dinero. Busca un idioma universal para la cocina pero no se si los humanos están preparados para entender a los dioses. Y así, en la vertiginosa pasión ilimitada de este catalán, nos quedamos los humildes boquiabiertos teniendo claro –unos más y otros menos– que Ferran es mucho Ferran.

 

Así es el chef que yo conozco, así le veo, pero sin duda, una revista debe reflejar una diversidad de criterios y enfoques, recogiendo con orgullo el excelente trabajo de mi compañero Saúl Cepeda en nuestro artículo de portada. Sin duda, los genios siempre suscitan una enorme controversia. Así debe ser.

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