Irlanda aún mas verde

Viaje de costa a costa por la Irlanda con más conciencia eco

Viernes, 09 de Septiembre de 2016

Viajamos desde los rocosos suelos de El Burren hasta las costas del Canal de San Jorge para descubrir que cada paso en la "isla esmeralda" supone un viaje iniciático en sí mismo hacia el corazón de la naturaleza. Luisa Denis. Imágenes: Archivo

Irlanda no llega a los cinco millones de habitantes y sus infraestructuras viales son consecuentes con su escasa población, tan cosmopolita como arraigada en las tradiciones. Los caminos son largos y sinuosos, repletos de impactos telúricos y marinos de enorme emotividad. Hoy, la Iglesia católica ha perdido parte de su liderazgo cultural e influencia social, desarrollándose así movimientos fundados en la ancestral lengua gaélica que conducen a una variedad de retornos introspectivos al mañana a través del conocimiento sereno del pasado, valiéndose de potentes motivos éticos y estéticos.

 

[Img #10948]La naturaleza es uno de los hilos conductores de esta visión. Espacios en los que prima el autoconocimiento asistido son la norma para abarcar la riqueza sustancial de las regiones del país. En nuestro viaje visitamos el Burren Nature Sanctuary de Kinvara, una granja ecológica emplazada en el parque natural que le da nombre. En ella se conjugan el conocimiento de fauna, flora y geología locales con una educación en valores de respeto al medio ambiente, dentro de un entorno especialmente indicado para familias con niños. El propio El Burren, el más pequeño de los parques naturales irlandeses, concentra en sus 15 km2 un prodigioso paisaje kárstico de aspecto lunar salpicado de enterramientos megalíticos, yacimientos arqueológicos muy bien conservados como Caherconnell o impactantes monasterios como la Abadía de Corcomroe. En la costa del condado de Clare se encuentran, asimismo, los dramáticos acantilados de Moher, uno de los mayores atractivos turísticos de todo el país. Este accidente natural tiene un inmenso valor estético y es ecosistema de numerosas especies, pero además sus rompientes –especialmente con las mareas de este mes– se hallan muy consideradas en el mundo del surf. Forma parte del ambicioso proyecto turístico denominado Wild Atlantic Way, una inteligente idea estatal para potenciar las características y posibilidades únicas de los 5.000 km de litoral de la isla desde Malin Head hasta Kinsale. 

 

[Img #10950]Esta pasión por la naturaleza se extiende, por supuesto, a la gastronomía, en ocasiones de forma extrema, tal es el caso de las experiencias de forrajeo que ofrece Wild Kitchen, una forma de saborear literalmente el ecosistema, comprobando que la supervivencia no está para nada reñida con el sabor. También encontramos un marcado espíritu eco en la reputada quesería St. Tola, que cría sus propias cabras con una cuidada alimentación natural y elabora sus productos sin ninguna clase de aditivos; o en la empresa elaboradora de salmón ahumado orgánico Burren Smokehouse, una importante institución de la zona de Lisdoonvarna, dirigida fundada por la sueca Birgitta Hedin-Curtin y por su marido irlandés Peter Curtin, auténticos puntales económicos de la zona en lo que se refiere a alimentación y hostelería (ambos son promotores de la magnífica fábrica de cerveza local, instalada en el pub The Roadside Tavern, y de un novísimo restaurante de grandes dimensiones, The Burren Storehouse). Y también los sabores dulces están ligados al espíritu bio: así encontramos empresas como Hazel Mountain Chocolates Factory, la primera compañía de Irlanda en producir chocolates artesanos con las habas que adquieren a través de comercio justo en distintas regiones del planeta; o como la heladería Café Linnalla, cuyos productos se hayan elaborados con la leche de sus propias vacas de la raza shorthorn, la cuales podemos ver pastando en los prados aledaños al comercio.

 

Tierra y mar  

 

[Img #10949]En Ballyvaughan se encuentra la Cueva de Ailwee, el más importante de los complejos subterráneos de la zona de El Burren, con 350.000 años de antigüedad. Es un recorrido de interés que nos brinda la oportunidad, además, de conocer los productos de la granja orgánica del lugar (en especial, el premiadísimo queso dorado de Burren) y, si el tiempo lo permite, la observación de aves rapaces en diferentes entornos. En nuestra ruta hacia el sureste, pasaremos por la ciudad de Limerick, en la que valdrá la pena ver el Castillo del rey Juan o dar un paseo en barca por el río Shannon. Tras un trayecto por hermosas y serpenteantes carreteras en las que las ovejas deambulan en libertad por sus márgenes, llegaremos a Lismore, una de las localidades más pintorescas del país, fundada en el siglo VI por el santo Mo Chutu mac Fínaill. Son precisas las visitas a la catedral y a su castillo, que cuenta con una colección de arte escultórico en sus espléndidos jardines. Atraviesa Lismore el río Blackwater y se halla rodeada de fértiles campos y granjas ecológicas que la proveen de magníficas materias primas a la industria alimentaria local, con ejemplos representativos como la Lismore’s Food Company –cuyas galletas gustan mucho en el mundo anglosajón– o McGraths, carnicería tradicional que trabaja con carnes completamente libres de aditivos. Muy cerca, siguiendo la ribera, en la localidad de Cappoquin, se encuentra la panadería Barrons Bakery, en cuyo interior se panifica de forma tradicional en hornos escoceses decimonónicos de hierro y ladrillo refractario –se precian de ser los más antiguos de Irlanda–, en un modelo de resistencia a la industria alimentaria estandarizada que comparten, incluso, los supermercados locales.


 

 

 

Agenda

 

[Img #10951]Descansos y apetitos

 

Hotel Doolin

Rivervale, Doolin. Clare.

 

Acogedor hotel, perfecta base para sumergirse en El Burren.

 

 

Gregans Castle Hotel

The Burren, Ballyvaughan. Clare.

 

Solemne y bucólico establecimiento con un restaurante que interpreta la haute cuisine con materias primas locales.

 

 

Lobster Bar

New Quay, Clare.

 

En un pueblo pesquero de libro, magnífico establecimiento para una mariscada con vistas.

 

 

The Tannery Townhouse

8 Quay St., Dungarvan. Waterford.

 

El establecimiento del televisivo chef Paul Flynn,  con hospedaje y escuela de cocina aledaña.

 

 

 

 

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