En Donosti
Hotel María Cristina Luxury Collection, la dama exquisita
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Centro de reunión de estrellas de cine, que acuden desde hace décadas para asistir al Festival de San Sebastián, el María Cristina se renueva y compone toda una serie de servicios y ofertas para aumentar el placer gastronómico. Javier Caballero. Imágenes: Erik Saavedra
Un delicioso libro del escritor y cinéfilo Diego Galán se venía a quejar en 2001 que Jack Lemmon nunca cenó aquí, lamentando infinitamente que el mítico actor nunca se dejara caer por San Sebastián para a) recoger el Premio Donosti como colofón al Festival de Cine; y b) comer, holgar y retozar como en pocas ciudades del mundo. De haber aceptado la invitación y como la tradición hollywodiense manda, Lemmon hubiera acomodado su pequeña anatomía en alguna de las suites del María Cristina, hoy con el sufijo Luxury Collection por aquellas imponderables desinencias corporativas. También habría bebido y cenado de rechupete, ya que este recinto –tejido con el material de los sueños, alojamiento de tantas celebrities– siempre se ha caracterizado por una exquisita y pulcra apuesta gastronómica y una discreción a prueba de paparazzi. La vieja dama se ha actualizado. Más suculenta. Más moderna. Sin perder el encanto. Desde 1912. arranque: Quesos vascos, salmón nórdico, mil variedades de tortillas, sopa congee, platos fríos... Dicen que es el mejor desayuno de Donosti, envuelto en barroquismo y aire ilustre.
Paseo de la República Argentina, 4. San Sebastián.
Tel.: 943 437 600. Precio medio habitación doble: 250 €.
También Oriental
Un punto de exotismo, sabor lejano y contrapunto en el corazón de Donosti. Es lo que ofrece el Café Saigón, un espacio único, con privilegiadas vistas al Teatro Victoria Eugenia, donde disfrutar de una generosa carta asiática con especialidades japonesas, indochinas o vietnamitas. Así se pueden sustituir pintxos y txacolís por bandejas de sushi, sashimi y maki, maridadas con sake imperial.
Bette Davis Eyes
Además del imborrable recuerdo que dejó como inquilina de honor del hotel (justo antes de despedirse de este mundo), el huésped o viajero ocasional puede darse su ración de mitomanía y añadir su homenaje exquisito en forma de merienda. A un precio de 75 euros, el Bette Davis Tea aglutina bizcochos templados, sandwiches, churros, tentempiés y una selección de los mejores tés de China, India y Ceylán (Assam, Darjeeling...), además de brindar con media botella de champán Krug. Existen otras 40 posibilidades de combinaciones de té y merienda.
En harina
La San Sebastian Food, en uno de los sótanos que ha habilitado el hotel, ofrece cursos de cocina y clases maestras de la mano de grandes profesionales de los fogones. Lo mínimo son cuatro horas de enseñanzas, que luego poder degustar in situ (y con un buen espirituoso como colofón y sobremesa). Cursos de pintxos, de cocina de la tierra, de paellas, catas de vinos...
De pintxos
Epicúrea
Ningún adjetivo le viene mejor al gourmet shop del María Cristina, lugar donde acarrear a casa pétalos de haba, anchoas, piparras, espárragos, ventrescas, sal de Añana...
Mentidero
El Bar Dry San Sebastián es privilegiado foro para pulsar la vida de la ciudad mientras se toma un cóctel casi a orillas del río Urumea. En la mesa de al lado, un actor, un político, un mecenas, turismo de sangre azul...
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