En Marrakech
La Mamounia, el legendario lujo en clave marroquí

Uno de los encantos de Marrakech es este hotel de lujo, por el que han pasado desde estrellas de cine hasta el mismísimo Primer Ministro británico de la II Guerra Mundial, que ha sabido adaptarse a los tiempos. Claudia Navarro. Imágenes: Álvaro Fernández Prieto
Es el lugar más maravilloso del mundo”. Así de contundente se mostró Winston Churchill cuando definía Marrakech a Franklin D. Roosvelt en 1943. Y aunque el tiempo ha pasado, la ciudad de los siete santos y los cuatro colores (azul de cielo, ocre de sus muros, verde de su palmeral y blanco de las cumbres nevadas del Atlas), sigue siendo un lugar mágico a tan solo dos horas de vuelo de nuestro país.
En este paraíso hotelero de incontables estrellas e insospechados lujos hay un sitio que sobresale por su valor histórico, el lujoso hotel La Mamounia. Concebido en 1923 por los arquitectos Prost y Marchisio, el hotel La Mamounia, sin duda, no es solo un alojamiento, sino uno de los monumentos más interesantes de la bella y enigmática ciudad de Marrakech. A su singular línea arquitectónica, que combina con refinamiento el estilo tradicional marroquí con el art déco, se añade que este hotel fue reformado en 2006 para acercarse todavía más a los valores que un visitante que sabe valorar el lujo exige en la actualidad. Esta joya arquitectónica dispone en la actualidad de 136 habitaciones, siete suites de hasta 212 metros cuadrados y tres riads independientes con varias habitaciones y piscina privada. La renovación ha mantenido respetuosa fidelidad a los valores tradicionales de La Mamounia, conservando intacto, por ejemplo, el Bar Churchill donde se puede disfrutar de una copa relajada y de una extensa carta de puros. Como una estrella Alojarse en La Mamounia es un capricho que deberíamos concedernos al menos una vez en la vida.
Entre sus ilustres huéspedes, ha acogido a Kirk Douglas, Charlton Heston, Carolina de Mónaco, Nicole Kidman, Nelson Mandela, Richard Gere, Julio Iglesias, Tom Cruise o Sharon Stone. En sus salas se han grabado escenas de películas como El hombre que sabía demasiado, de Hitchcock o Alerta en el Sur, de Erich von Stroheim. Churchill solía elegir este suntuoso hotel para pasar el invierno y así lo reflejó en numerosos cuadros. Tomar una copa en la elegante barra nos transporta directamente al glamour que imaginamos en nuestros sueños. Todo un lujo.
El oasis
Los jardines, con ocho hectáreas de extensión, de La Mamounia se encuentran entre los reclamos turísticos que Marrakech ofrece al mundo. Con especies provenientes de todos los rincones del planeta y un paisajismo impresionante, se convierten en un remanso de paz que culmina en el área dedicada a la piscina donde se sirve, además, un imponente desayuno digno de un jeque, que el domingo se convierte en espectacular brunch, además de informales almuerzos. Por otro lado, cuenta con 1.500 metros cuadrados de huerto propio donde se cultivan 15 especies de tomates y legumbres y todo tipo de vegetales que, por supuesto, se utilizan en la cocina de los diferentes espacios gastro del hotel.
Le Marocain
Aunque todo el equipo de cocina está tutelado por la mano experta de Rachid Agouray, bien es cierto que su capricho es el restaurante de cocina marroquí, con una carta cuidada, tradicional y muy respetuosa con los sabores del país.
L’Italien
Un toque moderno para los platos que se ofrecen en el restaurante italiano, asesorado por el chef Alfonso Iaccarino, del restaurante Don Alfonso 1890 (costa Amalfitana). Un fiel reflejo de su pasión por los valores del sur de Italia.
Le Français
Concepto brasserie con una carta donde los productos y elaboraciones clásicas de la alta cocina francesa se entremezclan con el mediterráneo más informal. En todos sus restaurantes disponen de una amplia lista de vinos marroquíes.
Alimentando el alma
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