Vino de finca

Cata vertical de Ca’marcanda, el bolgheri de Angelo Gaja

Martes, 16 de Diciembre de 2014

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La última adquisición de Gaja es esta finca en Castagneto Cardacci, DOC Bolgheri, separada de la costa mediterránea por apenas cinco kilómetros. La primera añada es 2000, cuando las 120 ha de viñedo de 1997 dieron sus primeros frutos.

Luis Vida

La finca posee un suelo aluvial de “tierra blanca”: arcillas y arenisca ricas en caliza y con abundantes piedras y gravas. La dirección técnica está a cargo de Guido Rivella, que ha elaborado los barbarescos de la casa desde 1970. Un 50% de merlot, 40% de cabernet sauvignon y 10% de cabernet franc, más una estancia de unos 16 meses en “botte” (tinos de roble) dan forma a un vino muy italiano, de carácter mediterráneo toscano y sensibilidad piamontesa, con un centro de tanino muy fino y fresca acidez sin fisuras.

 

2010

Expresa la finura de la finca y la gran clase y potencial de la añada. Joven pero ya accesible y jugoso, se revela maduro, fluido, muy esbelto y aromático. Tanino tierno y con relieve, aromas de violeta y comino, con carácter boscoso de hojarasca y trufa y un cierre de brea a la italiana. Se puede beber con placer pero mejor guardar cinco años mínimo.

 

2009

Sorprendente desarrollo en copa a lo largo de la cata. Al principio, algo esquivo y vegetal. Después, bien estructurado, prometedor, denso en fruta roja, con taninos firmes de buena factura, bien arropados por la acidez y los largos recuerdos del terruño de musgo y tierra mojada. De guarda.

 

2005

Entra directo, redondo, envolvente y poderosamente especiado –curry, clavo, nuez moscada– con paladar fresco, un recorrido lento que va a más, taninos aún de guarda y un bouquet elegante y desarrollado de hierbas de monte –tomillo– tabaco y cuero sobre fondos frutales de frambuesa y cereza.

 

2003

Combina el nervio ácido con el carácter confitado: es todo un bombón, con buen peso de fruta, un toque de licor y mucha confitería envuelta en hierbas y especias exóticas que revelan la sorpresa de una boca delicada y viva, amplia y elegante, muy larga, con taninos aún algo crudos.

 

2000

La añada inaugural muestra un poderío sorprendente para la juventud de la viña. Es un trabajo enológico de primera en su momento ideal y revela el secreto de un gran terruño con una punta de mineralidad, fino ahumado y tabaco fresco. Boca opulenta, amable, muy fina, con relieve, fruta negra y un pequeño atisbo vegetal que la hace más interesante.

 

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