En vertical
Rafael Palacios, mostrando la verticalidad del godello
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Una cata de lujo que fue, a la vez, un recorrido horizontal por las cuatro marcas que elabora con un vino municipal (Louro do Bolo), otro de fincas seleccionadas (As Sortes) y los “gran cru” O Soro y Sorte Antiga. Luis Vida. Imágenes: Jean Pierre Ledos
Louro do Bolo
Blanco fermentado en barrica | Godello y treixadura | D.O. Valdeorras | 15 €
La uva procede de parcelas en torno a la villa de O Bolo, en el Valle de Bibei. Fermenta en fudres de roble francés y pasa en ellos cuatro meses con sus lías. Para Palacios, “sin ser un gran varietal, es el que tiene más equilibrio con lo que es O Bolo, su altitud y sus suelos de granito”.
El 2018 es aún joven y sabe a levadura (plátano) pero su boca define bien la salinidad de estas parcelas con amabilidad y volumen. La de 2017 es una añada de mucha concentración que marca bien el suelo, con acidez brillante y aromas balsámicos de miel de eucalipto y romero en un paladar muy largo. El 2016 es un año de maduración tardía, “la añada del equilibrio”. El vino tiene gran dimensión y armonía, textura sedosa y un fondo almibarado que remata en sal. El vino de 2015 es el más maduro y mediterráneo, el más ancho y graso, y combina el dulzor aromático de la crema de limón con la frescura balsámica del suelo de pinar mojado. El 2014 está en su cénit y muestra complejidad y mineralidad marcadas, mientras mantiene su jugosidad de frutas blancas y cítricos en un paladar pleno y largo.
As Sortes
Blanco fermentado en barrica | Godello | D.O. Valdeorras | 40 €
Se elabora de varias parcelas en laderas de la cara norte. La edad del viñedo está entre los 30 y los 90 años y “el carácter geoclimático se impone: frescura, altitud (700 m) y suelos de granito”. Fermenta en botas de 500 litros y madura en ellas con sus lías durante ocho meses.
El 2017 tiene un cuerpo esbelto, muy largo, y despliega muy poco a poco sensaciones florales y cítricas con un carácter muy fresco de mentol y eucalipto que explota al final. El 2016 es más amable y tiene una sedosidad acariciante entre sabores de cítricos maduros con un toque de maracuyá. Un 2015 pétreo, casi ahumado, es consistente en fruta (lima, manzana verde) y salinidad con un cuerpo entre cremoso y sedoso. En el 2014, bien desarrollado, asoman los frutos secos (macadamia) y acaricia la boca con sabores entre terrosos y balsámicos mientras que 2012, la añada más fría, mantiene enorme juventud y frescura con gran elegancia.
Sorte O Soro
Blanco fermentado en barrica | Godello | D.O. Valdeorras | 140 €
Parcela única, la más alta, orientada al sudeste. Su suelo de arenas finas “es el que mejor expresa la salinidad y condiciona una maduración más compleja”.
El 2016 tiene nervio ácido y poder cítrico con una textura brillante y mineral. La madera fina asoma en sus recuerdos de especias. El 2015 tiene fruta de añada cálida: lima y piña, con paso goloso y textura muy tierna. Un 2014 tenso y balsámico expresa perfectamente la elegancia “rieslingiana” del suelo. En el 2011 asoma un lado oxidativo, compotado (pera y limón) y mantiene frescura. La de 2009, la añada inicial, aún está entera, no salió al mercado y hoy brilla ese lado salino/balsámico tan propio de este viñedo.
Sorte Antiga 2016
Blanco fermentado en barrica | Godello | D.O. Valdeorras | 100 €
La viña más vieja (92 años) está plantada casi sobre la roca madre y se cultiva en biodinámica. El vino fermenta con sus pieles y tiene color dorado con una boca afilada y radical de gran dimensión pero acariciante en su rusticidad elegante, llena de cítricos escarchados, piel de naranja, frutos verdes y sabores balsámicos.