Santiago Rivas

Fraseo

Miércoles, 15 de Enero de 2020

Como ya avancé en capítulos anteriores afronto 2020 con la misión de divulgar el wineloverismo. Por lo tanto, hoy os voy a indicar las frases, modismos, coletillas, sintagmas, léxicos y palabrejas más comunes dentro del culto iniciado. Santiago Rivas

Mi proceder responde a un doble objetivo: por un lado, daros a conocer algunos de nuestros fascinantes comportamientos. Por el otro, que si os veis atrapados con gente de la secta, podáis pasar desapercibidos y salir con vida del trance.

 

Empiezo

 

  • Al champagne se le suele llamar “champú”. Ejemplo: “ábrete otro “champú””. No sé a quién se le ocurrió tal ingenio. Sin duda a alguna mente superdotada (aunque creo que lo que está bien dicho es mente con Alta Capacidad Intelectual, ya que superdotado genera confusión con lo que podría ser Jordi ENP).

El caso es que esta sustitución de palabras por semejanza fonética (champán/ champú), ha tenido un enorme éxito entre los winelovers, lo cual nos deja sin argumentos ante los que dicen que el alcohol provoca daños neuronales irreversibles.

 

  • El diminutivo de vino natural es “naturi”. Ejemplo: “hoy voy a un salón de naturis”. Sería el equivalente al “holi” en vez del “hola” en términos de saludo. Muy a favor. Cabe decir que hay un subconjunto winelover que odia los vinos naturales (sobre todo los españoles) y utiliza la acepción “vinagrismo. Ejemplo: “no voy a ese salón de vinagrismo ni loco, prefiero que me arranquen la tibia y luego me apuñalen con ella en la garganta”.

 

  • Cuando alguien abre (vosotros mismos incluidos) un vino caro (de más de 100 euros), lo más normal es que hace unos años, a mediados de 2000, ese mismo vino costara muchísimo menos. Pues lo tenéis que decir. Ejemplo: “yo compraba Richard Leroy cuando costaba 30 euros la botella”. Esto requiere cierta investigación previa, no vaya a ser un vino de esos que ya salió a un precio alto.

 

  • Ojo que, en algunos sitios, sobre todo del sur, al sumiller, en un giro léxico muy parecido al del champú, se le llama somalí. Sí. Os lo prometo. Tremendo. Ejemplo: “la mayoría de somalís no son winelovers”.

 

  • Si alguien descorcha un vino de una añada reciente y cuesta más de 30 euros, tenéis que decir que está joven, por desarrollar, aunque veáis que está muy bebible y os esté haciendo disfrutar. Ejemplo: “no está mal, pero dentro de siete años va a estar increíble”.

 

  • Domaine de la Romanée Conti se dice “DRC”, y Bodegas Vega SiciliaVega”. Ejemplo: “ayer me bebí un DRC y no era para tanto, por el precio que tiene me compro veinte Vegas”.

 

  • Si alguien saca un vino naranja tenéis que decir que los buenos son los de Georgia. Ejemplo: “si es que los naranjas españoles no tienen tipicidad, los buenos son los georgianos. Punto”.

 

  • Si sale un socairismo, fino, manzanilla o VORS tenéis que alabarlo. Lo siento, no queda otra. Ejemplo: “que buenísimo está este VORS antiquísimo cuya extrema y extraña acidez no me está resultando nada desagradable”.

 

  • Otro giro fonético. A la chardonnay algún ser humano, sin duda con retraso madurativo, la llama “chadorné”. Sí. Esto es muy duro. Letal. Ejemplo: “qué buena esta la chadorné de Roulot”.

 

  • Cuando en la conversación sobre un vino que ves que está gustando quieras meter baza, di que es “gastronómico”. Cero riesgos. Ejemplo: “qué gastronómico es este rosado”.

 

  • Llama “unicornio” a casi cualquier cosa poco habitual. Da igual que estén a una búsqueda de Google de distancia, y posterior desembolso en tienda online, o que el animal con el que se le compara sí que sea una creación mitológica (nunca existieron). Ejemplo: “este Gran Reserva de 1970 es un unicornio”. Tela.

 

  • Te tienes que hacer valer. Si en una botella ves diferencia de opiniones posiciónate con la negativa y sé agresivo. Ejemplo: “Este vino es asqueroso, ya está bien, menos mal que alguno se atreve a decirlo”.

 

  • En el momento en que alguien saque un Ribera del Duero, Toro, Somontano o similares, te tienes que reír de dicha elección de tal manera que parezcas sutil, pero asegurándote de que el destinatario de tu pulla se entere. Ejemplo “pero vamos a ver, ¿Quién ha traído este vino infiernero?”.

 

  • Si alguien lleva un 100 puntos de la guía Wine Advocate, lo que vulgarmente se conoce como un 100 puntos Parker, una vez lo pruebes, debes ningunearlo. Ejemplo: “pues vaya, si está hasta un poco oxidado y todo.”

 

  • Tienes que decir, más o menos cada media hora, atlanticismo, añada cálida y/o añada fría. Ejemplo: “los 2012 de Nanclares están evolucionando fenomenal porque fue una añada fría”.

 

Con estos consejos ya podéis ir tirando. Soy un pedazo de Coach.

 

Ah! y si tienes que llevar un vino a uno de estos akelarres, asegúrate de que sea de la región del Jura; da igual el productor, pero que sea un Jura. Y suelta que llevas dándole al Jura desde hace veinte años, lo cual te convierte en Jurásico (jajajajajaja. Matadme, por favor, de un golpe seco en la nuca).

 

Así te habrás hecho con el control de la reunión. Obtendrás la iniciativa. Otra cuestión es para qué la querías…

 

Ejemplo: “sí, he traído un Tissot, sí, muy ricos, aunque de todos modos los Juras guapos eran los de los noventa que es cuando empecé yo con estos vinos. Te lo Jura (este chiste lo he oído. Os lo pido de nuevo. Fallecedme).”

 

 

 

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