Catas, concursos y aprendizaje

UEC, hervidero de experiencias

Viernes, 31 de Mayo de 2013

La Unión Española de Catadores promueve concursos y originales catas como la de Riedel para difundir el vino entre aficionados y profesionales. La próxima cita, los Premios Baco. Redacción

Hoy mismo finaliza la inscripción para enviar muestras a los Premios Baco, un certamen de vinos jóvenes que cumple ya 27 años en el cartel de los más relevantes del país (reconocido por el Ministerio de Agricultura) y que se celebrará el mes de junio. Según la Unión Española de Catadores (UEC), organizadora del concurso, gran parte del éxito y la solvencia de los Bacos, aparte de testar directamente la calidad de la añada 2012, es la composición de su jurado, en el que toman parte 60 expertos entre sumilleres, periodistas y enólogos. Nombres como Ignacio de Miguel (enólogo asesor), Andrea Alonso (sumiller Nariz de Oro) o nuestro redactor jefe, Juan Manuel Ruiz, forman parte del selecto jurado que decide quiénes han sido los mejores vinos jóvenes del año.

 

La información actualizada sobre las fechas y pormenores del concurso se encuentra en la web de la UEC.

 

El poder está en la copa
Esta misma asociación convocó la pasada semana a un grupo de miembros a una original cata donde las copas Riedel y el presidente de esta prestigiosa compañía cristalera, Georg Riedel, fueron los protagonistas de un atrevido experimento sensorial. De la mano de su distribuidor en España, Jordi Segura (Euroselecció), Riedel acudió a Madrid para demostrar cuánta importancia tiene no solo el cristal, sino la forma de la copa en la percepción de los aromas y sabores de un vino. Cada participante en la cata dispuso de tres de sus modelos, en concreto Pinot Noir, Syrah y Cabernet Sauvignon de la gama Vinum XL, y tres vinos distintos elaborados con estas mismas variedades. Cada vino se probó en cada una de las copas y Riedel mostraba cómo cada vino se adaptaba mejor a un modelo concreto y no otro, porque, según explicó, “para mis copas no importa el lugar donde ha crecido la uva, sino la finura de la piel”, que, según él, determina cómo se percibe en los distintos perfiles de copas. Es tal el convencimiento del austriaco (y de gran parte de la audiencia tras comprobarlo en sus propios paladares y fosas nasales) que llega a recomendar un vaso de plástico antes que una copa equivocada porque “no he venido aquí a vender copas”, comentó. Eso sí, para evitar quebraderos de cabeza a aquellos que no puedan disponer de una gama amplia, dio un respiro a los asistentes recomendando la copa Syrah para vinos procedentes de hasta 1.195 tipos distintos de uva, mientras que la copa Pinot Noir exalta los aromas y sabores de tan solo dos variedades (pinot noir y nebbiolo), y la copa Cabernet Sauvignon es idónea para los vinos de las uvas francesas cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc, por lo que vinos con variedades como la tempranillo o la garnacha pueden degustarse óptimamente en la llamada copa Syrah.

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