El rugido urbano de Nairobi, la gran metrópoli de África

Seguro que, para muchos, la experiencia africana pasa por Kenia. Si es así, la principal puerta de entrada al país es su capital, Nairobi. Con un clima delicioso de eterna primavera y la impresionante cercanía de los parques, una parada en esta joven ciudad (se fundó hace poco más de un siglo y tiene una proporción altísima de población menor de 35 años) está más que justificada. Centro neurálgico de un país dedicado a la ganadería, la agricultura y, por supuesto, al turismo; la cosmopolita y siempre caótica ciudad africana se abre de manera clara a los nuevos tiempos siendo incluso considerada por muchos como la Silicon Valley de la sabana. Así, con una clase media que crece de manera constante, proliferan los nuevos locales, los hoteles se reconvierten para dar un toque más chic a su oferta como la moderna propuesta de Tribe y Trade, el skyline se transforma poco a poco con rascacielos recién inaugurados y todo un movimiento creativo se gesta en sus calles.

Gente, mucha gente, con una amabilidad extrema y una paciencia infinita caminando por paseos, barrios, carreteras y caminos. Los kenianos andan mucho y rápido. Pero eso no libra a la ciudad de un eterno caos circulatorio. Los atascos en el centro son el pan de cada día. Un núcleo un tanto diluido por la escasa presencia de edificios históricos, aunque no faltan encantadoras construcciones art déco en CBD (Nariobi Central Businness District), donde resalta la torre del Kenyatta International Conference Center con su restaurante giratorio en la última planta que permite disfrutar de unas vistas de 360 grados mientras almuerzas. Sin embargo, el turista generalmente lo esquiva para dirigirse a Giraffe Manor, una mansión en las afueras rodeada de un parque de jirafas. Una experiencia distinta, de contacto directo con el animal en un espacio protegido, antes de penetrar en el mundo salvaje que ofrece el país. Y por supuesto, una visita a la casa de Karen Blixen que nos transporta a la famosa granja de Memorias de África a tan solo 20 km del centro, donde podremos disfrutar de un maravilloso almuerzo en el restaurante Tamambo. Si se dispone de más de una jornada, visitar el orfanato de elefantes de la Fundación David Sheldrick (de horario muy restringido) es una buena idea y pasear por Karura Forest, un placer. A pesar de la dificultad que entraña conducir por las callejuelas de Nairobi la ciudad tiene un ritmo en el que merece la pena la inmersión, dejarse llevar sin miedo. Y sentirás sus latidos en cada rincón, entrando en sus gigantescos malls, sumergiéndote en el olor a pescado frito de cualquier puesto callejero o dejándote seducir por el modernísimo The Alchemist, donde te sorprenderán mercadillos, conciertos o fiestas muy distintas a las que habrás vivido en cualquier otro lugar del mundo.

Comer

Tamambo

Los jardines de la granja de Karen Blixen alojan uno de los restaurantes más emblemáticos de Nairobi, muy cerca del museo. Abierto desde el desayuno hasta la cena, combina cocina internacional cuidada con platos más locales.

Bhandini

El hotel Intecontinental da cabida a un interesante restaurante de cocina hindú con opciones de platos internacionales. Una buena opción en el centro.

K´Osewe Ranalo Foods

Un toque menos turístico donde tomar tilapia. Ugali (plato tradicional de maíz tipo gacha que acompaña carnes y pescados), o arroz con verduras…

Carnivore

Seguro que, si tu amigo ha estado en esta ciudad, ha almorzado en este turístico local. Al estilo de un rodizio, es el lugar típico para probar carnes exóticas a la brasa. Amplio y con buenas zonas exteriores. Junto a él, una discoteca para quemar las calorías ingeridas: Simba Salon.

Dormir

Intercontinental Nairobi

Un clásico cinco estrellas que nunca decepciona. Situado en pleno centro, a escasos pasos del Mausoleo Kenyatta y el edificio de la Asamblea Nacional, lo que posibilita el paseo, tan complicado en la ciudad. Con un buen restaurante, casino y una agradable piscina, es uno de los hoteles más demandados de Nairobi. Buffet de desayuno bastante abundante, servicio
muy amable.

Tribe

Maravilloso hotel de diseño con 135 habitaciones magníficamente decoradas con todo lujo de detalles y buen gusto. De los mismos propietarios del Trademark, todo un icono en la ciudad.

Giraffe Manor

Desayunar en una bella mansión rodeada de cuidados jardines y con una jirafa asomando su largo cuello tras el seto. Este parque combina lujo y naturaleza con buen gusto en su pequeño hotel boutique.

Cómo llegar

Ethiopian Airlines

Ofrece el destino con una conexión muy cómoda en Adis Abeba y un servicio impecable tanto en su clase turista como en la lujosa clase business.