Viaje a Kenia

Kenia, horizontes de belleza indómita en un país de paisajes

Viernes, 31 de Enero de 2020

Tropical, desértico o de sabana. Desde la capital hasta la frontera con Tanzania cruzando la falla de Rift, Kenia sorprende con paisajes cambiantes en estaciones secas y lluviosas, todos ellos tienen un adjetivo común: salvajes. Mayte Lapresta. Imágenes: Arcadio Shelk

 

Amanece. El sol pinta de rojo intenso el cielo africano. Las nubes impiden ver las cumbres nevadas del Monte Kenia inundando el bosque como una cascada blanca. Abajo, un búfalo bebe en la charca, ausente a nuestras miradas, impertérrito ante las cámaras que desean inmortalizar el momento. Suena un bramido que se cuela como un instrumento más en la orquesta de la naturaleza. Cada instante en Kenia está lleno de bullicio, como un coro perfectamente armonizado que canta al unísono la melodía más bella, la de la vida. Un rumor constante que se mete en tu cabeza hasta pasar inadvertido, dotando a cada imagen de una banda sonora perfecta. Amanece y el paisaje vuelve a teñirse de colores intensos, tan vivos y potentes como los ropajes de sus gentes o como los perfectos estampados de las pieles de sus animales. Kenia es naturaleza bruta de un extremo al otro.

 

 

Caminos y animales

 

[Img #17519]Desde la capital, Nairobi, se suceden uno tras otro los parques naturales. No perdemos de vista el skyline del moderno centro de la urbe (con más de tres millones de habitantes en apenas 700 kilométros cuadrados) y ya estamos conviviendo con cebras, jirafas y rinocerontes negros. Vida salvaje que se funde de manera natural con el día a día de los kenianos, acostumbrados a lidiar con los inconvenientes de vivir en uno de los países con mayor número de áreas naturales reservadas y protegidas del mundo. Las manadas de herbívoros como cebras y antílopes se dejan ver en cualquier camino. Y en las carreteras, allí donde hay puestos callejeros tostando las mazorcas de maíz y ofreciendo plátanos frescos, los monos babuinos hacen su aparición, ladronzuelos experimentados, con sus crías a cuestas y sus simpáticos gestos. Abandonando Nairobi hacia el norte, el paisaje se centra en el cultivo. El territorio kikuyu, el más numeroso en población, se dedica a la agricultura y salpica el camino con invernaderos de flores, cafetales inmensos y enormes plantaciones de té. Maíz, tomate, banana…. La riqueza de sus suelos arcillosos se muestra claramente y son muchos los productos que engrandecen la sencilla gastronomía keniana. En pleno Ecuador, los cultivos de frutas exóticas comparten terreno con praderas de mijo o campos de trigo.

 

[Img #17516]Una carretera en buenas condiciones recorre el centro del país, accediendo al Parque Nacional de Samburu. Es uno de los parques más pequeños del país y toma su nombre de la etnia que lo habita, los samburu, de similares características a los masai tanto en el lenguaje como en las costumbres y su condición de ganaderos nómadas. Cruzado por el río Ewaso Nyiro (traducido como río de agua marrón), el ecosistema de ribera y la frondosa fauna conforma un paisaje verde de una hermosura sin límites en medio del desierto. En él habitan las peculiares jirafas reticuladas, las miedosas cebras de Grevy o los minúsculos dik-diks, además de los deseados elefantes, leones o leopardos. En su río, cocodrilos que atienden, atentos, cada movimiento humano. Volvemos sobre nuestros pasos para llegar a las tierras altas y visitar el Parque Nacional Aberdare, situado en la cordillera del mismo nombre. En el camino, los campesinos kikuyu, muchos de ellos descalzos, trabajan las tierras y los ganaderos samburu conducen vacas y cabras por las tierras rojizas buscando prados nuevos. Los kenianos caminan mucho, quizás para evitar el intenso tráfico que se concentra en cada pequeña localidad. Al borde de la carretera, esperando clientes las motos-taxi o piki-piki que admiten hasta tres pasajeros. Un poco más allá, los mercados, como el de Chaka, que reflejan el producto recolectado en esos parajes de manera clara: en una zona maíz, en otra patata, en el siguiente tomate...

 

 

Amaneceres y lagos

 

Cruzamos Nanyuki, la ciudad llena de vida elegida por los jóvenes para noches de juerga y discoteca y llegamos a Nyeri, población de clara prosperidad y zona cafetera. Por fin se abre ante nosotros las puertas de Aberdares donde se encuentran algunos de los hoteles más curiosos de la oferta de Kenia, como The Ark y Treetops, ambos con la posibilidad de contemplar animales sin moverse de la habitación y con una flora espectacular como entorno. Desde las curiosas habitaciones del histórico hotel Treetops se ilumina el cielo de África ofreciendo uno de los mejores amaneceres del planeta.

 

[Img #17526]Ascendemos el borde de la falla de Rift hacia el oeste para descubrir una sucesión de cráteres y lagos volcánicos. El primero, el lago Nakuro, en la actualidad con mucha más agua de la habitual lo que ha provocado una concentración de sal poco apropiada para sus pobladores tradicionales, los flamencos, que han cambiado su ubicación por la del cercano lago Elementaita. Antes de llegar, una parada en el paraje que conforma la popular cascada de Thompson, de 74 metros de caída de agua del río Ewaso y la posibilidad de acceder al barranco y poder darse un baño. En los alrededores seguro que algunos caen en la tentación de retratarse, previo pago de propina, con los kikuyus pintados y vestidos de manera tradicional. El parque del lago Nakuro del que toma el nombre es un espacio vallado que reúne especies como la jirafa de Uganda o el rinoceronte, aunque su verdadera belleza reside en el paisaje, agreste a la vez que peculiar, con sus imponentes acacias amarillas creando un horizonte muy especial. Nuestra siguiente parada sigue recorriendo la volcánica falla de Rift para conocer de cerca uno de los lugares más visitados de Kenia, el lago Naivasha. Con presencia de hipopótamos en sus aguas dulces y la posible visita a la isla Crescent, escenario del famoso y multi-oscarizado film Memorias de África (1985), este lago es recorrido a diario por múltiples barcas turísticas. En el recorrido, lento y placentero y con el suave rugido del motor como sonido de fondo, se contempla el trabajo arduo de los pescadores que penetran en sus aguas poco profundas para capturar carpas, percas y tilapias o la caza del águila pescadora vigilante desde las alturas. Sin abandonar la falla y cruzando en varias ocasiones el Ecuador, un nuevo lago acoge los codiciados flamencos: hablamos del tranquilo lago Elementaita, de tierras fértiles y frondosas y lleno de turismo local.

 

 

Codiciado Masái Mara

 

[Img #17518]Pero ninguna ruta por los parques de Kenia puede obviar que el visitante espera, con ansia, la llegada a Masái Mara. Atravesamos por tanto el borde oeste de la falla para descender a la eterna sabana, a la tierra moteada de los masai, la que recorre, oscilante, el río Mara. El paisaje se revela ahora como una inmensa pradera verde que se transformará en parda pasado el mes de las lluvias. La vista alcanza las primeras elevaciones del Serengeti, allá por Tanzania. Los caminos atraviesan austeros poblados de la tribu más admirada de Kenia, los masais, tan sencillos como auténticos. Se precian de ser nómadas hijos de la naturaleza, guardianes de sus tradiciones y defensores de la vida salvaje. Nos adentramos en el corazón del parque más grande del país entre una abundancia de fieras salvajes. La exuberante belleza del paisaje se mezcla con el sentimiento de libertad que te trasmiten los animales a cielo abierto. El jeep se atasca en uno de los senderos. Alguien vendrá a rescatarnos antes o después. Nos relajamos mientras dos leones adultos toman la siesta. No hay prisa. Esto es Kenia. Hakuna Matata.

 

 


 

Cocina salvaje

 

Sin duda, la cocina de Kenia se basa en las ricas materias primas de la zona, con profusión de fruta tropical, verdura como la curiosa col sukuma wiki, patata y batata, y en sus carnes, con el protagonismo en vacuno, cabra y cordero. Por supuesto se siguen consumiendo carnes de animales salvajes, en especial avestruz y cocodrilo, pero también cebra, ñú o antílope. Con respecto a los pescados, en el interior se decantan hacia especies de agua dulce, preferentemente la tilapia.

 

Con respecto a la cocina, en el país se recurren a elaboraciones sencillas como las brasas (nyama choma) que acompañan de plátano frito, patatas o el tradicional ugali, una masa de harina de maíz frito. Entre los platos más populares, el mukimo con maíz, guisantes y patata que se sirve con carnes guisadas y las samosas indias.

 

 


 

 

Dónde dormir

 

 

Parque Samburo

 

[Img #17524]Samburu Larsens Camp. Tiendas de lujo junto al río y en pleno valle frondoso. Gastronomía cuidada y buen servicio en un campamento que honra con su nombre el famoso aventurero Eric Larsen, situado en el lugar donde acampó el explorador. Piscina, jacuzzi y masaje africano para un descanso reponedor. Como hotel en plena naturaleza conviene cerrar las tiendas para evitar hurtos de los monos o sorpresas de inquilinos no deseados: cocodrilos abundantes que se avistan desde el jardín.

 

 

Nyeri

 

Outspan Lodge. Ubicado en las Tierras Altas y rodeado de plantaciones de té y café, el hotel ocupa la antigua granja del comandante Eric Sherbrooker Walker de 1920, ya construida como alojamiento desde sus inicios. Magníficos jardines y buena cocina.

 

 

Parque Aberdare

 

Treetops Lodge. Histórico hotel construido en un árbol con un encanto difícil de describir. A pesar de que sus instalaciones no están todo lo bien conservadas que sería deseable, su increíble ubicación y la rareza de su construcción convierten a Treetops en un lugar inolvidable. El “resident hunter” Amos Ndegwa te explicará con detalle la curiosa historia del hotel donde la princesa Isabel supo que se había convertido en reina en 1952.

 

 

Lago Nakuru

 

[Img #17520]Lago Nakuru Sopa Lodge. Precioso complejo de 60 cabañas con vistas espectaculares del lago desde una colina. Cocina cuidada, amplia carta de vinos, atención esmerada y todos los detalles para una estancia cómoda y con glamour. En sus terrazas, la oportunidad de ver el amanecer sin peligro por ser un hotel vallado. A la cena, un buffet delicioso y gran intimidad en las habitaciones. Un lugar para relajarse.

 

 

Lago Elementaita

 

Lago Elementaita. Un impresionante lodge de lujo situado muy cerca del lago y con posibilidad de hacer un recorrido a pie para visitarlo. Elegantes tiendas con preciosa decoración, exquisita cocina con acento en los productos locales y servicio esmerado. Su piscina,  sus masajes, sus rutas en bicicleta o a caballo, sus vistas y su buena carta de vinos completa la sublime experiencia. Posibilidad de cena junto al lago. Un lugar del que no querrás irte jamás.

 

 

Masai Mara

 

[Img #17517]Ashnil Mara Camp. Auténtica inmersión en la ribera del río Mara. Aunque se ubica lejos de la entrada al parque, merece la pena llegar hasta la corriente para disfrutar de este campamento de tiendas magníficas en un resort absolutamente integrado en la naturaleza. A pesar de su aspecto informal, disponen de un bufé de calidad con platos tradicionales africanos y cierto toque indio y la gran amabilidad por parte del equipo convierte la estancia en un remanso de paz y descanso. Sus 50 tiendas se distribuyen por el borde del río lo que posibilita unas vistas espléndidas.

 

 


 

Cómo llegar

 

Entre las diferentes opciones la más directa y adecuada la ofrece Ethiopian Airlines, que vuela por ejemplo desde Madrid a Addis Abeba y de allí a Nairobi. Una compañía aérea que destaca por la amplitud de sus asientos y, especialmente, por su alto nivel de servicios y su atención al cliente.

 

 

 

 

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