Espíritu de reinvención

Lieja

Miércoles, 01 de Mayo de 2013

Etiquetada en...

Gracias a su singular emplazamiento en el centro de Europa esta capital belga, quinta en orden de importancia de su país, aspira a convertirse en un apetecible destino para el ocio gastronómico y el turismo interactivo. Álvaro López del Moral

Reinventarse o morir. Apenas acaba de ingresar en el tercer milenio cuando Lieja, también apodada “Ciudad de fuego” por los incendios que ha superado a lo largo de su historia, se ve obligada a interpretar nuevamente las claves de su pasado. Empeñada en dejar atrás su condición industrial, esta capital milenaria reivindica ahora la riqueza de un acervo gastronómico cimentado sobre las bases de su emplazamiento en el corazón de Europa, a caballo entre Alemania, los Países Bajos, Francia y la propia Bélgica. En virtud del mismo, productos como los quesos, el jamón de Ardennes, las excelentes cervezas o la ginebra pèkèt se han convertido en estrellas de un activo programa promocional que su oficina de turismo no ha dudado en extender hasta ferias como el mercado La Batte. Con la proximidad por bandera, este inmenso bazar, el más grande y antiguo del país, despliega sus coloridos puestos cada domingo entre las calles que jalonan la orilla izquierda delrío Mosa, al son de las voces de vendedores pregonando sus productos en francés y en el dialecto valón. Verduras, legumbres y dulces de todo tipo (con especial atención a los chocolates) son algunos de los artículos cuyo surtido pone de manifiesto el empeño con que los elaboradores pretenden demostrar al mundo que la cocina liejense se nutre de algo más que de albóndigas con patatas o de los tradicionales gofres.

 

Pero el futuro se escribe con el sabor del pasado. Por eso, Lieja mira hacia adelante sin dejar de contemplarse en el reflejo glorioso de barrios como Hors-Château-Feronstrèe, donde se encuentran algunos de los emplazamientos más representativos de la urbe. Es el caso de la Plaza del Mercado, poblada por animadas terrazas, o de la de Saint-Lambert, sede del Palacio de los Príncipes Obispos (actual Palacio de Justicia), en la cual se encontraba la antigua catedral, que fue demolida en tiempos de la revolución. Actualmente, ha sido reemplazada por la Cathédrale Saint-Paul, una colegiata de estilo gótico ubicada en el antiguo barrio de Îlle, trepidante distrito comercial cuya pulsión marca el verdadero latido de esta ciudad. Entre dicha zona y la Plaza de la République Française se extiende el Carré, un área peatonal con numerosos cafés, locales y restaurantes, que se ha hecho famosa por servir como escenario a principios de cada mes de diciembre para no pocas fiestas estudiantiles –conviene recordar que Lieja es una población universitaria– donde los litros de cerveza consumidos suelen contarse por miles.

 

También tienen mucho color local la zona del puerto, con algunos restaurantes ideales para degustar recetas clásicas, como el fricassée(revuelto de tocino y salchicha) o los riñones de ternera cocinados con ginebra y enebro; y el barrio de Outremeuse, que mantiene un espíritu de pueblo, cálido y acogedor. Patria chica del escritor George Simenon, hasta aquí puede llegarse cruzando el Pont des Arches y en él encontramos arterias pintorescas de la talla del Boulevard de la Constitution –en el cual se instala el rastro de Saint Pholien los viernes por la mañana– o la Rue Roture, donde abre sus puertas el Museo Tchantchès, consagrado a un peculiar muñeco en cuya esencia se resume el carácter del típico habitante de Lieja, según aseguran los vecinos: testarudo, rebelde y un poco borrachín. Conste que no lo decimos nosotros.

 

Para terminar, hay que citar dos ejemplos de la arquitectura que está determinando la nueva fisonomía de la ciudad y a los cuales bien merece la pena realizar sendas visitas: la Ópera Real de Valonia y la espectacular estación ferroviaria de Guillemins, obra del español Santiago Calatrava.

 

Para no perderse

 

Con la Liège City Pass (24 o 48 horas) se consiguen entradas reducidas en los principales museos y lugares de interés. De venta en la Oficina de Turismo.

 

Una forma diferente de conocer Lieja es paseando en barco por el Mosa o haciendo un tour en bicicleta.

 

Los amantes de las gangas encontrarán lo que busquen en el rastrillo que tiene lugar todos los sábados de 8 a 13h en el Boulevard Kleyer e Hillier.

 

Para comer bien

 

Le bistrot D’en Face
Rue de La Goffe 8
Tel.: 32 (0) 4 2231584
Tradicional bristrot francés donde el equipo comandado por Thierry Marée ofrece excelentes pescados, carnes y foies en una carta sin concesiones a la modernidad. Excepcional carta de vinos galos. Eso sí, solo abre a partir de los jueves. P.M.: 65€.

 

Les coulisses
Rue Hamal 12
Tel.: 32 (0) 4 2222664
Combinando las funciones derestaurante, club y coctelería, este local parece especialmente pensado para quienes pretendan practicar el arte de ver y dejarse ver. Dispone de una carta reducida y sin pretensiones. P.M.: 42€.

 

Le Labo 4
Quai Van Beneden 22 
Tel.: 32 (0) 4 3442404
Moderno local situado en el antiguo laboratorio de bioquímica de la universidad liejense. Aquí las mesas están entre los bancos originales, todavía con los fregaderos y los quemadores bunsen, y el pèkèt se sirve en tubos de ensayo. Cuenta con un huerto propio y la cocina se fundamenta en productos autóctonos. P.M.: 66€.

 

The Kitchen
Bd de la Sauvenière 137
Tel.: 32 (0) 4 2502074 
A caballo entre el restaurante de fusión y la tienda de menaje, este singular establecimiento, que también hace las veces de bar, lunch y salón para eventos, alardea de una peculiar carta donde, curiosamente, los productos españoles ocupan un puesto de honor, junto a platos de pasta, ensaladas y buenos pescados. P.M.: 52€.

 

As Ouhes
Place du Marché 21
Tel.: 32 (0) 4 2233228
Acogedora y clásica brasserie muy frecuentada por los vecinos de la zona, que pertenece a la misma cadena que Robertissimo y La main à lâpâte. Galardonada con la distinción La petite feté, está especializada en cocina de proximidad, con platos como la Salchicha rellena de legumbres de temporada, los Espárragos verdes de Provenza o la Tortilla de queso fresco gratinado con miel. Nada de experimentos, pero todo muy cuidado. P.M.: 42€.

 

Le Bruit qui Court
Bd de la savenière, 142
Tel.: 32 (0) 4 2321818 
Cómodo y divertido, aunque bastante ruidoso, ofrece una amplia selección en ensaladas y pastas. Su público está formado mayoritariamente por universitarios con ganas de pasarlo bien. P.M.: 36€.

 

Dónde dormir

 

Hotel Hors Château
Rue Hors Château, 62
Tel.: 32 (0) 4 2506068
Peculiar establecimiento situado en un antiguo palacete de la calle que marcaba el límite extramuros de la ciudad. Totalmente rehabilitado, cuenta con nueve habitaciones confortables y con mucho encanto. En su planta inferior se encuentra el restaurante y bar de tapas español Pica pica, de los mismos propietarios. A partir de: 78€.

 

Información turística: Bélgica Turismo y @belgicaturismo

 

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.