Las recetas de prima la materia: espinacas
Helado de espinacas con chocolate blanco, nata y frutos secos

La cocinera María Rosa García Manso, que acaba de estrenar en Madrid delegación de su Ars Vivendi, se decanta por un helado de espinacas donde esta verdura comparte protagonismo con el chocolate blanco y la nata María Rosa García Manso
Ingredientes
300 ml leche
- 200 ml nata
- 4 yemas
- 2 huevos
- 220 gr de chocolate blanco
- 300 gr de espinacas
- Sal
- 1 cucharada de café de bicarbonato
Utensilios
- Colador
- Robot de cocina
- Procesador de alimentos (termomix, vaso americano…)
- Termómetro de cocina
- Sorbetera o, en su defecto, congelador
Elaboración
Las espinacas
Para blanquear las espinacas se pone una olla con agua y una pizca de sal al fuego. Cuando rompa a hervir se añade una cucharada de bicarbonato y las espinacas al agua empujándolas bajo la superficie con un cucharón de modo que no se oxiden, dejándolas cocer a fuego medio durante un minuto.
Transcurrido el tiempo se escurren y se pasan a un bol con hielo y agua fría. Una vez frías se escurren, esta vez muy bien y se reservan.
La crema inglesa
La nata y la leche se llevan a hervor.
Se montan las yemas y los huevos en un robot de cocina hasta que se forme una crema densa y blanca y se haya doblado su tamaño.
Se añade el líquido hirviendo a la crema de huevos, se bate brevemente para que los ingredientes se mezclen bien y se vuelve a pasar la mezcla a la olla que pondremos a fuego medio para subir la temperatura a 85º C, midiéndolo con un termómetro y removiendo continuamente (este último paso es el más crítico puesto que si la crema sobrepasa los 85º el huevo se cuajará y la crema quedará inservible).
El helado
Se pone la crema en el vaso de un procesador de alimentos se añaden las espinacas escurridas y se tritura hasta que las espinacas estén integradas. En este momento se añade el chocolate blanco troceado a la mezcla, se deja atemperar unos instantes y se vuelve a accionar el triturado hasta que el chocolate este triturado e integrado.
Se cuela la crema a través de un colador fino al contenedor de la sorbetera y se procede a procesar el helado.
Si no contamos con una sorbetera colamos la mezcla a un bol de metal que se introduce en el congelador y cada media hora ha de removerse bien para evitar que se formen cristales de hielo. Este paso durará hasta que el resultado sea una crema brillante y densa que no se caiga de la cuchara.
El helado se puede acompañar con frutos secos, chips de chocolate, galletas o barquillos o con lo que la imaginación nos sorprenda.