El placer exclusivo

Pazo do Faramello

Viernes, 01 de Febrero de 2013

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“El pazo donde nunca hiela, su belleza me congeló el alma”. Así describe la poetisa Rosalía de Castro el impactante atractivo de uno de los pazos históricos más importantes de Galicia. Claudia Navarro

Pazo do Faramello está enclavado en pleno camino de Santiago, a menos de diez kilómetros de la ciudad y data de principios del siglo XVIII. Se trata de uno de los pocos pazos de origen industrial, con una antigua fábrica de papel (1712) como uno de los elementos arquitectónicos de valor dentro de la finca. A este, se unen su molino de agua, su capilla abovedada y sus jardines decimonónicos, además del propio pazo y de la tradicional bodega, hoy en desuso para la elaboración pero acondicionada para eventos y exposiciones de arte. La finca acoge así mismo el paso del río, con cascadas naturales, lagos y puentes, que aportan el constante murmullo del agua al espacio. Frutales, magnolios señeros, acebos bicentenarios son cobijo perfecto para especies animales como el búho, el martín pescador o la nutria.

 

Este paraje bucólico y lleno de magia y el patrimonio histórico de la finca brindan desde hace solo un año la oportunidad de disfrutarlos de manera exclusiva a través de propuestas cerradas para grupos reducidos, eventos, celebraciones o presentaciones, dotándolas de una autenticidad muy especial. Para Gonzalo Ribera de Aguilar, propietario e impulsor de la apertura y rehabilitación del histórico pazo, el aspecto gastronómico y vinícola es prioritario en la oferta que el lugar ha diseñado. En los grandes eventos Gonzalo se decanta por el servicio impecable de dos caterings prestigiosos de la zona, el liderado por el chef Siro del restaurante Calderón de Santiago y el catering Almirez, cuya cocina se basa en producto gallego de primera, elaboración sencilla y presentación impecable. El pazo organiza de manera personalizada cada reunión, cóctel, almuerzo o presentación, con acuerdos con otros grandes de la zona como el Hotel Hesperia Finisterre y el cocinero Marcelo Tejedor o con talentos nuevos como el joven chef Fabián Mouzo. Para impulsar el aspecto público del pazo, Gonzalo organizacatas de vinos de la zona, maridajes con productos gallegos de primer orden, exposiciones de arte o paquetes de alojamiento y cena o almuerzo, organizando la pernocta en una bella casa rural cercana. El próximo reto es la construcción en las antiguas caballerizas de un amplio salón de eventos y exposiciones absolutamente integrado en el entorno.

 

“Hay muchos pazos: el Faramello es único”, afirmó Emilia Pardo Bazán. Compartimos su opinión.

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