¡¡¡Aaaag…osto!!!
No es un mes cualquiera. Es el verdadero comienzo del fin de año. Cuando se recojan las uvas el mes que viene, habrá comenzado un nuevo ciclo. Aunque nos pillará ya casi insensibles ante las machaconas proclamas electorales, haremos balance de lo que nos costó el veranito: en cervezas, una burrada (por cierto, está buena la Stark de Mercadona). Y no es preciso echar las cuentas. Sir Cámara
Bastará con mirar los tickets de compra, prácticamente lo mismo en cada visita al hiper: cervezas, en todas sus manifestaciones, con alcohol, sin él, de trigo, de maíz, sin gluten, de litro, de lata; refrescos, zumos, gildas, panchitos, nachos, snacks, en general, lo que siempre fueron los aperitivos, el picoteo, y que hoy los dietistas llaman porquerías insanas que suelen venir subtituladas con un pretencioso, ¡sabor barbacoa!
Es elatrezzo del verano junto con los encurtidos, curtidos en cien batallas. ¡Vamos, no me dejéis cuatro pepinillos, que luego estarán secos…! Eso te pasa por seguir con la manía de tirar los tarros de semiconservas al abrirlos con todo su líquido… Y luego sale el “experto-mosqueón”, que dará una conferencia sobre si las berenjenas deAlmagro siguen siendo de allí o de Pu’er (Yunnan) China, y envasadas con nocturnidad y alevosía en el polígono Cobo Calleja, en Fuenlabrada, Madrid,Spain.
Como la charla se alarga, el calor no cesa, y parece que la sillas de resina han debido hacer ventosa al respetable-que se fue a cambiar el bañador húmedo por uno seco, que… ¡anda, pero si no me lo he traído…!-, el anfitrión pregunta: ¿Unas ‘cerves’…? No deberíamos, dicen casi todos, pero, claro, con este calor… y como están tan fresquitas… Total, más cervezas, algún blanco fresquito de la Tierra de Cádiz, que promociona con pasión la Maripili. Alguien pide un tinto de verano… Una copita de Cava… ¿No tendrás aquél que estaba tan rico y…? Y aunque el día es muy largo, sin darnos cuenta, la noche, que no es traidora, avisa. Y no se menea el personal, oye.
Han disminuido los gritos de la chiquillería en la piscina y alrededores, pero siguen entrando a casa y saliendo con la boca llena, porque han descubierto los “silos” de trigo maíz y otros snacks. Total, que no queda más alternativa razonable que sugerir algo a modo de cena informal… ¿Os apetecen unas ensaladas, algo mexicano prefabricado, unos perritos y unas pizzas…? La respuesta es tan unánime como acojonante y afirmativamente cruel porque luego, que ya me lo sé, vendrán los cafés, los tés fresquitos, los gintónics, con cucharilla trenzada, a pelo, con chistorra o sin ella, preguntaré a los más osados…
En fin, es agosto. Y esto, me pregunto, ¿son amigos o es una asociación de desahuciados? ¿No tienen casa? Sí, pero argumentan que eres un excelente anfitrión. Qué atento eres, dicen las más veteranas. Respondo que para atentos los búhos y para fuerte el Fort Apache. No estoy fuerte, son los efectos de la cerveza, del calor… Y como los defectos no hay que camuflarlos, sino todo lo contrario, me pongo el polo por dentro del pantalón. Al revisar los tickets del hiper compruebas que agosto salía más barato sin piscina en casa. Es agosto, ¡¡¡Aaaag…osto!!! Pues eso.
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