A pedir de boca

Costa Blanca, descubriendo un litoral repleto de sabores

Lunes, 25 de Abril de 2016

Además de playas y palmerales, relax y diversión, la Costa Blanca ofrece al visitante una amplia gama de vivencias inolvidables gracias a su sabrosísimo recetario, grandes vinos y productos con denominación de origen. Sobremesa para...

Punteando desde el litoral hasta sus montañas, a través de sus variadas rutas se pueden ir descubriendo los olores y sabores en cada uno de sus rincones y así disfrutar de un sinfín de experiencias gastronómicas, en las que se persigue la excelencia en cada plato, bien sea de elaboración tradicional o tenga sello de cocina vanguardista. 

 

Para extraer la esencia del litoral alicantino, imprescindible resulta probar el arroz a banda o la exquisita gamba roja de Dénia en la Marina Alta, además del extraordinario langostino en Guardamar del Segura. Un caldero en la singular Illa de Tabarca (extraordinaria Reserva Marina), en La Vila Joiosa, Alicante, Santa Pola o Torrevieja completan tan suculento menú. Pero el visitante no ha de marcharse sin catar los arroces de interior, con sabor a montaña y fragancias a madre tierra: en costra, al horno, con conejo y caracoles o amb fesols i naps. La olleta alcoyana, los gazpachos con carne de caza o corral, o el celebérrimo caldo con pelotas, completan esta propuesta sabrosa que hallará en la Vega Baja, Alicante, La Marina Baixa o La Marina Alta.

 

[Img #10076]Según palabras del mismísimo Ferran Adrià, “la Costa Blanca tiene algo especial, un duende que se adueña de sus productos y se cuela en las cocinas para ofrecer al comensal platos únicos con sabores únicos”. Productos singulares y de dispares contrastes confieren ese carácter mediterráneo y personal en las mesas alicantinas. Preparaciones con pescado en conserva en forma de escabeches y salazón, como las mojamas o las exquisitas huevas; salazones como la ventresca de atún, la sardina y el bacalao, el atún de zorra, los arenques y una amplia gama de elaboraciones y conservación que datan de tiempos pretéritos.

 

Otro festín viene de la mano de los dulces alicantinos: el turrón de Alicante o Jijona,  símbolo de calidad y artesanía autóctona y los magníficos helados, entre otros muchos.

 

Productos de Alicante con denominación de origen

 

La marca Costa Blanca es símbolo de calidad de vida, un gran parque temático de sensaciones y emociones para el disfrute de los sentidos, con muchas señas de identidad que la caracterizan: sol, color, mar, gente abierta y productos insólitos. Cultivados y elaborados en distintas zonas geográficas de Alicante que cuentan con el sello de calidad que garantiza un proceso cuidado y selecto. El turrón de Alicante y Jijona se puede disfrutar en cualquier época de año. De origen árabe, es manufacturado en la localidad de Xixona con materias primas autóctonas. Se denomina “turrón duro” al de Alicante y “turrón blando” al de Jijona, ambos con un porcentaje mayor o menor de almendra, según categoría, y una proporción de miel pura de abeja que le otorga esa característica tan especial.

 

El níspero de Callosa d’en Sarrià se cultiva en varios municipios de La Marina Baixa y en el Valle del Algar-Guadalest. De color anaranjado y piel fuerte, ofrece una pulpa amarillenta de sabor dulce y ligeramente ácida, desprendiendo un aroma característico.

 

Agost, Hondón de las Nieves, Aspe, Monforte del Cid, La Romana y Novelda son las localidades que acogen la uva embolsada del Vinalopó. Con un proceso especial y minucioso de selección, cubriendo con una bolsa de papel de celulosa las uvas hasta su recolección, se consigue un producto que se comercializa en dos categorías, extra y primera, una uva viva y de altísima calidad.

 

[Img #10077]De rojo carmín a rojo intenso y con un valor nutritivo considerable, las cerezas de la montaña de Alicante brindan unas características muy especiales. Su tamaño y su exquisito sabor destancan sobre el resto de productos. Estos cultivos tradicionales se dan en el norte de la provincia de Alicante, a más de 900 metros de altitud.

 

Cuatro son los productos que ampara el consejo regulador de las bebidas espirituosas de Alicante: el cantueso alicantino, bebida que se obtiene de la destilación de la flor y el pedúnculo de la planta de cantueso en alcohol neutro; el herbero de la sierra de Mariola, una combinación de hierbas recolectadas en la sierra del mismo nombre, maceradas en alcohol, manzanilla, hinojo y salvia; el anís paloma de Monforte del Cid, una destilación del anís verde y/o anís estrellado; y el aperitivo de café licor de Alcoi  consistente en café arábica de tueste natural destilado.

 

Las condiciones climáticas y la amalgama de variedades y elaboraciones, hacen que los vinos de Alicante sean cada vez más reconocidos y premiados. La uva monastrell en el tinto de Alicante; el Moscatel de la Marina Alta, fresco dulce e intenso; los vinos nobles y añejos como el Fondillón, o los burbujeantes espumosos para refrescar y divertir las especiales veladas mediterráneas.

 

Ruta del vino

 

Un recorrido que, sin duda, no deja indiferente es la Ruta del Vino.  Múltiples bodegas y viñedos posibilitan un fantástico viaje con visitas guiadas, catas de vinos y todo un estímulo de impactos visuales y sensoriales únicos. La Costa Blanca alberga zonas de gran tradición vitivinícola, desde Pinoso hasta la Marina Alta  y el Comtat. Poblaciones donde encontrar magníficos vinos y disfrutar de una gastronomía excepcional, así como de las tradiciones, fiestas y artesanía típica que completarán jornadas con un encanto y sabor especial.

 

Cocineros al sol y cocineros con estrella

 

Desde la cocina de siempre hasta la de vanguardia, en Alicante nos encontramos con auténticos referentes de la gastronomía internacional, con una labor que se ha ido cocinando cuidadosamente con ilusión, investigación y el cariño por los extraordinarios productos que ofrece esta tierra. Lo demuestran los siete restaurantes acreedores de la mayor distinción que otorga la gastronomía internacional.  Con una estrella Michelin encontramos los restaurantes: L’Escaleta de Kiko Moya, en Cocentaina; La Finca de Susi Díaz, en Elche; Monastrell de María José San Román, en Alicante; Casa Pepa de Pepa Romans, en Ondara; Bon Amb de Alberto Ferruz, en Xàbia; y Casa Alfonso de Alfonso Egea, en Dehesa de Campoamor, Orihuela. Con tres estrellas Michelín se encuentra uno de los grandes de la cocina mundial: Quique Dacosta, en su restaurante Quique Dacosta, en Dénia.

 

 

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