Gastronomía en la capital tirolesa
Innsbruck
Etiquetada en...

En el valle del río Inn, la capital del Tirol recibe al año nuevo desplegando una belleza salvaje que incluye a sus famosos cafés, sus pastelerías y una oferta gastronómica donde se alternan la cocina tradicional y la de última generación. Gerardo Santos
Cada año la Navidad llega a Innsbruck para competir con los múltiples encantos de la ciudad. Antes de que comience la temporada de esquí, cuando el senderismo empieza a decaer y el verde transmuta a blanco, las luces iluminan cada rincón de la ciudad y los mercadillos llenan sus calles de buen humor, música, artesanía y ricas tazas de Glühwein, vino caliente con canela, azúcar, clavo y naranja. Desde Maria-Theresien-Strasse hasta el río los puestos alternan adornos navideños con cocina sencilla tradicional del Tirol: strudel de mil sabores, brezel con cerveza (un pfiff es nuestra caña), gröstel para una cena rápida (carne de res guisada con cebolla y patatas fritas), schnaps (orujos) de mil colores. El tejadillo de oro, con sus 2.657 tejas de cobre doradas al fuego, brilla todavía más, congregando en su plaza a turistas y ciudadanos que realizan un afterwork al estilo más tradicional. Cada día a las cinco de la tarde suenan las trompetas desde el balcón y en ese momento la noche inunda las calles, pero el frío no amedrenta a los animados transeúntes. En los cinco mercadillos navideños de la ciudad la vida gastronómica es intensa, siempre con la taza de café o vino calentando las manos. Esta especial atención al arte de comer no solo se vive en estas fechas. Innsbruck es una ciudad volcada en la elaboración de dulces, alojando uno de los tres famosos Café Sacher del país y ofreciendo más de 20 variedades de Strudel en su famoso Strudel Café. En la nación de Riedel también hay vinos para llenar sus magníficas copas. Aunque a un precio elevado, los vinos austriacos (especialmente los blancos) tienen una calidad considerable. Puedes probarlos enCulinarium, donde también elaboran el tradicional Punch de naranja, con coñac y té negro.
Paseos gastronómicos de mañana y tarde
Ciudad tres veces olímpica, Innsbruck combina la posibilidad de una excursión alpina con amplias actividades cosmopolitas, culturales y elegantes. Con sus 135.000 habitantes, un simple paseo por sus calles te lleva del castillo de Ambras con sus jardines imperiales al Palacio Imperial, o te invita a subir a Tirol Panorama, donde se expone una obra de cien metros cuadrados de finales del siglo XIX además de gozar de espectaculares vistas sobre la urbe. Los desayunos más impresionantes se pueden realizar desde el salto de esquí Bergisel, diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, autora también de la estación de tren cremallera que lleva a las cumbres. A partir de las 10 de la mañana brinda un buen brunch por 20 euros. Otra opción romántica es subir a las cumbres y desayunar en la terraza panorámica de SeegrubeAlpenlounge, que también ofrece la opción de cenar todos los viernes contemplando las luces lejanas de la ciudad.
Para la tarde, los cafés toman el relevo. Hace más de tres siglos que Austria rinde homenaje a esta bebida y la elabora con todo el ritual que es necesario. Entre los cafés más comunes está el café largo, el cortado, el café negro y el café con espuma de leche. La importante influencia italiana en todo lo culinario hace que elaboren también excelentesCappuccino y LatteMacciato. El café más antiguo de la ciudad es el Café Munding, que ofrece más de 60 diferentes especialidades de café. En pequeñas plazas escondidas se hallan dos de los establecimientos más coquetos de la ciudad, el Café imArkadenhof y el Café imHof des PalaisTrapp, llegando al casco medieval.
Para no perderse
Agua mineral… de grifo. El agua de Innsbruck es de manantial, que baja recorriendo la montaña durante 20 años y llega a los hogares a 4,5ºC.
En Austria todavía existen lugares para fumadores. Busca el distintivo en las puertas de cada restaurante o local.
La mejor forma de llegar es volar a Munich y allí contratar un transfer, que llega a Innsbruck en menos de dos horas.
AGENDA
Para comer bien
Pavillon
Rennweg, 4
Tel.: 43 (0) 512 257 000
Junto a la estación del tren cremallera y frente al Teatro Nacional, uno de los más destacados restaurantes de cocina moderna de la ciudad. El pasado año el joven chef Manuel Hanser se hizo cargo de la cocina con mucho éxito. P.M.: 35€.
Ottoburg
Herzog-Friedrich-Strasse, 1
Tel.: 43 (0) 512 584 338
Situado en el edificio más antiguo de la ciudad, antes integrado en la muralla y con magníficas vistas al tejadito de oro y al río, este restaurante acogedor y tradicionalreproduce con fidelidad las recetas tirolesas más interesantes. Para los más conservadores. P.M.: 35€.
Lichtblick
Maria-Theresienstrasse, 18
Tel.: 43 (0) 512 566 550
Situado en la séptima planta de la torre de la galería comercial Rathausgalerien, lo que le permite ofrecer las mejores vistas de la ciudad. En los fogones, el chef Alexander Hundegger, que ofrece una cocina que fusiona Austria con oriente y occidente. Junto al restaurante, un bar de copas, 360º, magnífico para la sobremesa. P.M.: 50€.
Sitzwohl
Stadtforum
Tel.: 43 (0) 512 562 888
Magnífico restaurante guiado por dos cocineras jóvenes, Elisabeth Geisler e Irmgard Sitzwohl. Disponen de menús degustación que permiten al comensal descubrir la fuerza de sus platos, con selecta crema de curry, sopa de salchicha de sangre, pescados de río y buena selección de quesos. P.M.: 70€.
Tiendas deli
The Drinks Company
Bahnhofstrasse, 47
Miles de colores para llamar la atención sobre los magníficos orujos tradicionales del Tirol.
Zimt&Zucker
Gumppstrasse, 41
Para llevarte la famosa teja de oro (goldschindel) hecha con pan de miel y mermelada.
Tiroler Speckeria
Hofgasse, 3
Embutidos de primera línea y su famosojamón ahumado.
S´Speckladele
La tienda más pequeña de la ciudad. En menos de 4 m2 cientos de productos dechacinería.
Dónde dormir
Gran Hotel Europa
SüdtirolerPlatz, 2
Tel.: 43 (0) 512 593 1
Situado muy cerca del centro, este cinco estrellas clásico ofrece un magnífico y cálido servicio. Especial mención a surestaurante Europa Stüberl, con una cocina tirolesa tradicional con un toque de nueva creación bajo la tutela del chef Roland Geisberger.
Goldener Adler
Herzog-Friedrich-Strasse, 6
Tel.: 43 (0) 512 571 111
Hotel histórico situado en pleno centro. El edificio data de 1494, magníficamente conservado y restaurado. Las habitaciones llevan el nombre de huéspedes ilustres.
Información turística: www.innsbruck.info/es y office@innsbruck.info.