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Hotel Cordial Mogán Playa, placer cercano en Gran Canaria
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En los últimos años se siente la transformación en el sector hotelero de las Islas Canarias. Pasado el boom del resort all inclusive, el turista ha cambiado cantidad por calidad, y exige, ante todo, una gastronomía cuidada. Teresa Álvarez. Imágenes: Arcadio Shelk
Curiosamente el grupo hotelero canario Cordial apostó en este hotel desde el principio por la incorporación de un equipo de cocina de primer orden, que se traduce de forma inmediata en la calidad de sus buffets tanto en desayuno como en almuerzo o cena. Paralelamente, el resort cuenta con un restaurante gourmet situado en una bella balconada tradicional con vistas a los jardines y acceso independiente desde la calle, lo que permite su uso a clientes no hospedados. El complejo –sorprendente, bello y cuidado– incluye el yacimiento arqueológico Las Crucecitas, un cementerio prehispánico que se descubrió durante la construcción. El sendero para su recorrido culmina en una terraza panorámica donde paliar la sed del ascenso (400 metros y 44 de desnivel). Las vistas desde allí son impresionantes. Dos grandes piscinas climatizadas por completo durante todo el año, amplias zonas de jardines tropicales, arquitectura canaria bien integrada… El hotel cumple con creces las expectativas más exigentes incluyendo dos aportaciones extra poco comunes: el clima, pues Puerto de Mogán por su situación estratégica está considerado el lugar más cálido y soleado de Europa, y la simpatía del personal y la cercanía con el cliente que provoca una inexplicable sensación de hogar.
Los Guayres
La principal razón por la que un foodie lector llega a este hotel es la de conocer la cocina pura, sencilla y honesta del chef principal encargado del restaurante gourmet. Alexis Álvarez lidera un espacio creativo solo abierto en las cenas.
Cocina y pasión
Álvarez se propone mantener un toque clásico canario en cada plato, con indisimulados guiños al gofio, el sancocho o al mojo sin que copen el protagonismo del plato. El comensal descubre una cocina con alma y escuela.
La pequeña Venecia
En el extremo oeste del soleado sur de Gran Canaria se encuentra uno de los pueblos más bonitos y pintorescos de la isla. Construido alrededor de un pequeño puerto marinero, los canales que atraviesan sus coloridas callejuelas y la profusión de flores en sus balcones le dotan de un encanto especial. En sus decenas de restaurantes y terrazas encontrarás pescados frescos, cocina sencilla y vinos canarios para completar la gran oferta del hotel.
Flora única
La fertilidad del Valle de Mogán se cuela por cada rincón de este frondoso hotel, un paraíso que reúne especies vegetales del mundo entero conformando un jardín mágico y cuidado por su equipo de jardineros. Para suministrar el agua necesaria a la fronda se cuenta con agua natural de pozos y el respeto medioambiental es absoluto, con el uso exclusivo de pesticidas naturales. El hotel realiza paseos temáticos para conocer la diversidad de flora con especial hincapié en las especies endémicas de las islas.
Relax, dentro y fuera
El pequeño spa del hotel, bautizado Inagua, contribuye a completar la experiencia, con un circuito termal completo e íntimo y, especialmente, con la belleza de su jardín exterior. El silencio, el sol y una piscina de flotación con sales de magnesio engrandecen la calma de cuerpo y mente, factores para poder soñar mientras relajas anatomía y evades alma en sus camas balinesas. Los tratamientos se personalizan en sus siete cabinas, dos de ellas para parejas y dos exteriores, permitiendo la elección más correcta y placentera.
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Nombres propios con sabor
Alexis Álvarez
Eugenio Gualdámez
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