Salón de los grandes blancos de España

Variedades autóctonas como la verdejo, la albariño, la viura, la godello o la vasca hondarrabi zuri, junto con uvas extranjeras perfectamente adaptadas al clima y al suelo español fueron las protagonistas del Primer Salón de los Grande Blancos de España, que se celebró el pasado jueves en Madrid.

Por primera vez en la historia del vino español se considera que el vino blanco nacional tiene entidad y nombres suficientes como para dedicarle una muestra en exclusiva. Y fue la semana pasada cuando profesionales de la restauración y la hostelería tuvieron la oportunidad de catar, reunidos en un mismo espacio, vinos de 33 bodegas distintas, todos ellos con el único denominador común de su color, variable entre el amarillo pálido y el dorado. Albariños como Fillaboa, Do Ferreriro, La Val o Pazo de Señorans, godellos como As Sortes o Guitián, verdejos como Ossian, Naia o José Pariente y txacolis como Itsasmendi fueron algunos de los nombres, ya consagrados entre los blancos patrios, que no faltaron a esta cita, síntoma de que el interés por los vinos blancos es creciente. Además de las uvas autóctonas, representantes de la chardonnay como Finca Villatuerta de Chivite o Milmanda de Torres, y de la sauvignon blanc como el vino de esta variedad de Riscal o el Fransola, de Torres, se pudieron catar en sus añadas más nuevas de manos de sus elaboradores y representantes, algunos de los cuales destacaron la creciente calidad de los blancos españoles.