Cata en avanzada
Primeurs de Burdeos 2015, una cosecha generosa a examen

Vinos de la cosecha 2015 se juzgan por un grupo de expertos antes de estar terminados de criar, y se valoran poniendo precio a un futuro que no siempre es el que se espera. Pero los Primeurs siguen siendo un punto de encuentro esencial. Marcial Pita. Imágenes: Archivo
Como cada año, en la primera semana de abril, el mundo del vino centra sus miradas en Burdeos, donde tienen lugar las Primeurs. Hasta el suroeste de Francia llegan ávidos de conocer la última cosecha elaborada en la región vitivinícola más prestigiosa del planeta en torno a 6.000 profesionales llegados desde todos los rincones del globo. Una semana de catas en la que los principales agentes vinícolas del mundo valoran el potencial de una cosecha que no saldrá a la venta para el resto de mortales hasta, al menos, dos años después, cuando tiene lugar el embotellado de los vinos. Éste el momento cumbre para especular sobre el precio que alcanzarán los grandes crus de las zonas más afamadas del entorno bordelés y que, presumiblemente, será la base de la tarifa a la que llegarán dichos vinos al mercado para el disfrute del cliente final. Probablemente, porque en cosechas como 2013 se pagaron cantidades muy superiores a la demanda final del mercado. Baste como ejemplo, el precio de salida de Château Lafite Rothschild, que vio rebajado más de un 25% su coste de cotización en las Primeurs de 2014, desde los 586 € de precio original a los aproximadamente 420 € que cuesta hoy.
2015, una añada para especular
Como en buena parte de las regiones vitivinícolas españolas, la climatología de la añada 2015 en el entorno de Burdeos también fue muy favorable en las diferentes zonas de producción. “Nadie podía imaginar lo generosa que ha sido la madre naturaleza en la añada 2015”, aseguran desde el primer cru de Saint-Émilion, Château Canon La Gaffelière. Comentario muy extendido en la mayoría de pequeñas denominaciones de origen que salpican el departamento de la Gironda. Una primavera cálida, seguida de un verano seco pero no caluroso y favorecido por las lluvias de agosto, presumían unas condiciones excepcionales para la vid. Escenario que se ratificó en vendimia, con unas temperaturas muy frescas en septiembre y octubre, que permitieron una recolecta con excelente sanidad en los racimos y que ha supuesto el caldo de cultivo ideal para la elaboración de vinos sin parangón.
Quizás sea la margen derecha del río Dordoña la más favorecida por esta climatología excepcional para la vid, donde la cabernet franc ha ganado peso en los vinos frente a la dominante merlot. En cualquier caso, la alta calidad ha sido el denominador común para todas las regiones.
Ribera derecha
Saint-Émilion y Pomerol han sido las zonas más favorecidas de todo Burdeos en la añada 2015. Los deseados Château Ausone y Château Cheval Blanc, las dos únicas bodegas reconocidas como Premiers Grands Crus Classés A de Saint-Émilion, ofrecieron una armonía excepcional entre potencia, elegancia y carácter frutal, resultando los tintos más destacados de la ribera derecha. En Pomerol, firmas como Château La Conseillante confirmaron el altísimo nivel de una añada equiparable a 2009.
Ribera izquierda
Pauillac y Margaux han resultado las denominaciones de origen más atractivas del Médoc, en la conocida ribera izquierda del viñedo bordelés. Château Lafite Rothschild, con más peso de cabernet sauvignon, se erige como una de las compras más atractivas de las Primeurs 2015. Aunque conviene seguir la pista a otros crus como Château Mouton Rothschild, Château Lascombes o Château Lynch-Bages.
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