King Caldo

Pero antes os pongo en situación. Resulta que, en general, el mundo del vino siempre se queja, no sin razón, del poco caso que, desde los medios generalistas o, al menos no especializados, se hace al vino.

Además, cuando se lo hacen, suele ser para mal. Por ejemplo, denominando al fermentado de uva “droga legal” (esto ocurrió en un Telediario de RTVE no hace ni un mes), desaconsejando su ingesta por su contenido alcohólico (y, por lo tanto, generador de cáncer, entre otras enfermedades), y adicciones varias.

Dicho lo cual -que ha ocurrido y seguirá ocurriendo-, lo normal es que el universo nos ignore. Esto incluye incluso al mundo gastronómico sólido. El gastroshow repleto de programas en televisión, blogs, podcasts, cocineros estrella, críticos algo menos estrella, documentales y/o películas, entre otros contenidos, dan muy poca bola al vino. O ninguna. Este es el erial mediático en el que nos movemos. Es lo que hay. En este país la divulgación vínica es un nicho o, incluso, el nicho del nicho. Esto provoca en los profesionales del sector cierta desazón, y eso que ya el grado de resignación es máximo.

Pues he aquí que de repente una botella salta al circo mediático más mainstream a través de una de sus estrellas más espectaculares. Y es que resulta que el jugador de baloncesto Lebron James, la mega estrella de los L.A. Lakers, apodado King James, y bastante winelover, para celebrar su victoria en un partido, y de paso la Navidad, se descorchó un Vega Sicilia, UNICO, 2006.

Dicha referencia la subió a su Instagram a través de sus stories bajo el hashtag #IYKYK (If You Know, You Know) que, básicamente, quiere decir que, quienes conozcan este Ribera del Duero, sabrán de lo excepcional que es y de la tarde que se está pegando el amigo.

Bien. Esta noticia, con la foto del Vega bien grande, ha aparecido, haciendo una rápida búsqueda en Google, en las ediciones digitales de La Razón, Marca, OK Diario o La Sexta, además del revuelo en redes sociales y demás.

Hasta aquí todo resulta inédito, perfecto y maravilloso. Pero traigo a colación este positivo suceso porque en algunos medios como AS, 20 Minutos o ABC van y utilizan, a lo largo de la descripción de la noticia, el término caldo para referirse a este UNICO de 2006.

Liada.

La palabra prohibida para la mayor parte del personal involucrado en la divulgación vínica.

No os imagináis el consenso que hay para desterrar esta palabra de los textos vineros. Encima como, por lo que sea, la gente supone que yo también soy hater de este sustantivo, han sido numerosos los whatsapps o mensajes privados que me han instado a ridiculizar este uso en la noticia “lebrona”.

Pues os vais a joder, porque viene un giro de guion que ni en “The Babadook”: yo no estoy en contra del uso de la palabra caldo para referirse al vino. Ni siquiera me voy a escudar en la RAE para defenderlo, ya que, de hecho, es su segunda acepción. Es que, de verdad, gente, no me parece grave utilizarlo.

Yo no lo uso, no me gusta. Pero al igual que no me gustan otras palabras para mi trabajado lirismo en prosa tales como elefante, opio, canibalismo o psoriasis.

Que, para una vez que se habla de un vino español -y encima bien- en todos los medios, por una de las personas con mejor imagen del planeta, os quejéis por la utilización de un término que está bien utilizado sí que me parece sobrecogedor.

Anda que no hay tela que cortar en el sector tan plagado de incompetentes, imbéciles, mantenidos, delincuentes, ególatras, mentiras, acosadores, morosos, nepotismo y desinformación como para que me ponga con este tema del caldo. No me queda nada...

Viva el caldo, vamos.

*Imagen Lebron James bajo licencia Creative Commons