Excelencia roja

Pimientos de piquillo de Lodosa, elogio a lo auténtico

Jueves, 05 de Noviembre de 2015

Su calidad y la excelencia artesanal de una industria conservera insólita en estos días se alían para dar vida al pimiento de piquillo de Lodosa, amparado por la denominación de origen, cuya exquisitez se alaba en todo el planeta. Álvaro López del Moral. Imágenes: Álvaro Fernández Prieto

En la localidad de Lodosa, al suroeste de la Comunidad Foral de Navarra, se cultiva uno de los productos autóctonos que representa con mayor propiedad la altura gastronómica de nuestra despensa. Se trata del Pimiento de Piquillo de Lodosa, certificado por la Denominación de Origen del mismo nombre, cuya nomenclatura ampara la conserva de frutos enteros de las categorías extra y primera de la variedad Piquillo, recogidos y elaborados exclusivamente en los ocho municipios que protege dicho reglamento, a saber: el mencionado Lodosa, Andosilla, Cárcar, Lerín, Mendavia, San Adrián y Sartaguda. Es aquí donde este artículo, orgulloso y de un flamígero color rojo, alcanza su momento de máximo esplendor gustativo para pasar a abanderar, por méritos propios, la esencia más representativa de la mejor Marca España.

 

Esta modalidad de pimiento gourmet, cuya siembra se realiza en semilleros para pasar a ser trasplantada después en surcos al terreno definitivo, es recogida de forma manual entre mediados de septiembre y comienzos de noviembre. La forma del fruto es triangular; el tamaño, pequeño, de unos 8 a 10 centímetros con un peso de 50 gramos como máximo; y su carne resulta fina y compacta, haciendo alarde de una exquisitez muy apreciada tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, lo cual le ha hecho engrosar con todos los honores el Registro Europeo de Denominaciones de Origen de Productos Agrícolas y ha convertido a su envasado en una de las cumbres de la industria agroalimentaria española.

 

La especial calidad del Pimiento de Piquillo de Lodosa se debe también, en buena medida, a la meticulosidad y al especial cuidado que se pone en su elaboración, ya que los frutos son limpiados uno por uno, sin ser sumergidos en agua ni en soluciones químicas. El proceso es el siguiente: una vez en fábrica, los pimientos son introducidos en una tolva para eliminar de ellos cualquier rastro de impureza. A continuación, suben por un transportador para proceder al asado por llama directa, y pasan después al descorazonado, pelado y eliminación de las semillas. Es esta fase la que confiere al producto su elemento distintivo por excelencia ya que, como hemos señalado anteriormente, se realiza de una forma netamente artesanal, sin que intervengan en ella ningún tipo de fluido ni de soluciones químicas.

 

El consumidor debe tener muy presente que no todo el Pimiento de Piquillo puede acogerse a esta exclusiva D.O., sometida a una rigurosa inspección industrial y de campo, así como a continuos análisis físico-químicos (efectuados por el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria) y sensoriales (realizados por la Universidad Pública de Navarra). En ellos se evalúan parámetros tales como la apertura del envase o el aspecto del producto, con un especial cuidado a que no queden fisuras, el grosor, el color y los hipotéticos restos de pepitas, así como la sensación gustativa y su persistencia en boca.

 

Pero para cerciorarse de que se está comprando el auténtico oro rojo de Navarra, basta con fijarse en que en la etiqueta del envase adquirido conste el logotipo de la denominación, una contraetiqueta numerada proporcionada por el Consejo Regulador de la D.O. y el nombre del producto, en el cual deberá figurar forzosamente la palabra Lodosa. Solamente de esa forma estaremos seguros de estar accediendo a estos cotizados artículos, que tiñen con su esplendor carmesí cada otoño la huerta navarra, y a cuyo alrededor se ha originado un verdadero fenómeno ecológico y turístico, con jornadas de exaltación popular incluidas y menús elaborados por chefs de la zona que incorporan recetas tan apetecibles como el Gazpacho de Piquillos de Lodosa, la Ensalada de alubias rojas y Piquillos de Lodosa o los Pimientos de Piquillo de Lodosa rellenos de carne o atún, entre otras muchas posibilidades.

 
 
 

Con vocación de autónomo

 

Perteneciente a la familia de las solanáceas, el nombre científico del pimiento es Capsicum annuum. A pesar de que se trata de una planta originaria de América del Sur, el pimiento de piquillo de Lodosa constituye una más que honrosa excepción, porque es un ecotipo de la variedad “piquillo”, autóctona de Navarra. Esta característica diferencial, unida a su singular método de elaboración y a la excepcionalidad de los controles de calidad que se aplican, elevan esta denominación de origen hasta la eminencia gastronómica.

 

 

 
 

Ver imágenes de la recogida y asado de pimientos de Piquillo de Lodosa

 

 

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