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Basilea
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Fronteriza con Alemania y Francia y dulcemente bañada por el Rin, esta localidad helvética es una ciudad rica, culta, llena de vida y pintoresca, con alicientes gastronómicos de alta categoría. Teresa Álvarez
Con escasos 200.000 habitantes, Basilea es una de las localidades más visitadas de la bella Suiza. El bienestar económico se respira en cada rincón gracias a su posición privilegiada en el mundo de la industria químico-farmacéutica, una condición que no supone en ningún caso un deterioro medioambiental ni estético de la urbe, sino que ha enriquecido su patrimonio y embellecido sus calles para convertir a este lugar a orillas del Rin en un espacio inolvidable.
Como todas las ciudades suizas, Basilea debe ser recorrida paseando, en especial cuando las temperaturas todavía son suaves en esa eterna primavera que separa un invierno de otro. La ribera del río es su centro neurálgico y palpitante, perfecta para un largo recorrido en bici o andando en el que no faltarán constantes paradas para contemplar, desde un lado u otro, la belleza de sus vistas, con un entramado de edificios históricos y pintorescas callejuelas, fundiendo con armonía el siglo XV con el XXI.
Hora del café
Algunos cafés se sitúan estratégicamente en los inicios del puente Mittlere, como Spillmann con espectaculares terrazas sobre el Rin. Muy cerca, el impresionante hotel histórico Les Trois Rois (Blumenrain, 8.) posee uno de los valores gastronómicos de la ciudad, Cheval Blanc, donde Peter Knogl, con dos estrellas Michelin en su haber, elabora una cocina innovadora basada en las tradicionales recetas suizas. Un lugar maravilloso de hermosas vistas, cuidado servicio y gran nivel culinario. El agua no solo está presente en su gran río sino en cada callejuela. En Basilea hay 180 fuentes potables que sorprenden en cualquier rincón o recóndita plazuela, tanto aportando frescor en verano como mágicas estalactitas de hielo en invierno. Alejándonos del casco histórico, Basilea se convierte en una exposición permanente de arquitectura y diseño, con edificios sorprendentes como el BPI (Banco de Pagos Internacionales) de Mario Botta, el Vitra Campus con edificios de Gehry y Zaha Hadid o la sede de Novartis con obras de Gehry o Sanaa.
¡A comer!
En el terreno gastronómico, la ciudad ofrece una buena oferta de calidad, con algunos restaurantes galardonados y chefs de renombre. Imprescindible conocer Stucki, con Tanja Grandits en los fogones, eso sí, a precios suizos (unos 150 euros por persona). Sus numerosos museos acogen, en todos los casos, pequeños restaurantes con menús ligeros y asequibles, una buena opción para un tentempié rápido. Muchas de las históricas casas de gremios hoy se han convertido en bistrots, por lo que comer se convierte en una visita cultural añadida. La plaza del Mercado acoge pequeños puestos callejeros, panaderías artesanas y venta de productos biológicos. Los desayunos del domingo tienen que hacerse en Schällenursli o en la Kunsthalle, ambos espléndidos, y para probar lafondue (plato montañés de invierno) de queso, carne en aceite o caldo (estilo chino, consumido en Navidad), un buen lugar es Baracca Zermatt. Como buen país centroeuropeo, la repostería es exquisita, con dulces tradicionales como el Läckerli, elaborado por primera vez en la casa Läckerli Huus, donde pueden adquirirse en todas sus variantes incluso con una edición especial en homenaje a Picasso con reproducción de los dos cuadros que Basilea posee del artista.
Toma nota
Magníficamente comunicada con su aeropuerto de triple nacionalidad(Euroairport) y conectada con todos los puntos de Suiza por una buena red ferroviaria.
De los cuatro idiomas oficiales del país,Basilea habla alemán.
Las tiendas cierran puntualmente a las 17.30 horas, excepto sábados que están hasta las 17 h y domingos que no abren.
Comer bien, dormir mejor
Ackermannshof
St. Johanns-Vorstadt, 21
Tel.: +41 61 2615022
Restaurante novedoso (abierto en 2011) con ciertos aires de modernidad,influencia francesa y con presencia de platos vegetarianos y productos biológicos. Situado en un edificio industrial y liderado por el chef Dominic Lambelet. P.M.: 40€.
Löwenzorn
Gemsberg, 2
Tel.:+41 61 2614213
Buenas carnes en esta tradicionalbrasserie situada en un edificio del siglo XVI, con salones privados y una gran terraza exterior. Lo mejor, sus costillas. Cocina típica suiza. P.M.: 45€.
Schlüsselzunft
Freie Strasse, 25
Tel.: +41 61 2612046
Una cocina digna a precios comedidos. Tradicional pero con buen ambiente. Disponen de menús degustación de cinco y ocho platos. No olvides pedir su tabla de quesos suizos, algo recomendable en casi todos los restaurantes de la ciudad. P.M.: 45€.
Der teufelhof
Leonhardsgraben, 47
Tel.: +41 61 2611010
Divertido y juvenil, este hotel de 33 habitaciones en pleno centro histórico es una verdadera galería de arte. Además, ofrece dos posibilidades gastronómicas distintas: en su Atelier puedes picar algún plato sencillo y en el restaurante Bel Etage disfrutarás de una cocina más elaborada. P.M. Bel Etage: 40€.
Les Trois Rois
Blumenrain, 8
Tel.: +41 61 2605050
El histórico hotel Les Trois Rois (uno de los más antiguos de Europa) es sin duda el hotel por excelencia de Basilea con huéspedes ilustres como los Rolling Stones, la Reina Isabel de Inglaterra o Pablo Picasso. Espectaculares habitaciones, vistas inolvidables y la visita obligada a su restaurante Cheval Blanc donde el chef Peter Knogl ofrece un menú degustación a una relación calidad precio excelente (195 Coronas). El servicio del sumiller Christoph Lolemoor es la mejor forma de acertar con un gran vino de su larga y selecta carta. P.M.: desde 360€
Momentos dulces
Las confiterías y cafeterías de Basilea son espléndidas. Dos buenas recomendaciones para comprar chocolates o tomar algo allí son Confiserie Bachmann y Schiesser Confiserie AG que data de 1870. Hay que probar sus Truffes de lux y sus bolsas de caramelos tradicionales.
Para adquirir las famosas Läckerli, galletas elaboradas con almendra, miel y especias, el mejor lugar es Läckerli Huus.
Cerveza local
En Unser Bier se va a tomar cerveza pero también a ver cómo se elabora.Abren solo jueves y viernes de 17 a 23 horas. Ambiente desenfadado con platos sencillos para acompañar una blond(rubia), una amber (tostada) o unaschwarzbier (negra).
Debes saber…
Al alojarte en la ciudad recibes gratuitamente un pase Mobility para usar su transporte público durante toda la estancia.
No olvides utilizar sus cuatro ferries para cruzar el Rin, impulsados por la corriente y un cable. Una experiencia especial que cuesta 1,60 francos suizos.
Información turística
My Switzerland: atención al público: 00 800 100 200 30 (llamada gratuita y atendida en castellano).
Vuelos regulares con SWISS