En España

Asesores enológicos extranjeros, visión internacional

Jueves, 05 de Julio de 2018

Se está convirtiendo en tendencia en el viñedo español. Algunas bodegas contratan el asesoramiento enólogos extranjeros, sin compromiso exclusivo ni ataduras, que ofertan su innegable sabiduría y su vasta experiencia profesional. Mara Sánchez. Imágenes: Archivo

Algunos de los asesores enológicos que pululan por el viñedo español se han forjado un prestigio gracias a lo que han hecho en las bodegas para las que trabajan o han trabajado, aunque haya casos en los que les toque hacerlo en la sombra. Porque hay una realidad paralela, la de empresas que recurren con asiduidad al asesoramiento de estos profesionales extranjeros aunque no estén por la labor de reconocerlo ni publicitarlo. En todo caso, es un trabajo en alza y una profesión, la del asesor ‘volante’, que va sumando destacados nombres a la lista. El atractivo para ellos reside en poder hacer vinos en lugares muy distintos, con diferente nivel de compromiso, sin tener que invertir ni asumir riesgo económico alguno.

 

[Img #14477]Belinda Thomson

 

Esta enóloga australiana trabaja en el proyecto que el jumillano grupo Juan Gil Bodegas Familiares tiene en Segovia, en la Denominación de Origen Rueda, desde hace una década. En Bodegas y Viñedos Shaya, Belinda Thomson se hace cargo del departamento técnico bajo la supervisión de Bartolomé Abellán, el joven enólogo que lleva la coordinación técnica de todas las bodegas del Grupo, cargo éste al que suma la dirección enológica de Juan Gil (Jumilla) y la asesoría en El Nido (Jumilla) junto a otro extranjero de renombre, Chris Ringland. En cuanto a Thomson, se ocupa del viñedo de su familia en Henty, en la región australiana de Victoria, y viene a España tras el periodo de reposo de la viña, cuando comienza de nuevo a brotar. En Shaya firma tres vinos de verdejo, dos jóvenes y uno fermentado en barrica. Enóloga de titulación y con estudios de posgrado en Nueva Zelanda, Belinda trabaja desde la mínima intervención con viñas muy viejas, algunas hasta centenarias. Durante los periodos en los que ella no está en Rueda, la dirección de enología es responsabilidad de Andrés Monsalve, con quien trabaja mano a mano desde el origen del proyecto.

 

Chris Ringland

 

[Img #14478]Su cargo, director técnico de la bodega El Nido, la otra jumillana de la familia Gil donde elaboran los vinos top del amplio portfolio que manejan. Pero no solo trabaja para los Gil, también participa en los vinos que el conocido exportador Jorge Ordóñez elabora en Campo de Borja, en la bodega Alto Moncayo. No olvidemos que, en su momento, Ordóñez y Gil trabajaron juntos y compartieron negocios (que después repartieron), aunque a día de hoy solo sea un recuerdo…

 

Nacido en Auckland (Nueva Zelanda), Chris Ringland tenía una fascinación por hacer vino desde muy joven, cultivando vides de vecinos con las que elaboró sus primeras etiquetas. Tras algunos años trabajando en una bodega local, marchó a Australia del Sur para estudiar Enología en el campus de Roseworthy. Completó su formación de vuelta a casa, para después trabajar en California, Europa y de nuevo Australia, donde, a finales de los 80, elaboró con Robert O'Callaghan en Rockford Wines, en el valle de Barossa, etapa en la que desarrolló su propio estilo, y que se tradujo en su famoso Shiraz, ahora bajo su nombre pero antes llamado Three Rivers Shiraz. Después de 15 años, regresó a Europa donde, junto a la familia Gil, pone en marcha El Nido, y sus tintos (Clio y El Nido) que tantas alegrías y reconocimientos les sigue reportando. Unos vinos de largo recorrido, diseñados para un mercado que no comprase condicionado por la relación calidad-precio y, por ello, pensados para el público estadounidense. Así lo recordaba, hace años, Miguel Gil en esta revista, y objetivo también por el que buscaron al que entendían era el mejor enólogo para lograrlo, uno de los más respetados del mundo. “Además –añadía entonces Gil–, Chris elabora en marzo en el hemisferio sur, por lo que puede trabajar con nosotros en septiembre y compatibilizar vendimias”.

 

La relación de Ringland con el vino español data de 2001, cuando le invitan a desarrollar los dos proyectos mencionados. Un año después se convierte en socio y consultor de Alto Moncayo (D.O. Campo de Borja) y El Nido (D.O. Jumilla), y por ende, en el mejor embajador de ambas en Australia. En paralelo a estos destacados asesoramientos, elabora sus propios vinos en la propiedad que tiene en Barossa, donde compra a mediados de los 90 y comienza recuperando el viñedo de syrah que había sido plantado en 1910, lo que le supuso 10 años de trabajo. El vino resultante, ese afamado Chris Ringland Shiraz.

 

Alois y Gerhard Kracher

 

[Img #14479]Padre e hijo de procedencia austriaca, fue Alois el primer Kracher en recalar en Bodegas y Viñedos Botani, otra de las bodegas de Jorge Ordóñez, en este caso en la Axarquía de Málaga. A la muerte del padre, Gerhard tomó las riendas del proyecto malagueño. La bodega, localizada en la tierra de origen de Ordóñez, nació de la colaboración del español con Alois Kracher, conocido y destacado por sus elaboraciones dulces, y responsable de la creación de los primeros vinos dulces sin fortificar que se hicieron en la D.O. Málaga.

 

Alois comenzó su trayectoria vinícola trabajando a tiempo parcial en la bodega de su padre, aunque a partir de 1986 se dedicó en exclusiva a hacer vino, con especial interés por los dulces (de uvas con botrytis) y por lo que logró la fama y el reconocimiento mundial (sus vinos son considerados de la más alta calidad), de la que disfrutó hasta su fallecimiento hace 11 años. Desde entonces, su hijo Gerhard (nacido en el año 1981) se hace cargo del negocio familiar, especializado también en esos vinos de gran dulzura y concentración y por lo que es nombrado, en 2009, Enólogo Dulce del Año en los premios International Wine Challenge en Londres. Continuador del exitoso camino iniciado por su padre (quien recibiría el mismo premio en ocho ocasiones, incluso un año después de su muerte), tras su fallecimiento es quien sigue trabajando junto a Ordóñez en Botani donde, en vez de asolear la uva moscatel para deshidratarla, realizan esta labor a cubierto con la intención de aportar mayor frescura al resultado. En el portfolio, una gama de vendimias tardías además de un vino más cercano a los tokaj y que se llama Esencia: a base de pasas de moscatel de Alejandría, con poco grado y más de medio kilo de azúcar residual por litro.

 

Michel Rolland

 

[Img #14481]Cata miles de vinos al año y es el consultor por antonomasia. Una autoridad y enólogo de referencia con vinos firmados en medio mundo; suma cientos de clientes en más de una veintena de países. Esto ha hecho que se hable del estilo Michel Rolland, primero en positivo y después sin tanta emoción porque se tradujo en hacer el mismo tipo de vino en cualquier rincón del planeta (“la homogeneidad del gusto”, se decía). A favor o en contra de las tesis de Rolland, no había postura intermedia hace no mucho tiempo, con el añadido de que Robert Parker no dudó en ensalzar las elaboraciones que llevan su nombre.

 

Este bordelés, nacido en Pomerol, continúa siendo una personalidad en el vino, si bien es verdad que en el momento actual la importancia y de la defensa de la diversidad, el territorio y la identidad han apaciguado aquella fiebre pro Rolland que recorrió el mundo vinícola. Sus señas de identidad, madurez de la uva en pro de vinos amables, con cierto dulzor, y empleo de barricas nuevas. Rolland es un profesional respetado, que disfruta de prestigio y mantiene su influencia, porque sus conocimientos son incuestionables, y pocos saben tanto como él, por ejemplo, sobre las grandes cosechas de Burdeos.

 

Combina la consultoría con la propiedad o participación en algunas bodegas. En cuanto a lo primero, su lista de clientes es abrumadora (muchas de ellas en su tierra natal)  y la relación puede traducirse en una gestión enológica completa o limitarse a definir los coupages definitivos de los vinos. Como propietario, tiene viñedo y bodega en Salta (Argentina), desde hace 30 años, y otra en Pomerol, el Château Le Bon Pasteur, que adquirió su abuelo a principios del siglo pasado. Entre los proyectos españoles en los que participa, junto a Fançois Lurton y su ex esposa Dany Rolland pusieron en marcha Campo Eliseo, con vinos en Toro y Rueda. Y desde 2009 es el 50% de Rolland&Galarreta, junto al empresario vinícola Javier Galarreta (fundador de Araex Grands & Spanish Fine Wines), una firma que en este momento elabora en Rioja, Rueda y Ribera del Duero “vinos de terroir”, como ellos mismos apuntan. Rolland, sin lugar a dudas, es un personaje incombustible.

 

Andreas Kubach

 

[Img #14475]Dada su nacionalidad hispano-alemana, hace menos de un año que tenemos a Andreas Kubach entre los Master of Wine de España, tras superar todas las pruebas del examen para conseguirlo. Un total de 383 en todo el mundo, tras los nuevos 14 nombres incorporados a la lista en 2017, y título que otorga el instituto británico The Institute of Masters of Wine en Reino Unido. Pero hasta ese momento, Andreas Kubach era conocido como productor y empresario del vino, director general y cofundador de Península Vinicultores junto a Jesús Cantarero (Bodegas Fontana), presidente de la compañía. Se dedican a la elaboración y comercialización de vino, además de gestionar viñedos y bodegas. Actualmente dirige el grupo Fontana Bodegas & Viñedos (marcas Fontana, Mesta y Quinta de Quercus), propiedad en su origen de Jesús Cantarero, aunque Andreas, habiendo vivido en nuestro país desde su juventud, ha elaborado vinos en numerosas bodegas. Licenciado en Ciencias Empresariales además de estudiar en la escuela de negocios alemana ESB, y en algunas de las firmas con las que ha trabajado ha sido responsable de producción, calidad y marketing, con lo que dispone de una amplia visión del negocio del vino. Antes de su actual empresa, en 2003 funda Vinista, una consultora especializada en la gestión de bodegas en crisis y en el desarrollo de negocio.

 

Jerôme Bougnaud

 

[Img #14480]Recién llegado a la cuarentena, este francés aterrizó en nuestro país hace ya 17 años su vinculación al mundo del vino era inevitable. Nacido en Cognac, en sus estudios de Enología en Burdeos coincidió con Ricardo Pérez Palacios (sobrino de Álvaro Palacios) y Bertrand Sourdais (Bodegas Antídoto), y tras conocer el potencial del Bierzo (allá por los 90) se embarca en una nueva aventura profesional en nuestro país. Su primer trabajo le llega de la mano de su amigo Bertrand, cuando éste empieza en Dominio de Atauta. Pero a los pocos meses le surge la oportunidad de irse a Hacienda Monasterio con  el enólogo danés Peter Sisseck. Una colaboración que fue el inicio de una relación que les mantiene unidos hasta hoy. Un año después comenzó a ocuparse de las viñas de Pingus. Corría 2001 y todavía ahora sigue siendo responsable técnico de los viñedos de Dominio de Pingus. Una labor que compagina con la asesoría que hace a El Regajal (Madrid) desde 2002. Con su proyecto Galia, un vino de la tierra de Castilla y León, del que es socio al 50% con El Regajal. Hasta hace no muchos meses también era asesor enológico de Quinta Sardonia (hoy propiedad de Terras Gauda), donde llegó en el momento de su fundación en 1999 gracias a la implicación de Sisseck en los inicios del proyecto. Añade a toda esta actividad la dirección de la empresa familiar, en su localidad natal desde hace dos años, donde hacen vinos además de destilación para el famoso cognac.

 

Como viticultor comprometido, Jerôme es uno de los convencidos de los beneficios de la biodinámica, pero tiene claro que “o la practicas al 100% o no la practicas, y esto necesita una implicación más profunda que un mero asesoramiento”, explica. En todo caso, concluye, “la biodinámica es una herramienta para que conectes con la naturaleza y, cuando lo consigues, es un placer ser viticultor”.

 


 

 

Y después, bodega propia

 

Son varios los asesores que suman a este trabajo la elaboración de vinos propios, pero otros tantos los que con el tiempo optaron por convertirse en bodegueros. Es el caso del aclamado Peter Sisseck, danés de nacimiento y creador del también prestigiado vino Pingus. Comenzó trabajando para Hacienda Monasterio además de asesorar otros proyectos, pero llegó el momento que montó bodega propia, Dominio de Pingus, a la que se ha dedicado desde entonces.  Una marca con peso que ahora parece va a crecer hacia Jerez, donde se ha propuesto elaborar un fino de lujo, en sintonía con sus grandes de la Ribera del Duero.

 


 

Cuestión de edad

 

Es verdad que la participación de profesionales extranjeros en el vino español ha ido en aumento en los últimos tiempos, aunque ahora se justifica por el mundo globalizado en el que vivimos. Los servicios de enólogos de referencia aportan valor añadido al vino que firman, pero no podemos olvidar que muchos han desarrollado su exitosa trayectoria principalmente en nuestro país. Por esta razón, seguro lo más acertado es distinguir entre esos pesos pesados de la enología, con grandes etiquetas foráneas en su currículo antes de llegar a España, y esa nueva hornada, de entre 30 y 40 años, formada fuera y reconocida por lo que están haciendo aquí dentro. En ambos casos, por fortuna, también son muchos los enólogos nacionales requeridos por el trabajo que realizan.

 

 

 

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