País Vasco
Escapada a Vitoria, el inédito rincón green y gastro
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Cuando uno piensa en hacer una escapada de fin de semana o pocos días, debería hacer hueco para pasarse por esta ciudad, capital alavesa, donde degustar platos ricos en tamaño mini y maxi y tomarse unos chiquitos del mejor rioja. Redacción Sobremesa
Vitoria, la gran desconocida del turismo de interior y para muchos analistas expertos la ciudad con mejor calidad de vida de nuestro país, ha emergido en los últimos tiempos como urbe ecológica y gastronómica gracias a premios como los de Capital Verde Europea 2012 y Capital de la Gastronomía Española 2014, distinciones muy diferentes, pero que han servido, al menos, para dar a conocer los numerosos atractivos con que cuenta.
Pese a pertenecer a una tierra tan eminente en lo culinario como es el País Vasco, su capital ha tardado demasiado en ser reconocida. Pero el momento ha llegado al conjugarse no solo esos galardones, sino otros hechos definitivos, como por ejemplo, la coincidencia en su universo hostelero de algunos de los más pujantes creadores de la llamada cocina en miniatura de vanguardia; su apabullante repertorio ha arrasado en todos los campeonatos con la consiguiente proyección mediática y, sobre todo, social, derivada en la ruta del pintxo de categoría que ha cambiado radicalmente la forma de comer. Lo otro, el aspecto green, lo comprobará el viajero en su urbanismo armonioso, sus soberbios paseos y un equilibrio envidiable entre la historia y el respeto ecológico.
Guía Alternativa
Al no contar con un chef o restaurante estelar de proyección nacional o internacional ni tener reconocido un plato emblemático, ganchos ambos que atraen al viajero, Vitoria juega con otras cartas para ganar unas cuantas partidas en las cosas del comer y del beber. No hay que olvidar que la Rioja Alavesa, espectacular paisaje de viñedos en la provincia, es cuna de algunos de los mejores vinos del mundo y un destino que enorgullece a los vitorianos. Lo de los pintxos y su ruta capitalina es algo ineludible si se quieren catar algunos realmente geniales y conocer a sus autores. Sitios como Perretxiko (San Antonio, 3) de Josean Merino o el Sagartoki (Prado, 18) de Senén González, son direcciones de culto para los amantes de estos bocados en miniatura. En otro orden y estilo es obligada la visita al casco antiguo, la llamada “Almendra” medieval, donde entre una amalgama de locales de todo pelo, pero con mucho ambiente, destaca El Portalón (Correría, 151), un restaurante que data del siglo XV como casa de postas y es, sencillamente impresionante en lo arquitectónico y que cuenta con una excelente cocina vasca tradicional. Y como estamos en Euskadi, apunten estos asadores para saber lo que es bueno: Orio (Felicia Olave, 3) y Don Producto (Avda. de Zabalgana, 1).
Comer
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