VINOS Y PREGUNTAS
Juegos enológicos de mesa para retar al cuñado winexpert

De preguntas y respuestas, que retan a ser el mejor bodeguero de Italia, que desafían la pituitaria... La cultura del vino se presta a su traslación lúdica: juegos de mesa para maridar y aniquilar esta era tan doméstica. Javier Caballero
Se aproxima sigilosamente la Navidad, y aunque percibamos en el ambiente que las reuniones se limitarán a unos pocos convivientes seguro que habrá chance de arremolinarse a la mesa –con todas las de la ley– junto a parientes, familiares y algún que otro allegado político indeseado y bocazas. Sin embargo, este 2020 puede ser diferente y maridado. Tras los turrones y el marisqueo, en vez de sacar a colación la murga pandémica, las vacunas conspiranoicas o si te gusta o no el final de Patria, se puede hacer hueco a juegos de mesa que alíen vino con sabiduría, que reten a todos con preguntas y curiosidades y que enriquezcan y empapen de cultura emparrada a esos listillos winelovers que no sabrían situar en el mapa la DO Uclés. Desde Ramón Bilbao se tomaron estas premisas muy a pecho y se pusieron manos a la obra para "acercarse y acercar aún más el vino" en esta era de distancias... A través de su Spanish Wine Academy, acaban de lanzar un pack con dos botellas Reserva de la casa de Rioja Alta que se acompaña con un delicioso trivial enológico. ¿Cuál fue la primera civilización de la que hay constancia en España que mercadeara con el vino? ¿En cuántas provincias está presente la DO Ribera del Duero? o ¿Por qué se guardan los vinos en horizontal?, son algunas de las cuestiones sobre el tablero, dentro de más 400 preguntas de este pasatiempo que se puede maridar con lo que uno buenamente descorche... o lo que encuentre en el mueble bar si las existencias se han volatilizado. "Con este juego nuestro objetivo es que la gente sepa lo más posible de vino, que lo disfrute y lo entienda, porque así lo amará más. Para su elaboración, desarrollo y preguntas,
contamos con Masters of Wine como Pedro Ballesteros o Jancis Robinson. Forma parte de nuestro proyecto de la Spanish Wine Academy como una extensión navideña de esta. Son preguntas sobre variedades, regiones, maridajes y elaboraciones, y al principio nos salieron como 700 cuestiones. Las dejamos en 400 porque descartamos las más obvias y las más complicadas", explica Alberto Saldón, manager de nuevos proyectos dentro de las bodegas de Ramón Bilbao. Aviso. No se trata de un juego para sabiondos de los pámpanos y los suelos, sino "para todo aquel que quiera pasárselo genial", recuerdan. De tal modo que preguntitas rebuscadas del estilo "¿qué aporta más color, la garnacha tintorera o la maturana?" o "¿cuántas hectáreas exactas de viñedo tiene Tomelloso?" se dejan para formularlas y sacar los colores a parientes políticos que creen haber sido amamantados con barolos y sauternes.
La parte lúdica del vino ayuda a asimilar sus conceptos, y el mercado dispone de algunos otros juegos con cierta enjundia al respecto. El Wine Opoly sería el trasunto vinícola del célebre juego inmobiliario para que uno se convierta en Angela Channing de Falcon Crest y acabe con todos sus rivales bodegueros (algo tentador en el mundo real). Seis peones (botella, corcho, copa, queso, jarras o uva) para comprar y vender sus elaboraciones favoritas, amén de aprender sobre impuestos, leyes y aranceles por esta jungla lúdica, con espalderas o en vaso.
Para los que el idioma de Shakespeare no sea problema, Winerd apareja tres botellas de las que luego hay que adivinar su trazabilidad y Viticulture propone ser un gurú de las cepas de la Toscana y llevarse el galarón de mejor bodeguero de Italia. Se planta, se cosecha, se vinifica... hasta uno envejece prendido del árbol genaólogico de la famiglia. Como la vida misma... Por otro lado, el Wine IQ sí que exige conocimientos de alto rango (nivel sumiller, mínimo), en un juego que se divide en dos rondas: la primera apela a la materia gris, la segunda a la memoria más recóndita cual disco duro. Bouquet también calca la dinámica del Trivial Pursuit (ya saben, quesitos, recorrido por el tablero y gran ronda final de preguntas) y el Wine Wars replica metodología pero la jerarquiza: cultivo de uvas, elaboración de vinos y producción mundial, degustación, y las divertidas secciones de wine people, business, artes y ciencias, donde te puedes encontrar que te inquieran cómo se llama el último champagne rosé parido por Brad Pitt y su ex amada Angelina Jolie. Juran que es ideal pasatiempo para esta era de reclusiones (mayores o menores), si bien un buena piedra de toque inicial –no tan exigente como Wine Wars– sería adquirir el Libro 54 aromas Le Nez du Vin o la Rueda de los Aromas del Vino. Con ellos podríamos agudizar nuestra nariz y alardear de sabuesos delante de las visitas, discerniendo exactamente entre la fragancia a banco de iglesia con la de cajón de casa del pueblo. Salud y hagan sus apuestas...