Midas oleícola
El concepto aceitero Finca La Torre según Víctor Pérez

Finca la Torre sigue un camino ascendente gracias a la cabal dirección de este ingeniero agrónomo, que, tras su llegada, empezó a cambiar modos de trabajo en pro de la calidad oleícola de la finca familiar malagueña. Álvaro López del Moral. Imágenes: Arcadio Shelk
Víctor Pérez Serrano puede respirar tranquilo; su apuesta por una producción 100% autónoma, ecosostenible y biodinámica al frente de Finca La Torre, una de las firmas productoras de “oro líquido” más antiguas del mundo, le ha permitido alzarse por cuarto año consecutivo con el premio Alimentos de España, el galardón a la excelencia más importante del sector oleícola español. Proveniente de una familia con gran tradición agrícola, este ingeniero agrónomo de 34 años tuvo claro desde su niñez que su futuro estaba en el mundo del aceite y, más concretamente, en los propios olivares. Por eso, superada su etapa como investigador en laboratorio, desembarcó como director general en la almazara antequerana de Bobadilla (Málaga) con el objetivo de primar la calidad frente a la rentabilidad. No dudó en reestructurar el equipo humano, implantar mejoras en las infraestructuras, y apostar por un proceso de producción más riguroso. Así, se adelanta la recolección a octubre, se cambia el sistema de transporte, se modifica la forma de recolección y se minimiza el tiempo entre la recogida de la aceituna y su procesamiento. Una serie de innovaciones que le han convertido en un auténtico rey Midas para el mundo del aceite en nuestro país.
Puesta al día
Con objeto de ampliar y mejorar sus instalaciones, la almazara invirtió recientemente un millón de euros para reducir los tiempos de recolección a través de la instalación de una segunda línea de producción, así como la construcción de una nueva bodega totalmente climatizada y de una sala de envasado acorde a las necesidades de la compañía. Todo ello para mantener intactas, durante los 365 días del año, las propiedades saludables y organolépticas del aceite.
Estilo reconocido
El espíritu transgresor de Víctor Pérez se ha visto también reflejado en el nuevo diseño de los envases de Finca La Torre, que ahora responde a un concepto estético mucho más depurado. Bajo su mandato, la empresa ha sido reconocida por el Consejo Oleícola Internacional con el “Premio Mario Solinas 2016” al mejor AOVE del mundo en la categoría de frutado intenso, y ha obtenido el premio al “Mejor AOVE del Año” de la afamada Guía Flos de Olei.
Excelencia dorada
La filosofía profesional de Víctor Pérez, a quien algunos consideran un agitador dentro del muchas veces estancado sector oleícola en nuestro país, consiste en trabajar la tierra de forma tradicional, respetando las pautas biológicas del cultivo y manejando el campo de la forma más natural posible. De esta manera ha conseguido un aceite afrutado muy intenso de gran complejidad por su gran variedad de matices.
Prestigio sin mácula
Formado en la Facultad de Córdoba, tras su licenciatura Víctor Pérez Serrano inicia su carrera profesional en el Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC trabajando para el departamento de fitopatología vegetal, donde realiza trabajos de investigación sobre la verticilosis, una enfermedad del olivo muy extendida y que está ocasionando graves pérdidas económicas en el sector. Pero pronto se da cuenta de que su trabajo está en el campo y, con solo 29 años, desembarca en Finca La Torre, donde ha originado una auténtica revolución.
Cifras y letras
Más de 2.000 años de antigüedad avalan la magnificencia de Finca La Torre, una empresa productora de cuatro monovarietales (hojiblanca, arbequina, picudo y cornicabra), con presencia en más de 20 países como Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Canadá, Japón, EEUU y México, entre otros. La almazara produce en torno a 80 toneladas anuales y el precio medio del litro de aceite ronda los 16 euros.