Los lectores, primero

Sobremesa quiere despertar nuevas pasiones. Se nos nota en la cara, lavada y pintada por nuestros diseñadores, que han puesto pinceladas de modernidad a la vez que han dado brochazos de recursos que faciliten la lectura, diviertan, llamen su atención y les hagan disfrutar. Pero también cambiamos el fondo, con sensatez, gracias al conocimiento que creemos tener del lector tras más de 30 años caminando juntos. Más contenidos, más variedad, aportando ideas y sugerencias livianas pero también mostrándonos trascendentes, reflexionando y analizando en profundidad. Acogemos nuevas firmas, más experiencias internacionales. Damos el espacio que merecen a nuestros fotógrafos para demostrar que aquí no se copia y pega la información ni se acude a gráfica cedida. En Sobremesa probamos los platos, nos metemos en la cocina, salimos al amanecer con los pescadores, nos colamos en la trastienda, enfrentamos al bodeguero a sus vinos. O catamos a ciegas, siempre a la misma hora, siempre el mismo equipo, siempre en silencio para que la rigurosidad se refleje en las valoraciones. No nos callamos ni lo que está bien, ni lo que está mal. Porque usted merece saber la verdad. Porque cuesta demasiado un menú degustación para equivocarse o un gran vino para que acabe en el fregadero y arruine esa cena especial. Porque es el deber de un medio de información cumplir con esa misión de revelar, investigar y contar. Un lujo que parece olvidarse en esa lucha con uñas y dientes por la supervivencia, donde lo importante se confunde con lo necesario y desvirtúa la labor periodística. 

Y todo ese trabajo inhumanamente humano se traduce en el papel, también elegido con mimo y mejorado para gustarles más, impregnado con orden de letras e imágenes que, aunque parezca mentira, son el reflejo del alma de todos nosotros. Un alma que siempre anhela darles placer. Feliz y abundante 2015, amigos.