Champagne y más
Descubriendo los rincones escondidos e inéditos de Reims
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Su riqueza artística con la catedral como estandarte, sus fachadas art déco, sus crujientes biscuits rosas y sobre todo su champagne hacen de esta pequeña (gran) ciudad francesa un destino gourmet perfecto. Teresa Álvarez. Imágenes: Arcadio Shelk
El devastador bombardeo a la ciudad durante la Primera Guerra Mundial hizo de Reims una de las urbes más peculiares de Francia. Su casi total reconstrucción de principios de siglo dotó de singularidad a cada fachada, cumpliendo con el requisito oficial de que ninguna fuera igual que la de su vecino. Restaurada en plena etapa art déco, cada calle, avenida o plaza de Reims tiene ese encanto añadido que se suma a una historia como enclave privilegiado en la invasión romana, como cuna de las coronaciones desde el Medioevo (por ello ha sido llamada “ciudad de los reyes”) y como muestra de un gótico espectacular con tres obras de arte con mayúsculas: la catedral, con una fachada muy similar a Notre Dame de París; el Palacio de Tau, residencia de los arzobispos; y la antigua abadía de Saint-Remi. Una tríada cuyo valor ha sido reconocido por la Unesco dentro de su Patrimonio Mundial.
Pero en Reims también hay una segunda ciudad escondida bajo el suelo. De carácter calizo, fue por ello vaciada a lo largo de incontables galerías (hablan de más de 250 kilómetros en toda la región y más de 100 en el casco urbano) con un origen cantero y un destino final mucho más glamuroso, el de la elaboración y crianza del espumoso más prestigioso del mundo: el champagne. La capital de la Champaña-Ardenas, a menos de una hora de París, puede convertirse en un destino perfecto para aquellos que quieran profundizar en el delicioso universo del espumoso, pues tan solo en su centro urbano se ubican nueve de los principales productores. Cada marca organiza su tour, algunos solo abiertos para profesionales (Ruinart y Krug, por ejemplo), con recogida en el propio hotel y visitas a medida de gustos, tiempos y presupuestos. Un paseo por Taittinger con sus espectaculares galerías con un guía que explica al detalle y en el idioma escogido los misterios de la segunda fermentación puede costar entre 16,50 y 41 €, dependiendo esencialmente de los champanes que se degusten. G.H.Mumm también descubre la belleza de sus cavas, incluyendo su museo de antiguos aperos de viticultura y elaboración, además de una degustación de sus principales marcas en la zona de cata. Las casas complementan estas visitas con extensiones a viñedos de un día de duración, con paseos por la avenida del champagne en Épernay o a la Abadía de Hautvillers, donde se encuentra la tumba del monje benedictino Dom Pérignon, a quien se le atribuye la invención del método champenoise de segunda fermentación en botella.
El universo de glamour donde se mueve el champagne no podía sino aderezarse con idéntico nivel gastronómico. La ciudad cuenta con importantes reseñas avaladas por la guía roja que se unen a decenas de buenos restaurantes donde acompañar las burbujas con platos de cocina, en su mayoría tradicional de la zona. En esa escala no falla el capítulo dulce, con numerosas pastelerías que manejan el biscuit rosa representativo de Reims para convertirlo en postres, coberturas o bombonería. Un recorrido foodie por la ciudad te lleva desde la zona más moderna y desenfadada de la plaza d’Erlon, donde se sitúa su mercadillo navideño, a la nueva área del mercado con champanerías y oferta gastronómica fuera del entorno turístico. A la hora del café, el casco antiguo y la plaza del Forum asumen el protagonismo y si se buscan las mejores tiendas, la zona comercial Rue de Vesle y las galerías cubiertas de la plaza d’Erlon son una buena opción.
Dónde comer
14 Place Myron Herrick Tel.: +33 3 26 47 52 54
Con la tercera generación a cargo de esta bellísima sala art déco, el Café du Palais es un must. Fundado en 1930, por sus salas han pasado los personajes más insignes. Buena carta de champán y platos tradicionales como Champenoise con jamón de Reims (cocido y prensado) y dos quesos de vaca de la zona (Langres y Chaource) o sus espectaculares postres como la Isla flotante. No olvides contemplar su vidriera de 1928. P.M.: 35€.
25 bis rue du Temple Tel.: +33 3 26 02 69 32
El chef Mertes Christophe quiso iniciar su propio camino en 2001 con la apertura de este restaurante que huye de “estrellas” y reconocimientos: “Quiero tener derecho al error”, afirma. Una cocina internacional y precios moderados para un público local. Esa referencia que no conocen los turistas. P.M.: 40€.
96 Place Drouet-d’Erlon Tel.: +33 3 26 91 40 50
El toque clásico que no nos decepciona nunca. En esta brasserie de servicio esmerado la cocina es, además, francamente buena. Con precios muy comedidos, sin duda tendrás la certeza de hallarte en Francia. P.M. 35€.
64 boulevard Henry Vasnier Tel.: +33 3 26 24 90 00
Este bellísimo palacio, antes dentro de los confines Pomerol, conforma hoy un magnífico hotel y un espléndido restaurante galardonado con tres estrellas Michelin. Alta gastronomía y una carta de vinos a la altura del lugar. P.M.: 140 €.
35 Rue Buirette Tel.: +33 3 26 91 64 64
El local más in de la ciudad, de reciente apertura, para empezar con una copa de champagne, sentarse cómodamente a cenar y continuar con la opción de buenos destilados hasta bien entrada la madrugada.
Tomar champán
2 Rue Olivier Métra Tel.: +33 3 26 48 28 42
Una reciente y sexy champanería. Un gran mapa de la zona de producción con números te lleva a botellas colgadas del techo. Basta con tirar de la elegida para leer en ella toda su historia y detalles.
Momento dulce
25 cours Jean-Baptiste Langlet Tel.: +33 3 26 47 59 84
La amable propietaria relata con detalle el nacimiento del tradicional biscuit rosa (1691). Su principal uso, acompañar una copa e incluso remojarlo en ella. Otras comprar interesantes, sablé champenois (galletas) o el Gros Massepan (mazapán de almendra).
Dónde alojarse
9 rue Buirette Tel.: +33 3 26 40 04 08
Muy bien situado, este hotel de la cadena Best Western es una elección de perfecta relación calidad-precio. Magnífico bar con buena lista de champagnes, y restaurante más que correcto.
Compras gourmet
Terroir des Rois 8, rue Robert de Couey. Frente a la catedral.
Buen lugar para comprar la famosa mostaza, los vinagres o algún champagne de pequeño productor. Para los foies, magnífico el pain d’épices (con miel y especias). Interesantes los patés de la región de Argoules y los gelée de champagne. También sal de azafrán y lentejas.
Más allá del champagne
El hollejo de este espumoso da origen a un aguardiente de baja graduación tras su mezcla con mosto, la Ratafia. Y los lugareños se vanaglorian de hacer uno de los mejores whiskies del mundo, Guillón (su destilería es visitable).
Cómo llegar: Air France ofrece vuelos a París con un excelente menú para la clase business realizado por el chef François Adamski. Información: Oficina de Turismo de Reims y Francia Turismo
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