Rugir gastronómico
De escapada por León, la ciudad de la mutación sápida
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León se encuentra, gastronómicamente hablando, en un momento dulce. A ello no solo ha contribuido la mejora de las comunicaciones, también una pujante actividad de cocineros emprendedores que han subido el nivel de la ciudad. Saúl Cepeda. Imágenes: Arcadio Shelk
Barrio Húmedo, tapas gratuitas, botillos… Al margen de estos irreductibles emblemas legionenses, si llevas tiempo sin visitar León debes saber que están sucediendo cosas interesantes en su gastronomía. Además de certeras y atrevidas singularidades, que las hay, un buen clima socioeconómico, alguna nueva infraestructura y la vocación filogastronómica de un solvente emprendedor han revolucionado la oferta culinaria de la ciudad. La llegada del AVE a finales de 2015, sin duda, fue pieza clave en cambio del panorama turístico y empresarial de esta capital de provincia, mientras que un aspecto decisivo en la transformación sustancial del sector hostelero leonés ha sido el impulso del joven empresario Antonio Vázquez Muñoz-Calero. Al frente de un holding empresarial con potente músculo financiero, su entusiasmo por lo culinario ha concebido novedosos espacios, operados por personal local, en los que extrapolar con ingenio a León las experiencias adquiridas como cliente en otras plazas ya consolidadas, en una suerte de benchmarking culinario diversificado.
Becook
Cantareros, 2.
Tel.: 987 016 808.
Establecimiento del joven tándem formado por Mario Gómez y David Guerra, especialistas en hallar la mejor relación calidad-precio en los ingredientes para inventar una cocina informal y atractiva (tiraditos de atún, picañas, humus, bravas al horno...), con horquilla de precios tan amplia como uno quiera. Recién se desdoblan con su nuevo proyecto, Brulé, restaurante que estará dedicado a la cocina con llamas. P.M.: 30€.
Casa Mando
General Lafuente, s/n.
Tel.: 987 206 544.
Clásico establecimiento leonés renovado por la mano del Grupo Vamuca, de Antonio Vázquez. Anejo al Casino Conde Luna, propone una rica cocina tradicional actualizada con una convincente apuesta por el mercado local y la temporada. Cordial e informado servicio de sala a cargo de Javier García Rueda. En cuanto a distribución de espacios, tres salones privados y un agradable comedor. P.M.: 40€.
Cocinandos
Campanillas, 1.
Tel.: 987 071 378.
Única estrella Michelin de la ciudad; una de las nueve de la extensa comunidad autónoma a la que pertenece. El matrimonio que forman Yolanda León y Juanjo Pérez viene elevando, desde 2003, el nivel culinario leonés con su sensata y eficaz creatividad. Cocina inspirada en la tierra y en raíces familiares con invitación a sabores viajeros en un menú degustación de poco más de 40 euros.
Laboratorio de cambios
Es posible que el restaurante más representativo de la reciente vocación regeneracionista en la hostelería leonesa sea LAV, establecimiento con apenas nueve meses de vida empresarial instalado en el Hotel Alfonso V, concebido también bajo el auspicio del Grupo Vamuca. Con una primera impresión que imita la puesta en escena del celebrado DSTAgE de Diego Guerrero, el chef local Javier del Blanco y el jefe de sala David Giganto despliegan una entretenida proposición gastronómica plena de acabados de plato en sala y con cierta interactividad –que recuerda a los pretéritos juegos de Alain Ducasse en su extinto 59 Poincaré- a la hora de elegir los tiempos de cada económico menú degustación, de apenas 35 euros, a los que se pueden añadir maridajes con alcohol (15€) o sin él (10€).
La nueva gastronomía leonesa está en contradicción con la tradicional y contundente tapa gratuita de los bares tradicionales, enemiga mortal de los menús compuestos por múltiples platos. No obstante, la creatividad, la elaboración y la calidad ganan terreno a la saturación volumétrica, cuya sencilla justificación económica se asienta más en lo etílico que en lo gastronómico.
Interludios
Tabernantes
El modelo leonés de tabernas toma rumbos divergentes a los impuestos por el notorio Barrio Húmedo. Cosa de valores añadidos y hechos diferenciales. Dos ejemplos bien distintos de esta tendencia son Camarote Madrid y Rúa 11. La primera casa es una tasca española amplia y animada, de evocaciones andaluzas; la segunda, un bar desenfadado con una oferta de picoteo atractivo y una lista interminable de vermús en botella.
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