Beronia Verdejo
González Byass entra en Rueda con un vino y futura bodega
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El grupo bodeguero realiza su primera incursión vinícola en Castilla y León con un nuevo vino de verdejo de la marca Beronia, proyecto de bodega propia y una inversión que estiman en cinco millones de euros y 80.000 botellas. Raquel Pardo
“A González Byass le hacía falta venir a Castilla y León”, afirma el vicepresidente del grupo, Pedro Rebuelta, que el pasado miércoles presentó oficialmente en Valladolid su nuevo proyecto vinícola, Beronia Verdejo. La casa inaugura su entrada en la región desembarcando en la Denominación de Origen Rueda “de forma racional”, según comenta el enólogo de Beronia en Rioja, Matías Calleja, refiriéndose a este primer vino. Se trata de una entrada pausada y pensada, según la compañía, y “para quedarse” en la región, partiendo de este primer vino, fruto de un viñedo escogido a conciencia y elaborado en una bodega externa, pues aún no cuentan con propiedades en la zona: pero el proyecto está en marcha e incluye, a falta de los últimos papeleos, la compra de un terreno de 75 hectáreas y la construcción de bodega propia cara a finales de 2016 o ya en 2017, y con una inversión, estima Rebuelta, que rondará los cinco millones de euros.
Rueda creciente
Las razones que han llevado al grupo a lanzar un nuevo vino y escoger Rueda como parte de su expansión nacional (están presentes en Jerez, Vino de la Tierra de Cádiz, Somontano, Cava, Rioja y Vino de la Tierra de Castilla) son, explica la Brand manager de vinos de González Byass, Marina García, que Rueda es la denominación de origen que más está creciendo en cuota de mercado nacional, según informes de Nielsen que maneja la compañía. Ese es también el argumento que esgrimen para llamar a este nuevo verdejo Beronia, uniendo así, en palabras de González, “las dos variedades que más crecen” en el mercado y evitando crear más caos en este con más marcas que se sumen a las que ya existen: “Beronia tiene 40 años de experiencia y el consumidor confía en ella”. Matías Calleja confirma además que “hemos aprovechado todo el trabajo y esfuerzos de algo que ya habíamos conseguido en Rioja y trabajado con la misma filosofía”.
Esa filosofía es, para el grupo, partir de cero, desde el principio, haciendo un vino suyo y no comprado y etiquetado con su marca. Se trata de un verdejo perfilado por Calleja y la enóloga vallisoletana Beatriz Paniagua, que elabora los vinos del grupo en Tierra de Castilla, Finca Constancia, pero cuya pasión son los vinos blancos. Calleja explica que este primer vino se ha elaborado partiendo de un viñedo alquilado a un kilómetro de Rueda, de 25 hectáreas de extensión, de suelo cascajoso (propio de la región) y con unos 15 años de edad, llamado “Pago El Carro de Santa María”, elegido a conciencia tras una intensa búsqueda que ha sido, comenta el enólogo, “el trabajo más duro”. Paniagua comenta además que han buscado reflejar en el vino “lo que sentimos cuando pisamos la finca”, buscando frescura, por un lado, y complejidad por el otro. Para lograrlo, explica, han partido de dos elaboraciones que después se han mezclado, una temprana, buscando la frescura, y una algo más tardía, pensando en la complejidad. El resultado es un vino con una nariz muy típica de la región, notas herbáceas, de hinojo y frutas de hueso, y con una boca intensa, cremosa y glicérica, sin perder frescura. La primera añada ya está en el mercado a un precio de 6,90 euros, pero el grupo confirma que su objetivo será elaborar 80.000 botellas una vez comiencen a plantar en el terreno cuya compra están ultimando estos días.





