Champagne de terruño
Roederer Brut Nature 2006, la última obra de arte de Starck
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El diseñador Philippe Starck ha colaborado con la casa de champagne para crear el primer producto de la casa en los últimos 40 años, un vino basado en la pinot noir biodinámica de Cumières y con un toque “vigneron”. Raquel Pardo
Desde el lanzamiento del Cristal Rosé en 1976, la casa Roederer, una de las grandes “maisons” familiares que quedan en Champagne, no había dado muestras de querer aumentar su gama, encabezada por el mítico Cristal, el champagne de los zares rusos en botella transparente. Han tenido que pasar casi 40 años y encontrarse con el visionario creador Philippe Starck para que Roederer dé un paso adelante y se atreva con un nuevo producto que, además, rompe bastante con su línea habitual, aunque no se aparta del sello Roederer, la elegancia: la casa acaba de lanzar Roederer Brut Nature 2006, un champagne de añada con un estilo mucho más moderno y donde la pinot noir, que se encuentra en una proporción de ⅔ del ensamblaje final, es la protagonista. Las uvas proceden de un viñedo biodinámico (Roederer es el mayor propietario de viñedo biodinámico de la Champagne) de la región de Cumières, con orientación sur, y la cuvée se completa con un tercio de chardonnay. Además, no se ha realizado fermentación maloláctica en los vinos y tampoco se ha añadido licor de dosaje, por lo que se trata de la versión más seca del champagne. El resultado es un vino intenso, de conversación, con mucho carácter vinoso y frutal de la pinot noir, vertical, profundo, con mucha fuerza y expresividad, cuya acidez hace augurarle además una larga (e interesante) vida por delante.
¿Pero qué tiene que ver en esto Philippe Starck?
El francés es, también, el creador de este champagne, junto con el director de la bodega, Frédéric Rouzaud, y el chef de cave, Jean- Baptiste Lécaillon. Sí, el diseñador afirma que, pese a que otras casas de champagne le habían llamado para colaborar, “rechacé todas sus ofertas, ya que consideraba una mentira vender una botella con la marca Starck sin que haya Starck en su interior”. Se negó a diseñar exclusivamente la botella y “soñó” un champagne desnudo y que expresara muy directamente el terreno, sin maquillaje y, claro, sin adición de azúcar. Starck se confiesa bebedor de champagne sin dosaje y un vino creado por él tenía que seguir esa línea, que Roederer, por su parte, ya llevaba investigando desde 2003.
Dicho y hecho. Para crearlo “utilizamos la conversación”, comenta Starck, y poco a poco fueron arrojando conceptos que Lécaillon convirtió en vino.
Tan satisfechos estuvieron del resultado, que la botella y la etiqueta se han reducido a lo esencial, siguiendo el convencimiento de Starck de que lo que importaba era lo que hay dentro. La botella se recubre con un capuchón plateado sin decorar y la etiqueta es un papel de inspiración japonesa resistente al agua, donde aparece, grabado por un lado, y con letras impresas por otro, la frase “Un champagne brut nature millésimé elaborado en 2006 por Louis Roederer y Philippe Starck en Reims, Francia”. Sin más, nada menos.
Roederer Brut Nature 2006 (PVP: 89, 50 €) ya se puede encontrar en España en tiendas especializadas.