El Tesoro de Liguria
Génova
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La capital de la región de Liguria cuenta con el principal puerto de Italia y es una de las primeras ciudades comerciales del país. Tiene un elevado nivel gastronómico, habiendo exportado al mundo el pesto, la salsa genovesa por excelencia. Pedro Javier Díaz-Cano
Génova, con sus más de 700.000 moradores, sigue siendo hoy la primera ciudad transalpina por la riqueza de sus cajas de ahorro. Una curiosidad a reseñar es que la ciudad tuvo el monopolio del tinte conocido como blu di Genova, que daría lugar a que el célebre señor Levi Strauss lo utilizase para sus primeros pantalones vaqueros; de ahí la denominación blue jean, que deriva de la francesa bleu de Gênes, es decir, “azul de Génova”.
La capital de Liguria alcanzó su momento de mayor esplendor en el S. XVI cuando era conocida como La Suprema. Por aquel entonces, se decía que “el oro nace en América, muere en España y es enterrado en Génova”, debido a las acaudaladas familias banqueras que financiaban a la Corona española para sufragar “el imperio donde nunca se ponía el sol”. La Via Garibaldi es el orgullo de la ciudad y su calle más emblemática: una recta peatonal de tan solo 250 metros flanqueada por una docena de palacios, siendo única en el mundo por su concepto urbanístico. Sus tres palacios históricos más suntuosos –Palazzo Tursi, Palazzo Rosso y Palazzo Bianco–, junto a otros como el Palazzo Spinola, conforman un auténtico “kilómetro de oro” del arte, debido a las pinturas de grandes maestros que albergan.
![[Img #8140]](upload/img/periodico/img_8140.jpg) Los soportales de Sottoripa, con el colorido de sus tiendas y el característico olor de sus freidurías, hacen honor a la descripción de “pórticos de mil pasos en los que se puede comprar todo tipo de mercancías”, como dijo en 1432 Silvio Piccolomini, quien más tarde sería el Papa Pío II. Un aroma inconfundible es el del pesto, la salsa de color verde que ha ejercido de embajadora de Génova en todo el mundo y cuyo ingrediente principal es la albahaca, a la que se añade ajo, sal, piñones, queso y aceite de oliva virgen extra, que es de una excelente calidad en Liguria. Esta salsa acompaña a algunos platos de pasta como los ñoquis, y a otros como la trenetta, el tradicional spaghetto ligur.
Los soportales de Sottoripa, con el colorido de sus tiendas y el característico olor de sus freidurías, hacen honor a la descripción de “pórticos de mil pasos en los que se puede comprar todo tipo de mercancías”, como dijo en 1432 Silvio Piccolomini, quien más tarde sería el Papa Pío II. Un aroma inconfundible es el del pesto, la salsa de color verde que ha ejercido de embajadora de Génova en todo el mundo y cuyo ingrediente principal es la albahaca, a la que se añade ajo, sal, piñones, queso y aceite de oliva virgen extra, que es de una excelente calidad en Liguria. Esta salsa acompaña a algunos platos de pasta como los ñoquis, y a otros como la trenetta, el tradicional spaghetto ligur.
El secreto de la cocina genovesa son sus condimentos, pues la generosa naturaleza de la región de Liguria proporciona todo tipo de plantas aromáticas. La mencionada albahaca, el romero, la salvia, el tomillo y la mejorana son las más utilizadas para sazonar y aromatizar los platos, elevándolos a la categoría de manjares.
Al caer la noche, el casco antiguo ejerce de imán para los jóvenes genoveses de los barrios residenciales, que acuden a las viejas cantinas de toda la vida. Aunque el pescado y el marisco son obligados en este puerto de mar, conviene no hacer ascos a otras especialidades más populares como la focaccia, una hogaza caliente recién horneada. La tradicional es más común en Génova y su vecina Savona, en la Riviera de Levante. En poniente, por la influencia de Niza, es más típica la farinata, una variante elaborada con harina de garbanzos.
Una buena manera de relajarse tras una intensa jornada de visitas es, sin duda, dejarse caer por alguno de los restaurantes del Puerto Antiguo, que los genoveses califican como “el más bello del mundo”. Además del inmenso Acuario, su construcción más espectacular es Il Bigo, una grúa con varios brazos (uno de ellos un ascensor panorámico) que emula a una carabela. En las terrazas que dan al mar, podemos extasiarnos ante la belleza de una parsimoniosa puesta de sol que acaricia el anfiteatro natural de la bahía, bañándola de una variedad de ocres, anaranjados y, finalmente, púrpuras. Otro motivo para que, al igual que antaño, Génova siga hoy cosechando las calificaciones sensoriales más superlativas.
| AgendaPara no perderseEn el Palazzo Tursi, actual sede del Ayuntamiento, se conservan cartas autógrafas de Cristóbal Colón y un violín de Nicolò Paganini. Para conocer el casco antiguo más grande de Europa, lo mejor es adentrarse en el laberinto de los caruggi (callejones), su seña más medieval. En la Caffetteria Orefici (Via degli Orefici 25, en el casco antiguo) se pueden saborear los cafés más golososde la ciudad. Para comer bien
 
 
 
 Citas gourmet
 Dónde dormir
 Información turística: Turismo de Génova y Agencia Nacional de Turismo de Italia 
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![[Img #8142]](upload/img/periodico/img_8142.jpg)
![[Img #8143]](upload/img/periodico/img_8143.jpg) En La Tavola del Dodge (Piazza Giacomo Matteotti, 80) hay una buena muestra de productos locales como los trenette, las tortas secas y los quesos picantes. Desde 1780 la confitería
En La Tavola del Dodge (Piazza Giacomo Matteotti, 80) hay una buena muestra de productos locales como los trenette, las tortas secas y los quesos picantes. Desde 1780 la confitería ![[Img #8141]](upload/img/periodico/img_8141.jpg)
 
 
                        
                        