En Samaniego
Rothschild y Vega Sicilia, primera cosecha en su bodega
Etiquetada en...

La localidad alavesa es la sede del nuevo edificio de elaboración de la bodega, que funcionará desde esta vendimia y permitirá aumentar la producción. Su construcción ha supuesto una inversión de 22 millones de euros. Redacción Sobremesa
Los vinos que la bodega de Benjamín de Rothschild y Vega Sicilia sacará a la venta en 2020 se elaborarán ya en su nueva bodega de Samaniego, un edificio en el que se han invertido 22 millones de euros y que permitirá aumentar la producción hasta las 350.000 botellas, además de, asegura la casa, mejorar la calidad de los vinos. Hasta este año, los vinos de la bodega se elaboraban en una nave de alquiler en Leza.
La bodega de Rioja Alavesa, donde se elaborarán desde esta cosecha los Macán y Macán Clásico, consta de tres edificios y abarca más de 9.000 metros cuadrados. Su estructura, que pretende simplificar lo complejo, en palabras de los responsables de la bodega, consta de tres naves, separadas entre sí, que se dedican, respectivamente, a la elaboración, el envejecimiento y la expedición de los vinos. De la inversión total, 16,5 millones de euros han correspondido a la obra en sí, y los cinco millones y medio restantes han sido para adquirir tecnología destinada a mejorar la calidad de los vinos, en concreto, en 25 depósitos de acero inoxidable y 20 tinos de roble francés con capacidad de 10.000 litros. Otros once depósitos de acero inoxidable se ubicarán en la nave de envejecimiento, junto a 800 barricas de crianza.
Todas ellas se comunican por un eje que recorre la bodega de un extremo al otro y permite atravesarla sin intervenir en los procesos que se llevan a cabo en cada una. La primera, llamada Nave del Agua y destinada a la elaboración, recibirá la uva de esta cosecha y las siguientes; la Nave de la Tierra, para el envejecimiento de los vinos, será un espacio silencioso que permita la mejor crianza posible en condiciones óptimas de luz y humedad. Y la Nave del Sol, para la expedición, se destinará a botellero y salida del vino al mercado. Agua y Sol representan a las dos familias, Benjamin de Rothschild y Vega Sicilia, y cada una está orientada, respectivamente, a Francia y a Ribera del Duero. La tercera nave, la de la Tierra, representa Rioja Alavesa, el vínculo por el que se unen las dos familias.
Esta primera cosecha en Samaniego recogerá uvas procedentes de las parcelas que la bodega compró hace doce años en las localidades de San Vicente de la Sonsierra Samaniego, Laguardia, Labastida, Elvillar, Abalos, Navaridas y Kripan, y que suman 100 hectáreas de viñedo.
Pese a lo elevado de la inversión en esta fase del proyecto bodeguero de los Rothschild y Vega Sicilia, Pablo Álvarez, presidente de esta última, comenta que lo primero, lo más largo y lo más caro fue comprar las tierras, y añade: “Buscábamos lo mejor y elegimos la zona de San Vicente de la Sonsierra y Samaniego. Allí adquirimos 100 hectáreas de viñedo y 30 hectáreas de terreno para poder mantener permanentemente en producción las 100 hectáreas de cosecha. Todo ello mediante 70 operaciones de compra que llevamos a cabo discretamente para no levantar sospechas. Y elegimos cepas con al menos 35 años de edad.”
Para el empresario, la bodega aunará lo mejor de dos tradiciones vinícolas y recoge la sabiduría de sus fundadores, al tiempo que la materializa en un edificio adecuado a las necesidades de la elaboración de un vino con la calidad que ambas familia se exigen.